BRUTALE — Restaurant in Santander

Mala experiencia. Carta confusa, servicio despistado y una gestión irresponsable de alérgenos

Fuimos a cenar a Brutale (Santander) y la experiencia fue bastante decepcionante. Para empezar, pedimos una Coca-Cola y un agua, y nos trajeron dos aguas. Tardaron bastante en corregirlo, y más aún en traer el vaso para la Coca-Cola. El camarero que nos atendió iba con un auricular puesto y muy despistado, lo que dio una sensación general de dejadez.

La comida también tardó mucho en llegar, y cuando por fin me trajeron la hamburguesa “Rib Beast”, al tercer bocado noté que sabía a queso. Le di a probar a un amigo y me confirmó que sí, que llevaba queso. El problema: yo soy intolerante a la lactosa y en la carta no se indica por ninguna parte que esta hamburguesa lo lleve. De hecho, en una nota al pie del propio menú se especifica que la Rib Beast es una de las pocas que no lleva queso cheddar. Por eso la pedí.

Cuando llamamos a la camarera, lejos de reconocer el error, intentaron disuadirme y justificarlo, diciéndome que “se da por hecho que todas llevan queso” a pesar de que, según su propia carta, la mía no debía llevarlo. Aun con esa evidencia, me discutieron y pusieron pegas para cambiarla.

Finalmente, tras bastante insistencia, accedieron a cambiarme la hamburguesa por una sin queso, pero la forma en la que lo gestionaron fue muy poco profesional. Intenté hacerles entender que, por suerte, lo mío “solo” es una intolerancia que me causa dolor y malestar, pero que si hubiera sido una alergia severa, la situación podría haber sido muy grave. La falta de información clara y de protocolos frente a este tipo de casos puede tener consecuencias serias.

En resumen: mala atención, carta mal explicada, gestión deficiente de alérgenos y nula empatía. No volveré, y no lo recomendaría especialmente a personas con alergias, intolerancias o que esperen un mínimo de profesionalidad en el...

Dejemos atrás lo facil, el ambiente decente, pintoresco y un poco apretado. El servicio, bueno, sin tardar mucho para ser un buffet libre y para la gente que había. Empezamos con lo importante, la comida. Por un precio de 22 euros por persona, sin incluir bebidas, se puede disfrutar de una variedad de hamburguesas, a cual mejor, y algunos de sus entrantes. Lo que pedimos: sus tequeños, decentes, congelados, como se ha de esperar. Y luego pasamos a las hamburguesas. La hamburguesa de pulled pork con salsa emmy, tiene ese toque agridulce para los amantes de la gastronomía asiática, y que tengan ese gustillo al ácido. La de lotus, con galleta y crema de lotus, estaba muy bien. En otros sitios la hay, y no es la mejor que he probado porque la crema no abunda, pero está muy bien, con bacon y cheddar. La cheddar cheddar bacon burger. Mamma mia. Con diferencia la mejor hamburguesa que he probado en mi vida. Consiste en una hamburguesa bacon smash con dos carnitas, y una salsa de queso caliente y fundida, que inundaba el plato por completo. Una auténtica locura. Todas venían con su dosis de patatas, pero en esta se podían mojar en el queso y vaya tela... El postre, que venía incluido, estaba muy bueno y conseguido. Era un trozo de tarta de queso con kinder bueno blanco, y crema de pistacho. Decadente hasta morirse, y entraba muy bien para rebajar un poco la comilona, jaja. Excelente sitio para ir una vez al mes y disfrutar de los placeres prohibidos, que si no se engorda a ritmo...

En primer lugar, llamé para reservar y, sin haber dicho cuántos éramos, nos dijeron que no se puede. Sin embargo, al llegar al lugar fuimos a sentarnos en una mesa y nos dijeron que estaba reservada. Ante la sorpresa, se lo comentamos y nos dijo que solo se puede reservar para grupos grandes, pero resulta que el grupo que reservó era de 5 personas y nosotros éramos 4...

El local está bien ambientado y es confortable, pero se hace un poco pequeño y no hay espacios entre mesas.

El servicio fue muy agradable, pero bastante lento. Al preparar la comanda, hubo mucha diferencia entre el primer plato que prepararon y el último (puedes ver cómo preparan la comanda desde fuera). Por tanto, una hamburguesa salió fría.

Respecto a la comida, la hamburguesa de pulled pork estaba exquisita y la de costilla asada también estaba muy buena. Por otro lado, los perritos son grandes, pero el sabor no es tan bueno como la apariencia.

Por último, probé la tarta de queso (6'5€ la porción) y la textura era top, pero tenía poco sabor a queso, llegando incluso a tapar el sabor la base de galleta. Además, el trozo era muy pequeño para el precio (la tarta de la foto era la más grande que nos dieron entre las 3...