Es un sitio nuevo de apenas 6 meses.
El concepto de vestimenta, musica y ambiente esta muy bien logrado, el aire japones te envuelve.
La ubicación esta magnifica y la zona espectacular para tener un sitio de ramen.
Entrada: Okonomiyaki, todos los sabores se sentían y el contraste de texturas y distintos aromas se combinaban muy bien, definitivamente como entrada te transporta a los sabores asiáticos, excelente entrada.
Los jugos estaban deliciosos y salen granizados
Ramen: Shio Ramen, muy sencillo, no tenia sabor a ramen sino mas bien a un caldo con pocos rasgos asiáticos, el huevo bien logrado, el cerdo muy simple.
Miso Ramen: muy parecido al Shio pero con un poco mas sabor a ramen aunque igual no estaba bien logrado.
Isekai Tan Tan: un sabor muy fuerte al picante pero la verdad no estaba tan picante, bastante sencillo pero con intención exotica.
Sake caliente para la digestion: estaba ok, no es el de mejor calidad pero cumplió.
Nos regalaron unos profiteroles que estaban MUY SABROSOS.
Los fideos son artesanales y los hacen ellos mismo, aunque no los sentí tan frescos, igual estaban ok, he probado fideos con mas consistencia, de hecho confiado pedí otra ración pero los probé solos y a mi gusto los sentí como un poco industrializados aunque ya me aclararon que son artesanales
La cantidad que se sirve es adecuada, respetan el volumen del caldo del ramen japones, por mas que seas una persona con apetito grande como yo, con uno solo quedas full.
En general los sabores eran muy sencillos, en especial el del caldo que es lo que le da la vida al ramen, el caldo no tenia la concentración ni la profundidad típica de un buen caldo de ramen, a mi parecer la forma en como se hace el caldo le falta mas cocción a fuego lento pars integrar los sabores realmente y mucha menos agua.
De todos los ramen que he comido, este es mi menos favorito, aunque tienen la base para mejorarlo y hacer un buen ramen.
Los precios son adecuados para la cantidad que te sirven, la ejecución en los sabores no esta alcanzada pero estoy seguro que con el paso del tiempo van a...
Read moreAhora que se avecinan días con climas más fríos, les recomiendo visitar este lugar, donde pueden encontrar calidez tanto en sus platos como en su atención (ambas cosas imprescindibles si pagamos por un servicio). En mi experiencia les recomiendo probar el Tonkotsu ramen, el cual consiste en un espeso caldo de huesos de cerdo (recomendable en estas fechas ya que te aporta la energía necesaria para continuar con tu día). El contraste de la parte grasa del caldo con el amargo del mayu (aceite de ajo rostizado) está bien balanceado, a mi me gustó. De igual manera el resto de toppings encuentro que van bastante bien en la preparación. Ahora si van algún día con un clima más templado, recomiendo como entrada el Chirashi, un plato que consiste en una base de arroz de sushi, con cortes de atún, de salmón, los pescados del día (depende del pescado que hayan comprado en el día, lo cual garantiza su frescura), tamagoyaki y camarones. Si me propongo hacer un desglose de ese plato, me contraria en el arroz y el tamagoyaki, ya que los pescados se sirven en crudo. El arroz es bastante rico, ya que se percibe cierta dulzura acompañado de un sabor agrio propio del vinagre de arroz. El tamagoyaki también marca su presencia con un balance entre dulzura y unos pequeños toques a pescado (intuyo alguna salsa de pescado en la mezcla), también es bastante esponjoso, lo que implica que está bien logrado. He de destacar la atención del personal, el cual es bastante atenta y amable. Si vas sin saber qué comer, te darán sus propias recomendaciones e indicaciones de como comer un ramen de forma de hacerlo más placentero. De igual manera los jugos y mocktail que ofrecen son bastante sabrosos. En lo personal yo pedí un Isekai Yokubo que es un mocktail que tiene naranja, piña y mango. Bastante rico, lo único triste es que se me hizo poco porque lo tomé muy rápido. El local es relativamente nuevo, apenas tiene un año, por lo que aún tiene muchos puntos de mejora, así que tengo ansias de ver lo que tengan que ofrecer...
Read moreMovido por la curiosidad que despierta el creciente murmullo en torno a Isekai Ramen, decidí concederle una oportunidad. Lamentablemente, fue una travesía digna del más oscuro de los isekais, uno donde el buen gusto es una rareza y la comodidad, una quimera.
Comenzaré con el Miso Ramen, plato que debería evocar calidez, equilibrio y profundidad umami. Lo que encontré, en cambio, fue un caldo abruptamente salado, más próximo a una salmuera que a una sopa. Como si eso no fuera suficiente afrenta, el tazón en que fue servido estaba astillado, una falta de respeto tanto al comensal como al propio arte culinario.
Pasé luego al Camarón Maki, en el cual el alga nori, lejos de aportar sutileza, dominaba la experiencia con un sabor excesivamente intenso, eclipsando por completo al camarón y dejando un regusto francamente desagradable. Uno esperaría armonía, no competencia, en un bocado de sushi.
El entorno, que pretende ser una oda a lo japonés moderno, se revela como una ilusión inacabada. La ambientación sufre de detalles imperdonables: tablones de madera ausentes en el suelo provocaron que mi silla cediera parcialmente, haciéndome reconsiderar no sólo la elección del local, sino también la posibilidad de un seguro contra accidentes. Una experiencia incómoda en todos los niveles.
Isekai Ramen quizás aspire a transportar a sus comensales a otro mundo. En mi caso, me llevó exactamente donde no...
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