En los confines de la vastedad gastronómica, se yergue un recinto donde el apetito encuentra redención y el espíritu, sosiego. Allí, la abundancia se manifiesta en forma de un buffet de ensaladas sin fronteras, pródigo en variedad y frescura, preludio de banquetes que desafían la mesura y la lógica. Los comensales hallarán en estas mesas platos colmados, de una opulencia tal que el límite entre el deseo y la saciedad se vuelve difuso.
Existe la alternativa de un banquete completo, donde la secuencia de los manjares —entrada, plato principal, bebida y postre— se ofrece por la módica suma de $20.000, cifra que palidece ante la generosidad del convite. En nuestra experiencia, la elección recayó en un festín para dos, gestionado a través de Morfy, cuyo diseño contemplaba un inicio a elección entre provoleta humeante o dos empanadas doradas, y culminaba con un panqueque coronado por dulce de leche, gloria dulce y crepuscular. No se incluían, claro está, las libaciones ni el servicio de mesa, tributos que se abonan aparte.
Como gesto inaugural, nos obsequiaron una panera pródiga, donde el pan de pizza reinaba con aroma a levadura y brasas, presagio de lo que estaba por venir. Visitamos el lugar durante la noche, hallando un salón animado pero sin estrépito: había comensales en varias mesas, aunque la serenidad era la norma y no existía barullo de fondo, lo que permitía que la conversación fluyera con calma, sin interferencias.
Mas nada —absolutamente nada— eclipsa el mito que allí se encarna: el flan colosal, un titán de la repostería que, con más de seis kilos de peso, se erige como el flan más grande de la República Argentina, quizá del mismísimo universo. De esa criatura monumental se desprenden porciones desmesuradas, fragmentos generosos que rozan lo sublime, capaces de colmar incluso el apetito más insaciable. Este flan no es solo un postre: es una declaración de principios, una epifanía azucarada, el alfa y el omega de todo festín.
Visitar este lugar no es meramente ir a cenar: es asistir a una ceremonia, a un rito de excesos y sutilezas, donde el tiempo se dilata y el paladar se rinde ante la magnificencia de un monstruo de crema,...
Read moreExcellent meat and very good service. I went there on a Saturday and there was a queue; however the restaurant is huge and there's always rotation. The water asked me to wait 20 minutes for a table and in just 10 minutes he found me a table. The portions are huge! We were to and asked for a Lomo Bife, we ate a lot and still had to ask for a doggie bag to take the leftoveres home; So, if you are a group of 3 or even 4 it's enough for you! You only pay 30$ARS for service which includes bread, sauces and free access to salads buffet, awesome! I highly recommend this restaurant for good and not so expensive...
Read moreFuimos muchos con reserva previa. El lugar plantea una propuesta súper interesante! Pagando un precio fijo por persona que en estos momentos asciende a la suma de $10.200 accedés a un aperitivo de entrada (que a mi particularmente no me sirvieron ahora que lo pienso), buffet libre de ensaladas, guarniciones, verduras y legumbres crudas, cocidas, combinaciones armadas originales; luego podés elegir un plato principal a elección (entre varias opciones que podrán chusmear en las fotos adjuntas de la carta); finalmente podés elegir por un postre a elección e incluye también una bebida a elección (línea Coca-Cola). De cortesía brindan una panera no muy fresca con queso crema y ciboulette y unas mini porciones de fugazzetta (tampoco muy frescas). Yo particularmente me levanté dos veces a servirme distintas ensaladas y todo estaba muy rico y fresco. Como plato principal elegimos los "Ravioli di Espinaca y Pollo con Salsa Goulash" con trocitos de ternera al pomodoro suavizado a la crema y la "Suprema Suiza con Papas Noisette". Los ravioles ricos, cumplidores, caseritos, la salsa rica, no era goulash goulash pero estaba muy muy bien! y la suprema de muy buen tamaño, muy sabrosa, no escatimaba en queso. La verdad muy bien todo, muy abundante. Finalmente de postre optamos por el "Flan de Vainilla" pero en lugar de pedirlo con mousse de dulce de leche como figuraba en la carta, elegimos la opción de mixto; y unas "Frutillas al gusto", eligiéndolas con crema. El flan estaba buenísimo! la crema estaba rica pero no me mató. Como estábamos de cumple, nos acercaron una porción de torta con una velita, un gran detalle. La verdad el lugar está muy bien, excelente relación precio-calidad, muy buena atención y sobre todo gran opción para salir a comer rico y llenarse. Lo recomiendo y sin...
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