El Medievo — Restaurant in Trujillo

Soy Mónica de Asturias, voy con mi familia Celiaca y multialergica, a Sevilla y hacemos noche en Trujillo. Tenemos que cenar, busco un sitio que se adapte a nuestras necesidades y encuentro TAPERIA EL MEDIEVO, me pongo en contacto con ellos mediante Instagram y desde el minuto uno, ha sido un verdadero placer. A pesar de mis problemas de alimentación, siempre me hicieron todo muy fácil pero lo mejor quedaba por llegar. Llega el momento de la cena, el lugar en plena plaza de Trujillo incomparable , esa maravillosa terraza con agua fresca pulverizada, las vistas y la persona encargada de atendernos PURI, hicieron de la velada una de las mejores que recuerdo desde que mi familia pone las cosas tan difíciles a los profesionales de la restauración. PURI nos atendió al 100% , sabe de lo que habla respecto a alergias alimentarias, nos asesoro y atendió de 10, además es muy agradable y toda una profesional. La comida de escándalo, basta con ver las fotografías , antes de comer pedimos algo fresco de beber y nos trajeron una tapa abundante de aceitunas, después llegaron los manjares, mis celíacos pidieron sarténes, recomendadas por PURI y ambos triunfaron, yo como buena "fartona" Asturiana quería comer de todo y probar si o si las Migas que llevaba años con ganas de hacer lo y no me defraudaron, al contrario se han vuelto uno de mis platos favoritos, luego pedí una tostá de langostinos al cava con alioli de lima y escandalosa de buena......... Ahhh se me olvida el detalle del pan..... PURI nada más que nos identificamos y pedimos lo de beber, horneo el pan sin gluten para que en el momento de comer estuviera en su punto y a mi me trajo en una bolsita de papel Kraft, para evitar contaminaciones de gluten, el trozito del pan bregao más rico que comí en mi vida. Luego vinieron los postres que no recuerdo el nombre pero si el sabor y estaba de 10 Al final de la velada el dueño vino a saludarnos muy amablemente y hacernos sentir como en casa Conclusiones : recomendable al 100%, la localización, Puri su saber estar y profesionalidad, la comida y la forma en que saben tratar el tema de SIN GLUTEN y ALERGIAS ALIMENTARIAS, nos hicieron sentir como en casa. Volveremos siempre que pasemos hacia el sur, no dejéis de visitarlos si andáis por la zona y si no tenéis problemas de alimentación, mejor porque tienen una carta exquisita. Ha sido un placer y me llevo un maravilloso recuerdo de Trujillo y en particular del Medievo,...

Buen sitio para tapear y comer/cenar algo en Trujillo. Nos sorprendió el tamaño de las tapas, ya que son bastante grandes, por lo que cuidado al pedirlas, ya que para compartir con 2-3 tapas para dos personas vais sobrados. Me gustó todo mucho en general, destacó el salmorejo y la alcachofa con foie y queso, tenían un sabor tremendo y son para repetir totalmente. La tosta de bacalao me gustó menos, ya que sabía poco a pimentón y estaba algo salada, creo que fue un mal día de la cocina. El plato que más me defraudó fue la Oblea rellena de aguacate y salmón, ya que el tartar de aguacate y salmón estaba salado y la oblea frita estaba demasiado grasienta. Si la cocina me permite la recomendación, en mi humilde opinión creo que ese plato, en lugar de con una oblea de trigo (creo que era) si la hicieran con arroz (oblea frita de "batido" de arroz, similar al pan de gambas del chino) quedaría muchísimo más rica y más sabrosa, ya que al estar tan grasienta le quitaba todo el sabor al plato. El servicio fue buenísimo, rápido y muy amable, solo por eso repetiría. El ambiente estupendo, ya que tienen una terracita muy chula en la plaza del pueblo, pena que los aspersores de agua ese día no estaban enchufados (o no funcionaban ;( ) De precio bien, ya que, repito, el tamaño de las tapas es muy grande y con una prácticamente has cenado. Volveremos a Trujillo a probar de nuevo los platos, para ver si se ganan esa quinta...

En nuestro viaje desde Madrid hacia Huelva paramos para comer y nos guiamos por la cantidad de gente que había en la terraza y los platos que leímos en un cartel. En medio segundo nos habían dado una mesa alta con asientos altos con respaldo. Se estaba fenomenal. Pedimos la comida, preguntamos varias cosas y en total nos atendieron por lo menos cuatro o cinco personas diferentes, todos ellos super agradables, e incluso algunos bromearon con los niños. Nos dejamos recomendar y pedimos una ensalada de palometa, fresquita, dulce y riquísima, unas albóndigas en las que mojamos dos bollos enteros de pan en su salsa, un bocadillo de pan de leche con costillas a la barbacoa que hizo las delicias de mi hijo pequeño, una tosta de bacalao que estaba para enmarcarla y ponerla en la entrada de casa para verla todos los días al llegar del trabajo, y un plato típico de Trujillo que no recuerdo el nombre pero no se me va a olvidar el sabor en la vida. Cada plato estaba más rico que el anterior, y lo de los postres ya es para morirse. Tendrían que quitar la estatua de Pizarro y ponerle una a la persona que ha hecho la torrija de brioche con helado de canela. Esta noche sueño con ella. La terraza estaba llena de gente pero no tardaron nada en traer las cosas, y al final salimos a noventa y pico euros (pedimos también cafés). Es un precio razonable para lo que pagamos hoy en día, y la calidad lo merece...