Enero 2021. Reseña del Bar Roma, la remake: ** (2 estrellas) Ya no sos mi Margarita, ahora te llaman Margot. Quedó muy lindo el local, aplausos para el equipo de arquitectos y los nuevos dueños. Ahora, del espíritu de aquel bar Roma quedó poco y nada. Lo siento. Sabía que podía encontrar seguidores de tendencias en las mesas. Ese miércoles a las 19,30 -horario vermutero si los hay- estaba lleno hasta la manija. ¡Y está muy bien! Mucho me alegro. Seguramente ese público no se fue defraudado como yo, porque es muy probable que no hayan conocido al bar Roma original y, de ser así, tal vez nunca hubieran entrado. No era para todos ni para todas. Yo, que lo conocí en el 2017 y me enamoró, con todos sus contrastes, volví, no sé, por la mística digámosle. Es el Abasto, papá. Esperaba el sándwich de matambre, o el de jamón crudo o la milanesa servidos por el dueño del boliche con humor dispar. En cambio, encontré una pizzería pasteurizada, bien afín a estos tiempos, que sirve vermú con soda (de sifón, con detalle de estampado del logo del local). El comensal que entiende el chiste acompaña el aperitivo con un triolet, que sale sin maní ni papas fritas pero sí con lupines, que quedarán simpaticones en la foto pero ni en 1950 fueron ricos. El vermouth rosso me resultó demasiado dulce. Para el caso, prefiero el Cinzano. Por el contrario, los precios son salados. Un punto a favor por el vaso de agua filtrada helada que te sirven cuando te reciben, de las pocas gentilezas de la casa. Puede no caer simpática mi reseña. Lo entiendo. Pero un poco me rompió el corazón haber vuelto y no encontrar nada de lo que fue el bar Roma que conocí. Tal vez si le hubieran cambiado el nombre. Tal vez si el menú tuviera sándwiches de matambre, de jamón crudo, de milanesas. Tal vez si los parroquianos se juntasen a jugar a las cartas a la tardecita. Tal vez si los precios fuesen menos elitistas. Tal vez si fuera más auténtico o tuviera más alma. Tal vez...
Reseña del Bar Roma, el original: * (5 estrellas) El mejor sandwich de matambre casero, así no más, sin aderezos ni piripicús. Chegusan y birra y escuchar alguna de las charlas que los parroquianos acostumbran a la tardecita. Nada de escenografía. Y si algún desprevenido pregunta cómo es un auténtico bar llevalo al bar Roma,...
Read moreWe were in Buenos Aires for the first time in April. I would like to have the Bar Roma, which we went to three times when we lived in Palermo, just around the corner in Berlin. I would only eat the delicious empanadas. If you think they're too expensive, you should go somewhere else and eat the dry stuff for the half price. La Fuerza Vermouth is also fantastic. Ambience and the cool service also contribute to making you feel so welcome in this city. I recommended ROMA/AMOR to a friend who is currently visiting Buenos Aires. Then I realized that I had forgotten to write a review. Thank you, even if it's a little late!...
Read moreBar Roma del Abasto, donde se mezclan la pizza, el vermú y el tango desde 1927.
Balvanera es uno de los barrios más populosos de la Ciudad de Buenos Aires, pero tiene una particularidad frente al resto: se lo conoce más por sus "sub-barrios" que por el barrio en sí. Once, Congreso y Abasto son algunos de ellos.
A sólo 3 cuadras del shopping, otrora Mercado del Abasto, desde 1927 la esquina de Anchorena y San Luis alberga uno de los bares con más historia de la Ciudad. Fue un almacén-bar, que con la llegada de los asturianos Jesús Llamedo y Laurino Pruneda en 1952 se convirtió en un "boliche" con despacho de bebidas. Hasta 2019 estuvieron a cargo del bar, casi 70 años de servicio a la comunidad.
Julián Díaz y Martín Auzmendi, dos jóvenes prominentes y entusiastas, tomaron el desafío de recuperar Roma, bar notable desde 2014. Mantuvieron la estructura tradicional pero le dieron su propio estilo. Sus cientos de botellas antiguas, sus hermosos ventanales y un brillante cuadro del General Don José de San Martín, conviven con modernas estructuras como un nuevo horno de barro pizzero y una "barra vermutera". Los asturianos vendieron Roma sólo con la condición de que se respetara la tradición del bar. A cambio, tienen "su mesa" reservada, intocable.
A los ya clásicos sandwiches que el bar ofrecía (el mejor, lejos, es el tostado de jamón y queso) le sumaron entre otras cosas, una gran variedad de pizzas gourmet al molde, todo acompañado del vermut "La Fuerza", producido en Mendoza de manera artesanal.
Un lugar excepcional que todos deben conocer en el corazón de la Ciudad, donde se entremezclan la pasión de la pizza y el vermut en el barrio del Abasto donde grandes tangueros como Carlos Gardel llenaron sus calles de alegría y emoción.
Fragmento del gran libro "Pulperías y...
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