Este parque se construyó en la ciudad de Bogotá, en el año 1883 y se hizo la inauguración oficial el 6 de agosto de 1934. En su época el presidente del país Enrique Olaya Herrera asistió y fue su más grande expositor y promotor, de allí su nombre completo como honor y mención. Su herencia y cultura es muy extensa y hoy en día hace parte de uno de los lugares más representativos y tradicionales de la ciudad. En 1995 se restauró el parque y se recuperaron los monumentos, canchas deportivas, naturaleza, fuentes y se implementaron dos relieves de Colombia, posteriormente en el año 2000 se recuperó la alameda sobre la Carrera Séptima (una de las principales vías de la capital) y se diseñó el monumento de Enrique Grau quien fue un pintor colombiano, conocido por sus retratos de figuras amerindias y afrocolombianas Esta ubicado a una altura comprendida entre los 2.600 y 3.150 metros sobre el nivel del mar, situado entre las calles 36 y 39 con carrera Séptima y quinta, cuenta con 283 hectáreas de extensión, tiene en sus terrenos pistas de hockey, patinaje, y espacios para prácticas de fútbol, baloncesto, voleibol, un teatro y un parque infantil. Encontramos también un monumento en honor a Rafael Uribe Uribe, quien fue un abogado, periodista, y militar colombiano que murió asesinado en las afueras del Capitolio Nacional, y su monumento fue elaborado en 1940. En el parque encontramos la torre del reloj suizo, donado por la comunidad suiza en el año 1938, que funciona y se mantiene intacto desde entonces. Este lugar es destacado por defender su gran biodiversidad en flora y fauna, y es considerado como el pulmón de Bogotá denominado también como museo abierto, que ha traído cultura, entretenimiento, turismo, diversidad y comercio enamorando y cautivando a quien lo visita desde hace 136 años con la esperanza de su progreso, conocimiento y apoyo a la cultura tradicional en la capital colombiana.