Carne y Papa de Schofield SPA — Restaurant in Puerto Varas

Los había visto en Google maps, cuando buscaba un lugar para comer en Puerto Varas. Algo agradable por mi cumpleaños. Me fijé en sus recomendaciones. Entre ellas alguien comentaba que, de un plato comían dos personas. Cuando llegué, me pareció un lugar bonito. Pero al entrar, lo vi muy caro. Me refiero a que desde que entras, notas el cuidado de cada elemento. Es decir, cada decoración tiene un sentido.

Una señora muy amable nos recibió en la caja de la entrada. Ella junto a una mesera, nos ubicaron una mesa y mientras la preparaban, la señora nos indicaba la temática del lugar. Carne & Papas intenta ofrecer comida deliciosa preparada a la antigua. A veces podrían demorar un poco más, pero nos aseguran de que será algo exquisito. Sin conservantes o elementos prefritos.

Nos sentamos. La señora ya nos había dado una recomendación sobre una parrilla para los tres. Con un costo de $65.000. la verdad, casi nos vamos del lugar después de eso 🫣😆. Pero después de hojear el menús y comparar un poco. La decoración y los detalles nos hicieron permanecer ahí, era muy bonito para pasar mi cumpleaños.

Pedimos nuestros tragos. Dos mojitos de maracuyá y uno tradicional. Estaban deliciosos. También trajeron un pan amasado y unos platitos con mayonesa de ajo y otra crema verde. Ambos estaban deliciosos. De verdad, los panes eran únicos y deliciosos.

Tomamos nuestras selfies. Un mesero se ofreció a tomarnos una a los tres (quedó genial).

Aproveché de ir al baño y me encantó el recorrido, es pequeño, pero lleno de objetos que ver. En la entrada del pasillo había un sofá, aún no comprendo para qué, pero me gustó. Ingrese al baño de hombre y el olor era exquisito. Era alguna esencia. No soy bueno describiendo olores, y menos algo tan complejo y delicioso. El lavamanos era de esos que parecen un recipiente. Al rededor tenía elementos decorativos como de naturaleza muerta o seca. Había una silla al lado de la poceta, también unos soportes con barras para discapacitados (todo estaba pensado).

Al volver, me senté y ví llegar la parrilla en una ollita con patitas la destaparon frente a nosotros y vimos salir el humito, luego aparecer unas piezas de carne jugosas, chorizos, prietas, cerdo, pollo y más. Enseguida trajeron las papas, las probamos de inmediato y estaban mega crujientes. No sé que hacen, pero estaban extremadamente crujientes y deliciosas. La carne me hizo recordar a las parrillas que hacen en mi casa con mi familia, sobre fogón con carbón y ramas. Estaba jugosa y de verdad tenía esa esencia de una parrilla, me sabía cómo si estuviéramos en un lugar natural comiendo en una fogata. Tenía ese sabor natural único de las parrillas a la intemperie. Definitivamente al probar el primer trozo de parrilla, lo compare en pocos segundos con otros lugares, y este ganó. El valor estaba totalmente justificado. Creo que era Venezolano el chico que trajo la parrilla. Tal vez por eso sentí un sabor tan familiar.

Sobre la mesa, teníamos dispensadores de pimienta y sal bien particulares. Dos en uno. Era un cilindro de vidrio y aluminio. Sus tapas estaban en los extremos. Según la que abrieras, tendrías un molinillo para triturar la pimienta en granis o la sal de mar. Igual pasaba con el dispensador de aceite, era una jarrita con dos salidas tapadas con corchos. Uno para el aceite de oliva y otro para la salsa de soya. También había un timbre para requerir atención. El mantel era floreado y con cierta textura agradable.

Sobre mi cumpleaños. La verdad no sé en que momento lo hicieron, pero uno de mis compañeros, hablo con una de las meseras. Parece que fue casi al llegar, pero esperaron a que terminaramos de comer para apagar algunas luces, decir "ahora, como lo ensayamos", entrar con un trozo de torta y una velita que colocaron en mi mesa. Las otras mesas junto a los meseros y mis compañeros cantaron cumpleaños para mí. Aunque era mi cumpleaños y fuimos ahí por eso, ese gesto, me sorprendió. Luego me contaron que la mesera le aviso con anticipación a las demás mesas.

De verdad muchas gracias por cada detalle en...

A great little restaurant to enjoy a nice steak. We had the 500 grams roasted lomo and ribs with sautéed vegetables and it was so much food. The portions are huge (particularly their French fries). We did not have a reservation, but the owner was nice enough to have us wait at their upper covered terrace while a table was available. We enjoyed the atmosphere of the harp player while enjoying our meal. Only 9 tables in the restaurant, so a reservation may be...

Absolutely lovely local restaurant. Calm music, attentive staff with good spoken English and excellent meat based menu. One of the largest and juicyest steaks I had during my time in Chile. It was our anniversary and for this reason we were able to book a table as usually booking aren't taken. It's a small maybe 10 table family place where the owner chef walks around speaking to his guests. Big portions of well cooked food served with Chilean wine. So...