Fui por primera vez ya que me lo habían recomendado como los mejores helados.

Lo bueno: probé cuatro sabores, de los cuales tres me gustaron (chocolate como el mejor junto con maracuya-mango y vainilla que sabía más a crema americana), el otro no tanto que era de nuez, chocolate blanco y no recuerdo que más.

Lo malo: el sitio es pequeño, estaba abarrotado y no había un control de quién seguía en la fila. Cuando por fin fue mi turno, las chicas que estaban en la barra me ignoraban a mi o mi hijo constantemente a las preguntas sobre los sabores o a la solicitud de probarlos, en un punto les pregunte si la mala atención era parte del precio. En fin, me sirvieron d mala gana y me dejaron sin ganas de volver.

Conclusión: De los sabores que llegue a probar solo el de chocolate era notablemente bueno, discrepo ampliamente que sea la mejor heladería de Santiago, pero podría volver siempre y cuando sepa que han mejorado tal nefasta atención.