Hay lugares que no necesitan levantar la voz para hacerse oír. Restaurante CIRO es uno de ellos. Alejado del bullicio publicitario, propone una cocina que no necesita disfraz: mediterránea, directa y con una personalidad que se cuela en cada plato. Por 80 euros por persona, ofrece una experiencia que, sin pretensiones, apuesta por la coherencia y la honestidad. La sala, con su mural/pizarra repleto de frases ocurrentes, está pensada para el disfrute sin formalismos, resultando agradable y luminosa. Aunque puede perder parte de su encanto si coincide una celebración cercana. En nuestra visita, el ruido de una mesa grande rompió puntualmente la atmósfera que la cocina se esfuerza en construir. Aun así, el servicio supo mantener el equilibrio sin desbordes, cosa que agradezco infinitamente. En lo gastronómico, CIRO encuentra el punto justo entre lo reconocible y lo inesperado. Los canutillos de maíz con guacamole sorprenden por sus texturas. El pepito de titaina, firme y sin nostalgia impostada, junto a unas alcachofas con huevo que invitan a detenerse, conecta con la raíz local. En la parte marina, el salmón marinado con caviar y cítricos, marca una línea de cocina reflexiva sin necesidad de aspavientos. La carrillera de raya al pil-pil plantea una combinación tan arriesgada como resuelta, y la merluza al hervido valenciano con mojama, jugosa y afinada, no busca brillar, pero lo consigue. La paletilla de conejo glaseada al ajillo, cerró la parte salada con una interpretación sobria y bien afinada de un clásico popular muy mediterráneo. De postre, el chocolate en texturas remata sin sobresaltos, en un tono amable que deja buen recuerdo. La carta de vinos, breve pero pensada, encaja sin fisuras. El blanco Cullerot, de Bodegas Celler del Roure aporta frescura. Y el Tantum Ergo Rosé de Bodegas Hispano Suizas, un toque de excelencia sin excesos. El cremaet, muy tradicional, rico y bien ejecutado. Déjese aconsejar: el equipo sabe lo que hace y lo transmite con naturalidad. CIRO no necesita deslumbrar, pero deja huella. Y eso, en un mercado lleno de pretensiones, vale más que...
Read more3th visit. I feel disappointed for the food today. The starter was above the average but the last one of the dishes with mushrooms was bed, the mushrooms was too dry and the flavor combinations was a weird. The worst thing was the main dishes. First, the beef was really hard and not juicy, the flavor is just ok. However, Merluza was a disaster. The fish test very plain and it has a flavor which I don’t like. Besides, the source and tomato was too sour and potatoes was too hard, all of these combinations makes this dish very hard to taste. I really hope you guys can improve it.
2th vist. I hope they can make this kind of menu again. The recent one is so so, but before it...
Read moreTres tipos de menús cerrados. 17, 22 y 28 euros son los precios. Los tres menús incluyen variedad de entrantes, a más dinero más entrantes. De platos principales los 2 primeros menús incluyen en la elección dos tipos de arroces, una carne o un pescado. El menú más caro sólo da la opción de carne o pescado (supongo que será porque estarás muy lleno para comerte un arroz, si no, no tiene explicacion) y los tres menús rematan con un variado de postres, tres concretamente. Ahora mi experiencia. Abusan del cebollino, mucho cebollino en todos los platos, en el postre no lo pusieron porque ya sería exagerado. El trato de los camareros excelente, preocupados en todo momento de la mesa. Los entrantes que probamos nosotros, una vez apartado el cebollino, estaban excelentes, mención al allioli con azafrán que acompaña a la croqueta de bacalao. En cambio los principales pasaron sin saludar, el arroz en su punto, eso sí, los langostinos me daban la sensación que eran pequeños no, pezqueñines, la sepia era de aprovechamiento del guiso de sepia que hacen de entrante. Pero bueno, a pesar de eso, no faltaba el cebollino. Los postre o degustación de postres estaban, según gustos bien, un omnipresente chocolate, una "crema catalana" según yo y mi mecanismo eran unas natillas, y el que me pareció más acertado, un postre frío de piña colada. Total 3 menús de 17, más bebidas aparte, más cafés aparte, MÁS 3 raciones de pan que te ponen sin pedirlo.... haced cuentas a cuanto sale de caro el...
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