Kukla - Middle Eastern Cuisine — Restaurant in Valencia

🌟 A Memorable Culinary Adventure in Valencia! 🌟

We embarked on our Middle Eastern culinary journey in the heart of Valencia, drawn by the restaurant's impressive ratings and raving reviews – and oh boy, it did not disappoint! The anticipation was palpable as we stepped in, and it all began with a genuinely warm welcome that hinted at the exceptional experience ahead.

😊 Exceptional Service Beyond Language Barriers 😊

Our lack of Spanish was no obstacle thanks to the attentive and English-friendly staff. They not only navigated us through the menu but also took the time to explain each dish, ensuring there were no surprises. Their dedication to making us feel comfortable added an extra layer of satisfaction to our dining experience.

💃 Style and Substance: A Feast for the Eyes and Palate 💃

Speaking of style, it wasn't just about the chic decor – the staff exuded charisma and charm. Alejandro, in particular, not only helped decipher the menu but also added a touch of flair to the evening. The great looks of the staff complemented the restaurant's ambiance, creating a welcoming and visually pleasing atmosphere.

🍽️ A Symphony of Flavors from the Mediterranean 🍽️

Navigating the multilingual menu, we indulged in a delightful array of dishes. The staff's explanations helped us make informed choices. From the sizzling special egg dish (handle with care – it's hot!) to the aromatic hummus variations, oriental fries, and the surprisingly tempting fried eggplant, each bite was a celebration of Middle Eastern flavors. The falafel, my personal favorite, was a true standout among the many versions I've sampled.

🌆 First-Day Triumph and Wise Reservations 🌆

As we reveled in the culinary delights, the charming atmosphere added another layer of magic to our evening. It turned out to be a perfect initiation to Valencia, setting a high bar for the rest of our stay. A word of caution: reservations are highly recommended. The restaurant quickly reached its bustling capacity, with eager diners patiently awaiting a taste of the Middle Eastern magic. This hidden gem is more than just a restaurant; it's an experience not to be missed in the vibrant heart...

We happened across this hidden gem by chance; an unassuming little side street secretly gives way to an intimate informal terrace dappled with light from handsome ancient trees.

This is a vegetarian joint , (vegan upon request), I am a meat eater, (don’t judge), so I was a little unsure; I find many times at vegetarian eateries good food and flavour is sacrificed at the altar of a kind of repressive worthiness.....this ain’t like that, it’s just bloody good scran.

We were two and half, my friend and his happy little chappy son....we took some dishes:

A red pimiento number with feta; a kind of terribly pretty savoury creme brûlée - a crispy top and creamy underbelly. Very sweet peppers.....at first worryingly sweet ...but the feta brings it back and then a nice lingering unknown spice danced about at the end. Magic.

Chunky aubergine chips, lovely and fluffy on the inside and crunchy on the outside with a fresh as you like sriracha sauce to dip

Falafel laid on a couple of different delicate sauces, red and green....lovely jubbly.

A hummus dish with freshly baked pita and another sweeter bread. I’m no expert on hummus and it’s a little ‘meh’ for me but my friend is something of an aficionado and he raved about it’s quality.

We were also given a free taster of some tasty little leek fritters that the chef had created that night.

For brass tacs, the meal came to €35 with 6 beers and a soft drink.....terribly reasonable if you ask me.

That’s the food part dealt with. The best part of this place is the owners and the staff. A family run restaurant, they have that easy charm and warmth that can’t be manufactured. It’s so nice to see people who genuinely enjoy what they do....and they do it so well.

Having only opened a month ago already the place has character and little charming idiosyncrasies. This place is going to do very very well I think.

Muchas gracias to Ayello, (probably spelt wrong), and Andrea for looking after us...

Sinceramente, pues ni fu ni fa. Me da la sensación de que viven de la renta de algo que fue en el 2021, donde se les dio un Solete Repsol, y ahora ha debido perder mucho, porque si de verdad le dieron un solete por lo que dan y el servicio que ofrecen hoy en día a finales de 2024… tela Pedimos 2 entrantes y una “cazuelita (Shakshuka)” y te quedas “bien”. Habíamos dejado hueco para el postre, pero viendo el poco sabor de la comida, hemos decidido ir a otro lado a tomar el postre. Y digo, poco sabor, porque eso es lo que lo define, al menos los tres platos que hemos tomado. El falafel pues un simple falafel, con relleno “verde” (cilantro y perejil). Lo mejor, sin duda, el humus, supongo que la calidad viene del tahini que usan, que le da mucho sabor. La cazuelita, sin más, os la podéis ahorrar, al menos la que hemos pedido nosotros (Feta Shakshuka). Lo de los tomates cocidos a fuego muy lento, se puede decir que son tomates triturados tirados en la sartén, con todos los demás ingredientes y puestos al horno. Nada especial sinceramente.

Por último destacar el caos que llevan en cuanto a la organización. Tres personas para servir mesas (de los cuales solo 1 persona sabía lo que había que sacar y hacer en cada momento) y los otros 2 solo ejercían órdenes dadas por la primera personas. Otra persona única y exclusivamente poniendo las bebidas. No se te fuese a ocurrir preguntarle algo, que su respuesta siempre era “si ves por ahí a una amiga, compañera, vestida de blanco… ella es la que lo lleva (refiriéndose a la persona que había comentado que lo llevaba todo “controlado”).

Los primeros platos, que son fríos te los sirven enseguida, pero en cambio la cazuelita ha tardado bastante.

Por último comentar, que hemos llegado a las 21.30h, el local medio vacío porque estaban acabando los del primer turno, nos han sentado y ya nos han dicho “a lo mejor tardamos algo en atenderos, que tenéis reserva a las 22h). Viendo como estaba el local y la terraza de vacío creo que se podrían haber ahorrado el comentario. Más que nada, porque solo tienen 2 turnos de cena, a las 20h y a las 22h. Si los de las 22h te llegan antes, tienes el local medio vacío, lo lógico sería ir marchando la mesa porque si todo el local y toda la terraza te llega a las 22h en punto va a ser un caos… y así ha sido…

Lo dicho, comida un 2.5/5 y servicio 1,5/5. Barato pero sin más.

Sin duda, no volveremos.

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EDIT:

Me veo en la obligación de responder al jefe del restaurante tras su respuesta a mi reseña:

En cuanto a la chica de barra, en ningún momento he dicho que le estuviese yo preguntando de todo, sino que a TODAS las personas que entraban en el restaurante y le preguntaban algo, solo sabía que repetir la frase: eso a la chica de blanco que es a la que lo lleva 👌🏻

En cuanto a lo que nos dijo de que a lo mejor tardarían en atendernos, por haber llegado 30’ antes con el restaurante prácticamente vacío, sigo diciendo lo mismo tras su respuesta. Un restaurante que no sabe organizar dos turnos de cena, que necesita acabar uno para poder empezar otro deja mucho que desear.

En cuanto al tiempo que tardamos en comer, ¡faltaría más!. ¡Tardamos 1h en comer dos platos fríos y 1 caliente! ¿Te parece una gran velocidad? ¿De verdad? Los dos primeros platos eran simplemente emplatarlos y el caliente, tardaron 35’ en sacarlo… no sé de qué saca pecho… tuvimos que pedir hasta 3 veces que nos sacasen otro pan, a dos personas diferentes (también a esa chica que lo llevaba todo) y cuando le dijeron “¿la mesa X ha pedido pan? Soltó un “ostras es verdad”, así que no creo que se deba sacar pecho de la mala gestión…

Lo dicho, una y no...