Nuevo Cuenca — Restaurant in Valencia

Hemos sido clientes habituales de este bar hasta hoy. Después de reservar una mesa por el día de la madre para 8 adultos y un niño más carro , y que a mí padre le de un ataque esta mañana y se tenga que ir al hospital, llamo para decirle a la dueña que vamos a ir solo mi marido y los niños porque mi padre ha enfermado y a los cinco minutos me llama llamándome la atención, que eso se avisa antes. Cuando llegamos va mi marido a explicarle lo que ha pasado y le gira la cara. Para la próxima avisaré a mi padre que enferme más temprano para que esta señora no pierda mesas, ya que eso es lo que importa. Encima los principales que habíamos pedido vaya por Dios solo nos traen uno y un arroz , cuando habíamos pedido dos canelones , en vez de venir pidiendo disculpas porque solo quedaba un canelón vienen diciendo que no queda otra que o arroz o fideuá, y la dueña igual de estúpida con nuestra reacción. Las tapas hoy escasísimas, ya no sé si es que son así o por el rebote de la dueña, pero nos quedado de piedra. No volveremos. Y es una pena, porque hemos ido mucho. Pero el trato de hoy...

Un local bastante grande, desde fuera, no lo parece, con una decoración que en principio, no llama demasiado la atención y que no es mucho de mi agrado. Sin embargo, fui a comer allí, acompañado de vari@s amig@s que ya lo conocían y me sorprendió para bien su menú de comida casera, variedad y buen tamaño en las raciones. Por unos 11€, si no te sales del menú, se come de maravilla. Yo en concreto comí arroz a banda y estaba muy rico. Servicio amable, aunque he de decir que íbamos un grupo de personas ciegas y con diversidad visual y como es ya de esperar, no sabían como tratarnos, ya que nos trajeron en platitos, mezclados las uní dosis con aceite y vinagre ( x poner un único ejemplo) y hubo un par de compañeros que “ mordieron el anzuelo”. En cuanto a accesibilidad se refiere, la entrada sin escalones y como en la mayoría de lugares, poca o nula señalización o distinción para encontrar los WC., aunque tengo que decir, que pedí ayuda y me la dieron. Parece un buen lugar para...

Comida muy buena de bar con algún plato ya de restaurante. El servicio es muy bueno y simpático. Los precios son bastante acordes a lo que te ponen en el plato. Por cierto, uno de los pocos sitios que tienen papas fritas caseras, muy ricas. También en su extensa (muy extensa) carta tienen algunos platos difíciles de ver en otros sitios, como por ejemplo las mollejas de ternera entre otros. Por poner un pero? La excesiva cantidad de gente que hay siempre (es que se merecen el éxito que tienen el Sr. Toni y su mujer) y hace que no puedas estar tranquilo. Eso sí, otra cosa buena que tienen es que tanto la terraza como el bar son enormes, y cuando digo enorme, es enorme. Es casi imposible que te digan que no hay mesa disponible. Otra cosa, para los que no son del barrio y se acerquen en coche, mucho cuidado, aparcar en la zona es muy complicado, salvo que vayas al parking que hay...