En Lume de Carozo te sientes como en casa gracias a su ambiente agradable, al cariño con el que tratan a su clientela, al buen hacer y a la sabiduría en lo que a su oferta gastronómica y a su exquisita bodega se refiere. La estética del local es enxebre, acogedora y especial. Perfecta armonía entre la estética gallega y el rollo cañero que aporta un extraordinario equipo humano. En otras palabras: un lugar del que no querrás irte.
Hemos tenido la suerte de acudir en viernes, día de la semana en el que ofrecen la posibilidad de un menú maridaje. La mezcla de sabores en su cocina fusión gallego-mexicana, no deja indiferente. Soy una persona vinculada a México y doy fe de que sus platos llevan su más auténtica esencia. En la carta pone que tienen "guacamole del de verdad"... QUE NO OS QUEPA DUDA DE ELLO, menuda delicia.
Como dato, soy celíaca y os diré que adaptan todos los platos que pueden y que tienen un pan sin gluten muy rico. No en todos los sitios sucede esto, lo cual se agradece un montonazo. En Lume todo el mundo es bienvenido y eso mola.
Somos mucho de hacer caso a los que saben, de dejarnos recomendar. En Lume nos dejamos recomendar e hicimos lo correcto. Nos trajeron cuatro exquisitos platos: nachos con guacamole, tacos de atún rojo, bocadillo de pollo Mr.Corn y las carrilleras (además de un aperitivo buenísimo, cortesía de la casa). Con el postre no pudimos porque salimos llenísimos, como capitanes generales... Pero, por lo que pudimos ver, los postres tenían una pinta increíble.
Juanjo se ocupó de prepararnos unos maridajes perfectos con una selección de maravillosos vinos. Él nos contó la historia de cada uno de ellos, lo cual te hace valorarlos y disfrutarlos todavía más. Cada botella que nos trajo era una joya... Y cada maridaje una grata y chispeante experiencia.
Os recomiendo comer sin cortaros (estáis en el sitio ideal para hacerlo y, además, muy pero que muy bien)... En especial si os apetece disfrutar del menú maridaje. Y ya fijo si sois de poneros piripis con facilidad, al igual que servidora.
Cierro esta reseña dejando constancia de nuestras ganas de volver. Muchas gracias por todo, chicos. Sois de lo bueno, lo mejor. Bendito amor que le ponéis a todo lo que hacéis.
Os...
Read moreGrupo de 38 con reserva La comida era para repartir entre 4 come sales ...como fueron varios platos de fusión gallega mexicana interesante Lo único q pedíamos es tener un plato para cada uno en el postre y una cuchara para cada uno! Les recuerdo q Cod y otras enfermedades .. q se transmiten por el hecho de meter todos la cuchara en el mismo tazón y comer directamente ... Sólo pedimos eso ... Un plato de postre donde poder ir repartiendo los postres Nos recogen todos los platos y cubiertos Llegó el postre y nos van colocando bandejas de 3 postres ... Con cucharillas para repartir ..en la bandeja dos tartas y una copa con flanes . La equivocación fue q pensamos q sacarían como la cómida y los de la esquina esperaron su tabla . Nos esplocam q no q eran todas las tablas para todos y cada uno teníamos q pasarnos la tabla e ir comiendo un Pokito ... Sin platos individuales de postre ( porque no tenían 38 platos ) Incleible pero cierto ...nos pidieron q comiéramos así el postre osea q comíamos comían las babas de todas las cucharas anteriores incluidas los postres de los tarros de cristal .. Increíble pero cierto ... Porque teníamos q entender q no tenían 38 platos de postre ..asiq a pasar las 8 taplas con 3 postres entre los 38 comensales ... Éramos nosotros los q No supimos entender cómo se comía ese postre Para q probaremos todos ... Increíble la...
Read moreToda una experiencia.
Llegamos a la hora convenida y estuvimos sentados 45 minutazos esperando a que nos sirvieran los entrantes.
Pero después de esa tensa espera, se vino un alarde de creatividad sin igual: la ensalada, aunque escasa y todo cogollos de lechuga con escaso aderezo, incluía una ventresca de atún consistente en una lata desmenuzada. Bravo.
Pero aún estaba por venir la traca final; los entrecot que habían servido a la cena anterior de una sola pieza, fueron servidos en la nuestra ya cortados (un detallazo), con todos los indicios de haber en cada plato trozos de diferentes piezas de carne: trozos más pasados que otros, o algunos que directamente eran todo grasa. Las patatas una de cada padre y en algunos casos invisibles.
Como bonus track, sirvieron unos “postres variados” y aquí sí que tengo una sugerencia en cuanto al nombre, creo que deberían llamarse “postres aleatorios” ya que si no tienen lo que prometen, se inventan algo como media fresa y 2 rodajas de piña.
Por entonces el público ya estaba entregado ante tal despliegue, pero aún quedaba la guinda al informarnos de que, tras el espectáculo ofrecido, los cafés no están incluidos en el precio. En ese momento algún comensal ya se había caído de la silla.
El precio finalmente fueron 34€, aunque personalmente habría aseverado que su precio...
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