IL Giardino Romagnoli.
Recepción no hay, son los mozos quienes te reciben en la entrada, sería bueno que tuviesen un recepcionista que te muestre el lugar (mesas disponibles) más allá de las ganas que expresan los dos mozos que hay atendiendo.
Lugar: esta bien iluminado, sin llegar a alterar el ambiente de cenar a luz cálida y con lámparas de buena calidad y buen gusto. El mobiliario (mesas, sillas, mantelería) también es de buena calidad a vista y de estilo clásico, si miras un poco a detalle les falta un poco de mantención pero si no te centras en observación con detalle esos baches pasan desapercibidos.
Limpieza: el lugar es limpio, no hay olores a comida en el salón ya que está bien separado de la cocina. No usé los baños así que no puedo indicar su estado; usé el alcohol en gel que había en la mesa.
Atención: es muy entusiasta, ambos mozos expresan bastantes ganas de acercarse y hablar, a veces bastante más de lo que debieran en preguntas y temas a punto que si te gusta estar solo con quienes estés en la mesa te va a incomodar las ingerencias que a veces el mozo mayor tiene; pero no voy dejar de destacar que es preferible un mozo un poco cargoso que uno que no te atienda y en atención ambos mozos están buscando llegar a la mesa con prontitud; hay que decir que uno de los mozos se fue unos minutos a fumar un cigarrillo fuera y al volver el aroma a cigarrillo no era agradable; pero para contrarrestar la crítica expreso que fue muy amable en buscarme el ticket de estacionamiento desde el mismo lugar del vehículo y alcanzármelo lo cual es un gesto de ánimo de servicio por encima de todo.
Comida: Buena. No esperes algo extraordinario, se demoran un poco pero eso es porque la comanda se prepara en el momento, conviene ir pidiendo algo para abrir mientras te llega el plato elegido. La comida tiene buen sabor, de recetas tradicionales, no hay elecciones de cocina de autor que modifique el plato y las porciones son pequeñas: si sos de buen comer lo que pediste vas a tener que repetir, pero si pediste entrada y vas a finalizar con postre las porciones del plato principal es acorde a un menu de tres pasos. Si pides comida que lleve queso rayado vas a tener que solicitar que te traigan en cantidad suficiente ya que son muy modestos en tamaño los pocillos de queso que te acercan.
En cuanto bebidas: las gaseosas las llevan a la mesa en lata, no es muy fino en eso, también no las abren y te las tienes que servir vos. En cuanto a vinos, como todo restaurante Argentino, no tiene mucha amplitud de varietales y está, como es común en Buenos Aires, centrado en Malbec pues casi no hay Cabernet Sauvignon para quienes bebemos algo más que Malbec. Los vinos casi todos son de segmento medio, alternando alguna variedad en reserva, casi no hay gran reserva o gran corte ni vinos de alta gama tal vez uno y gracias. En cuanto a los precios de los vinos disponibles no están extremadamente costosos pero sí un poco sobre el precio que valen atendiendo al rango de calidad que son.
En general el lugar es bonito, a pesar de lo pequeño, se muestra limpio y decorado a buen gusto dentro de lo clásico y hay esfuerzo y entusiasmo en atender, por lo que digo que es agradable ir a cenar allí; si se esfuerzan en mejorar detalles, ampliar la carta de vinos y que sus mozos sean un poco menos entrometidos en la charla de la mesa sin afectar el servicio de atención subiría el nivel y lo recomendaría más; hoy digo que como restaurante es bueno: agradable al paso, limpio, la comida buena y dentro de lo habitual en los platos, con carta de vinos estrecha; destaco que sí es muy bueno en amplitud de horarios porque puedes llegar bastante tarde (00.30 hs.) y sin caras feas te atienden lo mismo con entusiasmo. Il Giardino Romagnoli es un restaurante bueno, tiene potencial para llegar a destacarse si se esfuerza en corregir los detalles que hoy por hoy lo desmerecen y si no se mantendrá en el nivel de servicio y calidad mediano destacable que hoy expresa sin llegar a la excelencia...
