Caminar por las calles de Gion a las 2 de la mañana fue, sin exagerar, uno de los momentos más mágicos y reveladores de mi vida. Después de un día lleno de emociones en Kioto, decidí salir solo, sin rumbo fijo, y me encontré recorriendo Hanamikoji Street bajo una lluvia suave, casi imperceptible, que mojaba las calles de piedra y les daba ese brillo tenue que solo la noche y el agua saben crear. No había nadie. Todo estaba en silencio. Solo los faroles tradicionales iluminaban las fachadas de madera de las ochaya (casas de té), proyectando sombras suaves que bailaban con el viento.
Fue como si Gion me estuviera esperando solo a mí. Sin multitudes, sin ruido, sin prisas. Caminé despacio, respirando hondo, sintiendo la humedad del aire y escuchando el sonido de mis propios pasos. Iba grabando, sí, pero más que capturar la imagen, era como si quisiera grabar en mi alma ese instante de calma, de belleza pura, de armonía.
En ese paseo no solo descubrí el lado más íntimo de Gion, también me encontré a mí mismo. Me sentía en paz, aliviado, como si el peso de todo lo que había quedado atrás se disolviera con cada paso. Por primera vez en mucho tiempo, no pensaba en el pasado ni en el futuro. Solo estaba ahí, completamente presente, solo con la ciudad, con la lluvia y conmigo. Sentí que, por unos minutos, el mundo se había detenido y Kioto me había abrazado con una ternura silenciosa y antigua.
Fue un momento que no se puede reproducir ni explicar del todo. Una mezcla de nostalgia, gratitud y claridad. Como si las calles mismas me susurraran algo que no se dice con palabras. Gion, de madrugada, no es solo un lugar hermoso —es un espejo del alma. Y esa noche, bajo la lluvia, caminando entre faroles y madera vieja, me vi reflejado con una claridad que...
Read moreGion, Kyoto One of the two main and “must-visit” districts in Gion, Higashimaya being the other, made famous by the geisha legend. But don't expect to spot one or more on the way to work in an upmarket teahouse or restaurant. There aren't any except for locals and visitors in colorful traditional costumes that are cool enough.
It’s quite hard to visualize and feel the vibes of ancient Kyoto because of the crowds, but this is still Gion, the cultural and historical heart of Kyoto. An...
Read moreAlong the street, you’ll find cozy cafés, artisanal shops, hidden alleyways, and the occasional tea-house—all maintaining the quiet dignity of Gion’s “back lane” character. It’s a peaceful place to admire these wooden buildings and immerse yourself in the city’s calmer, more...
Read more