Teatro Talia — Attraction in Valencia

.El Teatro Talía de Valencia, un emblema cultural de la ciudad, abre sus puertas como un escenario histórico que ha capturado la esencia de décadas de expresión artística. Gestionado por la empresa Olympia Metropolitana S.A., este teatro de propiedad privada es mucho más que un mero lugar de entretenimiento; es un vínculo con la rica historia de la Casa de los Obreros de San Vicente Ferrer, una institución benéfica de carácter católico que nació en 1908 y que se ha mantenido fiel a su misión a lo largo de los años.

Desde su inauguración en 1928, el Teatro Talía ha sido un faro cultural que ilumina tanto a lugareños como a visitantes con una programación ecléctica y atrayente. Pertenece a la Casa de los Obreros de San Vicente Ferrer, una institución que germinó en el movimiento asociativo de principios del siglo XX, y que ha mantenido su compromiso con la comunidad y la cultura a lo largo de las generaciones.

Desde sus inicios, la sala del Teatro Talía ha sido un refugio para las compañías locales y sus producciones, tejiendo un vínculo cercano entre los artistas y el público. El teatro, con su capacidad para acoger tanto representaciones en castellano como en valenciano, se ha convertido en un crisol de expresión cultural para una audiencia diversa y apasionada.

El Teatro Talía también guarda en su historia las huellas de épocas turbulentas. Durante la Guerra Civil, pasó por las manos del Comité Ejecutivo de Espectáculos Públicos, pero la Casa de los Obreros de San Vicente Ferrer logró mantener su propiedad intacta, preservando así un lugar que ha resistido las pruebas del tiempo y la historia.

La gestión del Teatro Talía ha experimentado diferentes etapas, desde estar bajo el paraguas de la Generalitat Valenciana hasta ser encomendado a la empresa Olympia Metropolitana S.A. a partir de enero de 2012. En cuanto a su capacidad, el teatro ofrece un espacio íntimo y acogedor con 243 butacas fijas, 62 palcos en el primer piso, 48 butacas de anfiteatro y 36 palcos en el segundo piso. La majestuosa talla que preside el escenario, obra del escultor valenciano José Justo Villalba, se convierte en una característica distintiva que da vida y carácter a este lugar emblemático.

En resumen, el Teatro Talía es un rincón de Valencia que trasciende la mera función teatral. Es un monumento a la historia cultural y una celebración de la comunidad que lo rodea. Desde su marcado carácter popular hasta su resiliencia en tiempos de cambio, el Teatro Talía sigue siendo una ventana abierta a la diversidad artística y un tributo a la pasión y dedicación de aquellos que lo han sostenido a lo largo...

Nada más llegar, nos hemos visto amenazados por una señora que nos obligaba a estar callados, gritándonos y mandándonos cual profesor cuando ya veníamos acampanados por estos y ni siquiera habíamos hecho nada, dando por sentado que no tenemos dos dedos de frente ni para estar callados. Pero después, por si fuera poco, un señor nos ha empezado a reubicar en las butacas porque creía tener un aire de mandamás, y todo esto lo hacía con la excusa de que la sala tenía que estar completa, cosa que era en sí un sinsentido puesto que la sala se iba a llenar de todas maneras, a pesar de su distribución; esto es debido porque pensamos que, al no estar enumeradas las butacas, podríamos sentarnos por orden de llegada, pero nos han objetado dicha propuesta de manera muy impertinente. Por lo tanto, no creemos que los trabajadores deban dirigirse de esa forma tan antípatica, poco diligente, irrespetuosa y altanera cara al público, puesto que depende de la audiencia la reputación del teatro. Por eso, entendemos que su labor debería ser mostrarse atentos, serviciales y amables al público, en ves de habernos hecho sentir como desechos en nuestro caso. En general, vemos una gran falta de profesionalidad y no recomendaríamos a nadie sufrir esta experiencia tan bochornosa, suficiente, inadmisible y deplorable. Una pena que la obra haya sido espléndido pero no la hayamos disfrutado con regocido, porque el mal trato vivido en el teatro ha empañado la perfección de la obra, es decir, obra muy buena pero con localización inoportuna...

El personal de este sitio no tiene clase ninguna. En concreto hablo por la acomodadora Gemma. Por personas así una sala pierde que se tengan ganas de ver cualquier obra en este lugar. Cero habilidades sociales para ésta chica. El conflicto no fue nuestro, pero nos quedamos todos blancos con lo maleducada que fue y lo fatal que resolvió todo. Los palcos del primer piso tienen una visibilidad mala, no recomiendo que compréis esas entradas y paguéis por esa ubicación, y nostros teníamos sillas que se suponen que no son de entrada de visibilidad reducida. Le recomendaría al teatro no abarrotar tanto el palco y crear una sensación de confort, ganarían en gente que vuelve, no en espectadores que se sienten enlatados una vez y no vuelven más. Y una manita de aspiradora no vendría mal. Si no es una obra que os interese mucho y compráis en patio de butacas os recomiendo NO asistir a este teatro. Cómo veis hago la crítica a la sala, no a la obra en concreto a la que asistí que fue buena.

Si he de decir algo positivo sería que la acústica es correcta.

Para los que terminéis por ir, hay un parking en el mercado central que no os queda lejos y no sale muy caro, sobre 12 euros de media de estancia y os olvidáis del coche. Y es el que mejor está en los...