En el corazón de El Escorial, bajo la sombra majestuosa del monasterio que Felipe II mandó erigir como símbolo de poder y devoción, se alza un pequeño templo de otra índole: uno consagrado no al recogimiento ni al arte sacro, sino al noble culto de la hamburguesa bien hecha. Y allí, en esa modesta capilla del sabor, fuimos recibidos como si de embajadores reales se tratara.
El trato, desde el primer instante, fue digno de una corte ilustrada. Atentos sin empalago, amables sin artificio, los responsables del local demostraron que la hospitalidad no es un lujo, sino un deber que se cumple con naturalidad. Si Felipe II hubiese podido intercambiar los ecos de sus austeros pasillos por la calidez de este servicio, quizá habría sonreído más a menudo.
El producto, por su parte, no desmereció en absoluto. Las hamburguesas, generosas y sabrosas, parecían forjadas con la misma precisión con la que se diseñaron las trazas del monasterio: ingredientes frescos, combinaciones acertadas y un equilibrio que habla de respeto por la materia prima. Cada bocado era un pequeño acto de justicia culinaria, de esos que reconcilian al comensal con lo simple y bien hecho.
Y el precio, ah, el precio. En una época en la que muchos lugares cobran como si cada hamburguesa estuviera bendecida por la sacristía de San Lorenzo, aquí se impone una lógica mucho más razonable: la de ofrecer calidad sin desmesura, placer sin penitencia para el bolsillo.
En resumen, comer aquí fue como hallarse en el Escorial de los placeres sencillos: sobrio por fuera, magnífico por dentro. Un lugar donde el comensal no es súbdito, sino rey por derecho propio. Volveremos, sin duda, porque en esta pequeña corte del sabor moderno, uno se siente tratado no como cliente, sino como parte de una historia que se escribe con amabilidad,...
Read moreThe place is cozy (just few tables) and the staff will make you feel really welcome. The concept of hamburger personalization is nice but what really makes the difference is the quality of the raw materials. Top quality meat, bread and cheese makes all the difference! Once you chose them you can assemble your gourmet burger in 15 or so different ways. If you like burgers, I strongly suggest you to stop by “Al punto”, you won’t be...
Read moreWithout a doubt this is one of, if not the best burger I have ever had. The flavour of the burger and quality of the meat was incredible. Certainly puts the usual chains to shame. The guy that served us too (Maybe the owner?) was really attentive and friendly and as I speak almost no Spanish he really did he best to make an effort with his English which to be honest was better than my Spanish. Don't miss this place if you are...
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