Mathilda. Resto bar. Casa de té — Restaurant in El Chaltén

Fuimos dos veces, la primera vez que fuimos a merendar, nos atendieron bien y el crumble con helado estaba riquísimo.

Ese mismo día reservamos para la cena de fin de año a las 20hs. Llegamos a las 20hs y estaba cerrado; adentro en el salón, no había nadie que se pudiera ver. Volvimos 20.15 y seguía cerrado, llamé y no atendieron. Lógicamente, empezamos a buscar otro lugar, en eso, veo en mi celular dos llamadas perdidas, con lo cual interpreto que eran de este lugar y que habían abierto. Volvemos a eso de las 20.35, vemos que hay poca gente dentro y entramos aunque el cartel en la puerta decía "cerrado" todavía. Nos dicen que habían esperado 20 minutos, nos llamaron y como no atendimos habíamos perdido la reserva. Nuestra cara de "en qué realidad alguien puede hilar los hechos de esta manera" solamente quedó opacada por la descortesía de no querer zanjar el malentendido. Nosotros explicamos esta situción insólita, que la reserva era en realidad a las 20hs, nosotros estábamos en la puerta y ellos cerrados, etc, todo lo anterior. No hubo ni una disculpa por parte de la moza. El orden de excusas fue "en realidad estábamos abiertos" / "estábamos adentro organizando las mesas" / "los llamamos" / "esperamos 20 minutos". Mientras se excusaba, ve que el cartel de la puerta decía "cerrado" y va a darlo vuelta, como si la realidad ya no supiera más qué hacer para acrecentar la descortesía.

Bueno, preguntamos si nos pueden acomodar, a todo esto, todavía no hay nadie en el lugar; nos da una mesa en un rincón cuando nosotros habíamos reservado una al lado de la ventana. Preguntamos si podíamos sentarnos en la que habíamos reservado al lado de la ventana y nos dice que no, que estaba reservada. Preguntamos si podíamos separar un poco la mesa de al lado nuestro porque estaba pegada, y nos dice que no, que ya estaba todo el espacio planeado. En eso, llegan dos chicas cuya reserva estaba en el medio del salón, piden cambiarse de mesa a una al lado de la ventana y se la dan. Luego llega una pareja que se sienta en la mesa de al lado nuestro, piden separar un poco la mesa y efectivamente la separan. Con lo cual debe haber habido una decisión de continuar faltándonos el respeto, o todo ese tiempo de planeamiento y organización que tuvieron no fue para nada fructífero.

Luego siguió el maltrato, nos sirvieron una de las peores y más escasas copas de vino que vi en mi vida; como otros usuarios mencionaron, no te dan ni una panera; terminamos de comer y empezó el juego de la espera, a ver cuánto tardaban en retirar y ofrecernos postre. Vimos por 40 minutos cómo atendían a las mesas de alrededor y no a la nuestra, con lo cual finalmente cedimos y pedimos la cuenta, a terminar fin de año en un lugar más feliz. Ni postre nos ofrecieron antes de confirmar que queríamos la cuenta.

A todo esto, era fin de año y había una "promoción" de dos copas de champagne con un postre, que escuchamos se lo ofrecían a otra mesa porque, como dije, a nosotros no nos ofrecieron nada. La descortesía de no tener el gesto de repartir copas de champagne para brindar en el salón a medianoche, increíble, pero en consonancia con el tamaño de la copa de vino.

Una pena, porque la merienda había sido muy rica y abundante. Después la cena de fin de año fue como ir a otro lugar por completo. Ni una disculpa nos ofrecieron, ni una atención. Por nuestra parte, cuando llegamos, pensamos que íbamos a aclarar el malentendido y listo, a otra cosa, pero nos encontramos con una pared...

Everything is excellent in this place. The waiters are super friendly. We’ve sat outside twice in the sun with the best cappuccino/latte I’ve had. If it is not sunny enough, upstairs they have couches in which you can relax while drinking something. We’ve also had dinner here twice. We took the beef milanese which came with delicious fries, chicken curry which was something else than pasta and pizza and the next day the burger with again the fries (cause they were so good) and ravioli. The ravioli had green dough and is filled with spinach though (no eggplant it seems). I forgot my cap the first night we ate here and returned the next day to ask for it. They made an enormous effort to find it and they did ! They checked the camera’s, asked the guy who found it the day before and brought it to...

Let me give an honest review. I came here for breakfast today. Had a combo with coffee, scrambled eggs and juice + the dolce de leche pancake. Coffee was alright but nowhere near a proper flat white. Scrambled eggs were nicely served but it was literally just tasteless scrambled eggs and two dried toasts. Juice was tiny and clearly from a concentrate. Finally, the pancake was just a bit meh - I had the same the day before at La Rojo next door and it was much much tastier (and cheaper)

All of this was 10000+ ARS - around £10, a price one could pay in central London for a similar meal. It simply wasn't worth it.

Service was ok and polite, perhaps a bit slow, but the place was almost full. Atmosphere is very nice, the place has good vibes. But it did feel like a bit...