Decepcionante es la palabra que describe nuestra experiencia, desde las 14:30 hasta las 15:15 esperando que alguien se acerque a preguntar si queremos tomar algo, después de varias intentonas e incluso levantarnos a pedirle cosas al camarero, el cual con un aire de superioridad nos dice que el esta todo el rato aquí en nuestra mesa… le explicamos que ni si quiera a tenido la decencia de traernos la carta, pero no contento con su respuesta, incluyendo gestos y resoplidos, nos dice que aquí venimos a comer y relajarnos, cuando casi después de una hora no tenemos carta, ni hemos pedido comida, luego dice que van por cola… ósea atienden a quien llega mas tarde antes que al resto, todo muy lógico… la carta de vinos la pedimos 3 veces, la trajo otro compañeros distinto a nuestro “camarero simpatico y atento”, (que también después de servir una botella, se termina y no dice chicos se ha terminado, vamos bien así, ponemos otra? Nada. Se ve que la comunicación no es lo suyo). La carta de la comida jamás llegó, lo miramos en el mvl y pedimos por el hambre que teníamos, casi cerca de las 16 horas y sin comida en mesa, nos traen pan que obviamente luego cobran. La comida ok, pero llegamos al postre y las torrijas, son un trozo de pan seco con helado, algunas estaban ok, pero había una que especialmente estaba muy seca, se lo decimos al camarero y tan pancho le dice que si le trae otra le cobra las dos… somos clientes asiduos en el mareny, no sabia que yendo a valencia la experiencia iba a ser así… vas creyendo que es una apuesta segura, pero te encuentras todo lo contrario y quitando esto, que puede ser que están saturados, que tengan mucho lio ese día etc etc. Lo peor sin duda el servicio, lo mas importante es la humildad y saber pedir disculpas, no vacilar a los clientes, darles consejitos…sino te gusta trabajar con el publico, búscate otro...
Read moreAunque algo escondido, me alegro de haberlo descubierto y, con las mismas, aprovecho para recomendarlo sin reservas porque es... Sencillamente, excelente. No puedo encontrarle un "pero" porque no me defraudó en ninguno de sus platos, en ninguno de sus detalles del local, en ningún gesto de su personal.
Es un restaurante COMPLETO en todos los sentidos y, si de sentidos hablamos, el del gusto lo vas a ejercitar de maravilla entre las cuatro paredes de su amplio y moderno salón. De líneas muy sencillas, para que te fijes sólo en lo importante: ¡en disfrutar comiendo!
Comencé, con un tartar de atún que estaba delicioso, de textura espectacular y muy equilibrado que abrió camino a un pulpo a la brasa -suuuper tierno y jugoso- al que "sentencié a muerte" nada más que lo vi.
El plato fuerte fue, sin duda alguna, el arroz caldoso de bogavante que encargué y que, en su primer bocado, ya me hizo detener mi mundo ajetreado para exigirme una pausa... La ocasión lo merece: a disfrutar, me dije. Sabor, más sabor y punto perfecto del arroz. Sólo me atreví a pedir un vino verdejo para no estropear este momento Zen.
Aunque hubiera finalizado ahí, no quise marchar sin probar algo de carne y me decidí por un lomo alto de vaca madurada que aún queda en mi memoria... Qué bueno!!
Después de esta completa experiencia, sólo podía entrar un postre. Difícil, todos me gustaban pero solo dos se posaron en mi mesa (eso sí, por poco tiempo... Ambos tuvieron un final con muerte súbita): helado de turrón por una parte y coulant de chocolate por otra.
¿Que más se puede pedir?. Pues más que pedir, sólo puedo dar las gracias a quien me atendió con tanta amabilidad y profesionalidad.
Muy recomendable,...
Read moreDecepción. El servicio no está a la altura del restaurante. Tiene mucha prisa por irse a su casa. Cocina de mercado de calidad y correcta, aunque sin mucha elaboración (pedimos calamar plancha, buñuelos de bacalao, tartar de atún, alcachofas plancha, clóchina al vapor y entrecotte plancha, todo a compartir). Nos retiraron los platos de entrantes sin haber terminado la comida y sin preguntar . A las 23:45 h de un viernes, con los postres sin acabar, y con botella de buen vino recién abierta, el camarero nos lanza con estruendo una caja de madera sobre la mesa, con la cuenta que nadie le había pedido, con el comentario de “la cuenta”. Acto seguido, se pone a recoger la mesa con los 7 comensales sentados (a 43 € por persona), y sin que nadie le pregunte, nos dice “cerramos en 5 min”. Sigue recogiendo, y cuando vuelve, nos vuelve a decir que “el restaurante está cerrado “. Le transmitimos nuestro malestar al camarero , y le hacemos saber que nunca hasta hoy nos habían hecho sentir tan incómodos en un restaurante. El camarero, lejos de disculparse, se enfrenta a los clientes , y con malos modos, nos transmite que le es indiferente que escribamos reseña negativa del restaurante, y hasta nos dice su nombre y apellido con aire chulesco. Sirva esta reseña como pésame al dueño de este restaurante, vacío, por cierto, un viernes noche 19 de abril y en Valencia y en un barrio de ambiente nocturno (Dos mesas ocupadas, una de ellas la nuestra). Por nosotros, y todas las personas a quien les hubiéramos podido recomendar, lo puede...
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