Habíamos visto los precios antiguos del restaurante, tenemos muy poco dinero y no podemos permitirnos comer en casi ningún lugar de Toledo. Nos dimos un susto al ver que los precios habían subido bastante, era de esperar tal y como están las cosas con la invasión turística y de las grandes compañías, como ya habíamos entrado y era muy tarde para nosotros pues aceptamos los precios. El camarero nos dió la opción de hacernos un bocadillo de calamares aunque no estuviera en la carta, lo cuál se agradece, no quedaban hamburguesas de ternera ni de pollo (algo que puedo comprender ya que yo he trabajado de cocinera y alguna vez me ha pasado), pero pudimos pedirnos la de ciervo. Nos pedimos la comida para llevar, no porque no nos gustara el local y su ambiente, sino porque teníamos aún que volver caminando a nuestro hotel que está a más de una hora. En lo que esperábamos me pedí yo una cerveza sin alcohol, mi chico no quería nada, me hubiera gustado que me hubieran puesto algo de picar con la cerveza. La comida, vamos a ello: La comida estaba buena, me asusté después porque vi en algunas reseñas que había habido cucarachas en el local y les tengo mucha fobia, pero puedo decir que la limpieza y seguridad de mi comida era satisfactoria. El bocadillo de calamares estaba bueno, aunque nos extrañó que los calamares no tenían rebozado, miré bien para ver si se había quedado en el pan o en el papel de Albal, pero no, no tenían el rebozado que suelen tener cuando se fríen. Aún así no estaban malos los calamares, tenían la textura correcta y sabían buenos; eso sí prefiero tomarlos con su rebozado aunque sea menos sano. La hamburguesa de ciervo era de ciervo y no estaba quemada (adjunto foto), eso lo puedo confirmar. Estaba buena con su pan brioche, cebolla caramelizada, queso y lechuga; aunque si he de admitir que no es de las mejores que he probado porque siento que le faltaba brío (su tomatito crudo o pasado por plancha, mostaza, cebollita, pepinillos, etc) ,le ayuda llevar carne de ciervo que es muy rica y además estaba poco hecha (así me gusta a mí). La hamburguesa venía con unas patatas cortadas en medallones y al horno y con lechuga, estaban muy ricas. Le pedí al camarero que por favor me cortarán ambos alimentos por la mitad (el bocadillo y la hamburguesa) pero se les debió olvidar, por lo que nos resultó más difícil compartirlos a mí novio y a mí. Eso sería todo, hemos cenado bien dentro de...
Read moreLes doy una estrella porque no hay estrellas negativas. Fuimos 12 adultos y 12 niños a pasar el día a Toledo. Como éramos muchos hicimos las cosas bien y lo primero nada más llegar buscamos el sitio para poder comer los 24, porque a la hora de comer en Toledo no es nada fácil encontrar sitio para tantos. Este sitio nos pareció ideal y reservamos para las 15:30 mientras veíamos el Alcázar. A las 14:10 me llamaron del restaurante para decirme que ya estaba la mesa, como estábamos de visita y no estábamos todos juntos le dije que iríamos a comer a la hora de la reserva. La chica insistió que teníamos que ir porque le había fallado una reserva grande y que si no íbamos no nos aseguraba que tuviésemos mesa cuando llegásemos. Ante la imposibilidad de poder reunir a todos a esa hora y de dejar la visita para otro momento optamos por acudir al restaurante a nuestra hora de la reserva. La sorpresa fue que cuando llegamos acababan de sentar a una mesa grande en nuestra mesa y nos dijeron que no nos podían dar de comer hasta dentro de una hora y media. Nos quejamos y le recordamos a la chica que teníamos reserva y que íbamos con 12 niños. Le dio totalmente igual y no nos dieron de comer. Me parece una falta de humanidad total dejar a 12 niños sin comer en Toledo a las 15:30 de la tarde con todo lo que ello supone y con el agravante de tener una reserva hecha con más de 3 horas de antelación. Yo no tengo ninguna culpa de que le haya fallado una reserva 1 hora y media antes de mi reserva, yo reservé para 24 y a la hora que quedamos estábamos todos allí. Me parece un hecho deleznable lo que hicieron con nosotros. No lo recomiendo para nada el sitio por la falta de calidad humana de los que lo regentan. No he probado nada de la comida suya y nunca la probaré, no sé si cocinan bien o no, lo que sí os puedo asegurar es que como personas dejan mucho que desear. Espero que lean esto y se den cuenta del daño que nos hicieron aquel día y que no se puede dejar a un grupo de personas con niños tirados de esa forma en mitad de Toledo con el calor que hacía y a la hora que era con una reserva hecha a las 12 de la mañana. La gente tiene que aprender que ganar dinero...
Read moreEn una tórrida tarde de octubre, deambulando por las vetustas calles de Toledo, un grupo de turistas se tropieza con un callejón estrecho, herencia de la historia de la villa. Sedientos aventureros en necesidad de reposo, deciden desviarse de su senda con el objetivo de recargar fuerzas para posteriormente continuar descubriendo los rincones de la ciudad. Cautos y desconfiados, se acercan al establecimiento, exploran mentalmente las posibilidades, se aproximan a un mesa vacía y...de repente, una mesonera ajada se dirige a ellos con aires de soberbia: ESTÁN TODAS LAS MESAS RESERVADAS, HAY UN CUMPLEAÑOS Y TENGO QUE PREPARARLAS. El repentino estruendo verbal acongoja a los viandantes que se sienten compungidos. Lo que les ha provocado estupor no es la elección de palabras sino la forma en la que éstas han sido emitidas. Con descaro, sin contacto visual, con unos gestos condescendientes dignos del mayor de los caciques. El grupo, sorprendido y acongojado, no tiene otra alternativa que girarse y, cabizbajo, abandonar las inmediaciones con la esperanza de encontrar otro establecimiento donde reponer su aliento. Pobre negocio, ha perdido la oportunidad de atender a unos magníficos clientes. La mesonera, por su parte, no ha perdido nada, pues no tiene vergüenza, no tiene decencia y no tiene empatía. Adiós, Rincón de Juan, con suerte, hasta pronto. Nuestros caminos se volverán a cruzar cuando cambies...
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