Vapiano Colombia Restaurante Italiano — Restaurant in Bogota, Capital District

I ate at the Washington DC location, so I already knew what to expect but even though it’s the same franchise the chefs in DC didn’t really put in the care and service like they do here. I am so impressed with the kindness and service at this restaurant. The food was good but the service with the waitress and waiter and the chef is the reason why I decided to review this restaurant. The employees at this location were very patient and kind with me even though I struggled to explain what I wanted to eat and how to cook it. This level of service doesn’t exist in America and I went to the Vapianos in DC probably about 20’times in 2 years.

1 pasta Tagliatele Bolognese with additional cream sauce and extra mushrooms with a bottled water Total 37,000 COP ($11) including Tax and Service tip!

Thank you very much for the service and I highly recommend...

We went to Vapiano for dinner on a Friday night. It’s located on a lively street in Zona T, with both indoor and outdoor seating. When we arrived, there was a live music performance happening on the street, and later a DJ took over. We sat outside and had a great view of all the action - it really added to the vibe.

We had a couple of cocktails, and they were both excellent! I asked if they could make me a jalapeño and pineapple pizza. They didn’t have jalapeños, but our server checked with the chef, who said they could make something similar. The pizza came with pineapples and red chilies instead, and wow, those chilies were spicy! But the pizza was amazing.

We had a wonderful time here and would definitely recommend it if you're...

La comida es excelente y los precios son justos, pero la atención al cliente deja mucho que desear.

Visitamos este establecimiento durante dos días consecutivos. El primer día, fuimos atendidos de manera impecable por Francisco. Esa misma noche, Francisco tuvo que retirarse y la Sra. Karina continuó con nuestro servicio. Fue ella quien nos pidió que escribiéramos una reseña a cambio de un 15% de descuento en una próxima visita. Así lo hicimos y, como parte del acuerdo, nos entregaron una tarjeta informando sobre dicho descuento. No obstante, esta tarjeta no contenía ninguna instrucción sobre cómo debía utilizarse el beneficio, ni tampoco recibimos orientación verbal por parte de la mesera.

Al día siguiente, decidimos regresar al restaurante para despedirnos de Bogotá, ya que realmente habíamos disfrutado del lugar. En esta ocasión, otra mesera —cuyo nombre lamentablemente no recuerdo— nos atendió con cordialidad... al menos hasta que solicitamos la cuenta y presentamos nuestras tarjetas de descuento del 15%. A partir de ese momento, todo el trato amable que habíamos recibido hasta entonces se transformó en un verdadero conflicto generado por el propio equipo del restaurante.

Fuimos criticados, juzgados y expuestos a situaciones humillantes. Lo más preocupante fue que algunas funcionarias aprovecharon la “barrera del idioma” para hacer comentarios con tono de burla y desprecio, como si estuviésemos pidiendo un favor, cuando en realidad sólo pretendíamos hacer uso de un derecho previamente ofrecido por ellos mismos.

Las excusas fueron superficiales. Al principio, accedieron a aplicar el descuento a una persona de nuestro grupo. Sin embargo, al notar que los diez comensales contaban con la misma tarjeta, la actitud del personal cambió visiblemente. La impresión que tuvimos fue que simplemente no querían conceder el beneficio por pura negligencia o falta de disposición.

¿Volvería a este restaurante? De ninguna manera. Dejo aquí registrada mi profunda indignación en nombre de las otras nueve personas que compartieron el mismo malestar que yo.

Al final, no nos aplicaron el descuento del 15% como había...