La Monferrina — Restaurant in Bogota, Capital District

Cannot believe that such a gem exists in this city. I am half Colombian, living in Bogota on and off for more than 25 years. Have had my key restaurants that I'm loyal to, due to quality of food and service. But even after going to a restaurant for 20 years and loving them, Monferrina completely outperforms most of the restaurants in the city - in service, food, and price.

Took a short break from work to come for lunch, and seriously did not want to leave back to work. If I could have, I would have stayed there until dinner. The food was perfect; ordered mussels with fries, where the fries were hand made and perfectly double fried, the anchovies and caper sauce on the steak was heavenly, and the desserts were perfect. To top it all the pasta seemed homemade (I didn't verify), and the Cacio e Pepe was like in Rome. The drinks (Americano cocktail) and wine were delicious, and the service (John and his partner) were super professional and impressively attentive - I didn't even have to call them for the to notice that I wanted something! To add to it all, the prices are very good!

I am not surprised they are booked for so much time in advance, as this place is a gem. Thank you guys for such a fun and delicious experience. Highly...

Tuvimos una experiencia bastante mediocre. La comida fue bastante regular, el plato de punta de chata a la pimienta salió frío y con mala presentación y la pasta A, A, P estaba cruda, no al dente, cruda. Esto sin contar la larga espera entre la entrada de la pizza frita y la salida de los platos fuertes. Para terminar nos llevamos una desagradable experiencia pues habíamos pedido un tiramisu desde que nos tomaron la orden en la entrada, al final nos dijeron que ya no tenían lo cual es completamente traducible en una mala atención pues el pedido lo habían tomado hace horas. Pagamos la cuenta para irnos y cuando pedimos el uber llego corriendo un mesero con un tiramisu “amiga, amiga aquí le traje este, no es la consistencia que debe tener pues se nos dañaron pero yo le rescaté ese, igual así no debería salir y esta feo pero el sabor es el mismo”. Pensamos que sería una cortesía por el mal servicio que habían tenido y teniendo en cuenta que nos estaban trayendo un postre totalmente derretido, no fue así. Nos volvieron a traer una cuenta para pagar un tiramisu completamente mal presentado, derretido y que abiertamente no se cansaban de decirnos que así no debía verse presentado y que era parte de unos que se les habían dañado. Tal vez el sabor sea igual, no lo sé, pero más allá de eso, un restaurante es toda una experiencia de sabor, presentación y atención y en este caso no fue para nada proporcional el costo vs la calidad del lugar. Finalmente nos dijeron que los chefs no estaban porque estaban en “Bogotá Eats” lo cual deja al comensal cuestionarse la razón por la cual abrirían el restaurante mientras los chefs no están si no van a mantener los estándares de calidad de la comida. Luego de la primera cuenta que pagamos pensé que debíamos volver a darle una segunda oportunidad cuando estuvieran los chefs, sin embargo después de lo del tiramisu ni ganas de volver a darle otra oportunidad nos quedaron. Definitivamente tienen un muy mal servicio al cliente.

Eso si, es una lástima porque el ambiente del restaurante es bastante acogedor y la host es bastante profesional...

Reserva para 10 personas, hubo demoras desde que pedí la entrada (que pedí junto con llegar) y se tardo 1 hora en llegar a la mesa. La comida deliciosa, ingredientes de calidad. Por otro lado, el mesero Carlos, tenía una actitud bastante “ruda” no porque fuera grosero al hablar, pero en lugar de empatizar, sentí que nos habló en repetidas oportunidades a mi a mis invitados de una manera muy agresiva, con un lenguaje corporal desagradable y un nivel de “confianza” excesivamente innecesario. Deberían dejar de contratar personal como Carlos, que claramente carece de habilidades blandas para decir que platos había y que no, y que tampoco sabe cómo elaborar sobre el término en el que venden la Punta de Anca. Mover la cabeza de izquierda a derecha y simplemente decir “No” no me pareció la manera. Pedimos un Tiramisú que jamás llegó a la mesa y nadie nos dijo que no había. Nos enteramos que no habia porque no estaba reflejado en la factura. Además, mis invitados pidieron sus platos, y por recomendación del lugar, una jarra de tinto de verano, que demoro muchísimo en llegar (después de que ya nos habíamos comido los platos fuertes) por lo que tocó comer empujándonos la comida con golpecitos en el pecho. En resumen: es muy bueno, pero tampoco la octava maravilla del mundo. Por otro lado, deje una torta de cumpleaños a los meseros para el destorte, la cual claramente no pusieron a enfriar y cuando fue hora de cantar el cumpleaños, nos dimos cuenta de que la torta se había estropeado y el merengue derretido. Asumo que no se refrigeró o se puso muy cerca de la estufa. En fin, no volvería, pero prueben a ver cómo les va. A pesar de la demora, Recomiendo la pizza frita, la pasta carbonara y que hagan reserva, ah y que no vayan con...