Se trata de un jardín no excesivamente grande en extensión, ubicado en una calle peatonal a espaldas del jardín botánico que fue creado y abierto en el año 2000. Al jardín se accede a través de una gran puerta de acero en la que hay escrito un fragmento literario sobre el mito de las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides. Es un jardín dividido en dos partes. En su parte trasera hay varias filas de árboles frutales con más de 50 variedades distintas de cítricos. Hay, también, una zona con pérgolas que dan sombraje en la que hay una gran cantidad de plantas y arbustos trepadores, hiedras, clemátides o buganvillas, con bancos donde sentarse a descansar o leer tranquilamente un libro. Su parte delantera es una zona abierta con cipreses y arbustos en la que destaca un gran sauce llorón. Entre los cipreses hay tres estatuas que hacen referencia a la mitología griega y que dan el nombre a estos jardines. Son tres estatuas en bronce realizadas por el escultor húngaro Miklos Palfy. Una escultura de Hércules con una manzana de oro en la mano, una escultura de Dafne metamorfeándose en árbol. Dafne era una ninfa de los árboles, que tras ser perseguida por el dios Apolo con intenciones amorosas le pide a su padre que la convierta en laurel. La última escultura se encuentra en un pequeño estanque situado en un rincón del jardín. Es Afrodita, diosa de la fertilidad, el amor y la belleza. El nombre de este jardín, Hespérides, proviene de la mitología griega. Hércules era un semidios hijo de Alcmena, una mujer mortal, y de Zeus, el padre de todos los dioses. Sin embargo, la diosa Hera, esposa de Zeus, odiaba intensamente a Hércules, así que le provocó un ataque de locura que impulsó a Hércules a matar a su esposa y sus hijos. Tras esto, la sibila del oráculo de Delfos le impuso como penitencia ponerse al servicio del rey Euristeo, y éste le obligó a realizar doce trabajos monumentales, que eran imposibles para cualquier ser mortal. El undécimo trabajo de Hércules fue robar las manzanas de oro que las ninfas guardaban en el Jardín de las Hespérides. Una vez que localizó el lugar en el que se hallaba el jardín, Hércules se dirigió a hablar con el titán Atlas. Atlas estaba castigado eternamente a sujetar la bóveda celeste con sus propias manos. Hércules le convenció para que se apoderara de las manzanas prometiéndole que sostendría los cielos por él. Sin embargo, cuando Atlas regresó con las manzanas se negó a volver a sujetar los cielos, pero Hércules le engañó pidiéndole que aguantara la bóveda celeste tan solo un momento mientras él se ponía su por encima. Al hacer esto Hércules cogió las manzanas y se marchó de allí dejando al titán Atlas sosteniendo de nuevo el cielo. De esta forma, Hércules consiguió terminar este undécimo trabajo. La entrada al jardín es libre y gratuita, aunque a ciertas horas se encuentra cerrado ya que hay una única puerta de acceso al mismo. Un jardín curioso, bonito y muy tranquilo ideal para desconectar , descansar y relajarse con una...
Read moreWhat a beautiful hidden gem. My mum and I stumbled upon it quite by accident as the botanical gardens were closed, and it was such a treat. It's small so you don't need much time to explore it, but it's an incredibly atmospheric and beautiful place to sit and read, or just rest in wonderful surroundings. If I lived nearby this would be my go to...
Read moreI don’t know the significance of the garden so my comment might not be fair. Compared to others it’s ok and a little disheveled but it’s a pleasant place to hang out of take photos. It’s unfortunately sandwiched between a future building site and an alley, that in the dark would be undesirable...
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