Read moreNo voy a comenzar con el hecho de que pagué casi 18 lucas por una hamburguesa que dista años luz de la descripción del menú y se asemeja más a la de una de cajita feliz de Mc Donalds, tampoco de lo alto de los precios porque claramente el local y la ubicación lo "justifican" (dejando de lado que la comida no me pareció nada espectacular), mi foco en esta reseña va a ir principalmente en la atención y en "Walter", el mesonero que nos atendió esa noche.
Se organizó una reunión por el cumpleaños de un amigo, hubo alrededor de 40 personas en el área reservada para nosotros, dejando de lado que el espacio era bastante reducido, la ambientación y decoración del local estaban bastante bien, todo fluyó correctamente hasta que nuestro querido "Walter" intentó aprovechar el volumen de personas que habían y el contexto de celebración.
Originalmente se le dijo a cada invitado que la consumición corrían por su cuenta, la idea era celebrar el cumpleaños, pero que cada quien pidiera lo que quisiera y pagara en función a lo consumido. Los invitados comenzamos a pedir, pero lo primero que hizo Walter antes de escuchar las órdenes fue decirle a cada invitado que la "especialidad del restaurante eran las carnes" y que dentro de unos minutos colocarían en la mesa diferentes cortes de carne y entrañas para compartir entre todos.
Hablé con la anfitriona y le consulté, me dijo que al llegar le dieron la opción pero que ella nunca lo confirmó, por lo que inmediatamente habló con Walter y logró cancelar lo que sería una orden inminente de comida que nadie pidió y cuyo gasto sería dificilísimo de controlar
Sentimos un claro intento de tomar ventaja de la situación porque "Walter" le comentaba a cada invitado, en solo "cuestión de minutos" la carne estaría en la mesa y era mejor esperarla en lugar de pedir algo por tu cuenta.
El segundo momento incómodo ocurrió al momento de pagar, la anfitriona usó su tarjeta para hacer un solo pago, nuestro amigo Walter fue feliz y campante por el posnet ya con el monto digitado y listo para pasar la tarjeta, pero había un detalle, la anfitriona había hecho una seña de $175.000 que aparentemente todos en el restaurante olvidaron y si no se lo comenta (teniendo que incluso mostrar el comprobante de la transferencia) pues directamente ni siquiera hacían el descuento de un pago que ya había hecho previamente.
Para cerrar, Walter aprovechó el momento y le dijo "bueno ya que estamos, carguemos el 10% del total de la cuenta a tu tarjeta para la propina", nos negamos y le indicamos que la propina se pagaría en efectivo.
Solo quiero dejar constancia que el servicio dejó muchísimo que desear, Walter si lees esto, lo que te dejamos de propina lo hicimos por un tema casi moral (sin dejar de lado que le indicaste a los otros meseros señalándonos que dejaríamos propina en efectivo y básicamente que tenían que "cobrarnos"), no fue un buen servicio, la anfitriona no sólo se sintió mal atendida, se sintió abrumada y prácticamente que tenía que invertir tiempo y energía en no dejarse cagar por ti o por cualquier artimaña utilizada para aprovechar el fervor de la celebración para sacar una tajada a favor.
He leído varias reviews del local, aparentemente la comida es buena (como ya dije al principio lo que yo comí fue bastante cualquier cosa), pero sólo quería tomarme el momento de redactar esta reseña tan larga porque siento que es necesario que se revise el personal, que se entienda que el cliente va a consumir y se quiere sentir tranquilo y bien atendido, no estar lidiando con personal que constantemente están buscando perjudicarlo...
Read moreReason for visit: Nearest italian restaurant to our hotel Emperador. Menu: usual range for an Italian. Food: we chose the salmon and calamari dishes. Both dishes nicely presented. Calamari was totally over cooked, not just seared but incinerated- literally burned. We sent it back. A better cooked piece arrived but much smaller (apology but no price reduction offered) Salmon was overcooked to our taste but edible Service : was fine, apologetic, the chef that night was the problem Price: 1890 pesos for some incinerated calamari as a starter? Extreme poor value. Salmon was nothing I couldn’t cook myself. Overpriced, poor value. Location: on the corner of 2 8 lane highways! So noisy sitting outside, lots of traffic fumes. Next door to a Shell gas station. Part of a building which is also a Jeep and Peugeot car dealership
If you like cars, traffic and over-priced overcooked seafood, this is the...
Read more