Café Republicano — Restaurant in Santiago

He ido en variadas ocasiones y debo decir que las pizzas y los tragos del lugar son muy buenos. Tienen un precio razonable y con una pizza familiar pueden comer dos personas.

Sin embargo, la última vez que fui con dos personas, nos sentamos en las mesas de la calle, y después de 20 minutos esperando a que nos tomasen el pedido, tuvimos que ir dentro a pedirle a alguien que viniese a nuestra mesa. Un garzón nos tomó la orden y, después de 30 minutos esperando, fui dentro nuevamente porque no nos trajeron la comida. Me dicen que el administrador encomendó otra tarea a los garzones y se les olvidó nuestra orden. Esperamos otra media hora a que nos trajeran nuestro pedido. Al pagar, pedimos una compensación por la demora de más de una hora de espera y el administrador, luego de que una garzona le consultó, nos "regaló" una de las 4 limonadas que tomamos, pero manteniendo la propina del total original ($60.000 aprox.), donde la propina del 10% era mayor que el valor de una limonada. Mostramos nuestra disconformidad, pero no llegamos a ningún acuerdo. Al final, decidimos pagar y no volver más.

Para ser justos, es un buen lugar y la atención de los garzones es buena (por lo general), pero la respuesta de la administración frente a cualquier eventualidad, disconformidad o reclamo por el mal...

The place is excellent, it has an amazing backyard with a swimming pool. The service is regular, waiters are kind but slow, they bring wrong dishes, coffee is not served timely, not all dinners are served at the same time at all. Also the food offered is not very good, not very tasty, not many options, no healthy options, they don't put to much effort on presentation, no glasses for water. Overall it is an amazing place with...

Mi experiencia en este restaurante fue bastante decepcionante. Los precios son elevados para la calidad de la comida y el servicio que ofrecen. Pedí una mechada con palta, esperando que viniera en un pan de hamburguesa, pero llegó servida en una marraqueta dura y fría, lo que sugiere que no era fresca y ni siquiera la calentaron antes de servirla. La presentación dejaba mucho que desear: apenas decorada con merkén (un condimento que no todos disfrutan) y una salsa que parecía ser solo el jugo de la carne. Un poco de tomate y lechuga habrían mejorado considerablemente el plato. Lo más sorprendente e inaceptable fue que NO TIENEN SALSAS como ketchup, mayonesa o mostaza, algo esencial en un restaurante que ofrece hamburguesas, papas fritas y tablas. Para empeorar la experiencia, el segundo piso del local es incómodo y poco acogedor. No cuenta con aire acondicionado, lo que hace que el calor en verano sea insoportable, y la ambientación es lúgubre, con mesas y sillas incómodas. Definitivamente, no...