Rincón Libanés — Restaurant in Mexico City

Went this morning, craving Lebanese coffee expecting warm Lebanese/Mexican hospitality. Ordered a double Lebanese coffee and left a tip. But the coffee was scalding hot. In Lebanon and other countries with this type of coffee, it’s normal to provide two cups to avoid severe burns. When I asked for an extra cup, the lady refused, saying each cup was accounted for. Hard to believe, considering there were hundreds behind the counter. I asked for my tip back and left. Great concept, but the service was a letdown.

Rhit sobeh, kent mshawwe’ 3a ahwe libnaniyye, metwaqqa3 dayfe dafiye metel b Lebnen w Meksik. Tlabet ahwe libnaniyye double take away w terektilon bakhshish. Bass l’ahwe kenet 7arre kteer! B Lebnen w b ktir baleden 3anda hal no3 mn l’ahwe, l3ade yen3ta 2 finjanat la ma yseer 7ariq jidde. Lamma tlabet finjan zeyde, lset ma radeyt w 2alet inno kol finjan ma7soub. She sa3be tsadda2, khususan inno ken fi miyet wara l kaunter! Tlabet bakhshishe rje3 w tli3t. Fekra 7elwe, bass l khidme kenet khaybe.

Fui esta mañana, anhelando un café libanés y esperando una cálida hospitalidad libanesa/mexicana. Pedí un café libanés doble para llevar y dejé propina. Pero el café estaba hirviendo. En Líbano y otros países donde se toma este tipo de café, es normal que den dos tazas para evitar quemaduras graves. Cuando pedí una taza extra, la señora se negó, diciendo que cada taza estaba contabilizada. Difícil de creer, considerando que había cientos detrás del mostrador. Pedí que me devolvieran la propina y me fui. Gran concepto, pero el servicio fue...

La comida es realmente deliciosa. He ido más de cuatro veces y me ha dejado satisfecho. Podría decir que es mejor que el Jamil, que es más mamón y caro. Este es mejor.

El restaurante Rincón Libanés, ubicado en la Ciudad de México, es una joya culinaria que transporta a los comensales al corazón del Medio Oriente con su auténtica propuesta gastronómica. Desde el momento en que se ingresa, el ambiente cálido y acogedor, adornado con detalles tradicionales, invita a disfrutar de una experiencia única.

El menú ofrece una amplia variedad de platillos que representan la esencia de la cocina libanesa. Entre los imperdibles destacan el kibbeh, los shawarmas y el clásico tabbouleh, preparados con ingredientes frescos y especias cuidadosamente seleccionadas. Además, el pan pita recién horneado es un verdadero deleite que acompaña perfectamente las cremosas porciones de hummus o el mutabal.

El servicio es amable y atento, con personal dispuesto a explicar cada platillo y hacer recomendaciones personalizadas. Una de las ventajas del lugar es su balance entre precio y calidad, lo que lo convierte en una excelente opción tanto para quienes ya son amantes de esta gastronomía como para quienes desean descubrirla.

El Rincón Libanés es ideal para una comida casual o una cena especial, ofreciendo un vistazo a la rica tradición culinaria de Líbano en pleno corazón de la CDMX. Sin duda, una visita que vale la...

⚠️PÉSIMO LUGAR ⚠️‼️

Mi familia y yo decidimos comer en este intento de restaurante y la experiencia fue en verdad muy mala.

Fuimos 8 personas y ahí fue donde este lugar fue “rebasado”, la comida servida muy tarde, mal coordinada, fría y reseca, las bebidas al tiempo y sin hielo y si lo pides recibes un “no tenemos” (no tienen refrigerador, pero tienen un OXXO enfrente, pudiendo comprar una bolsa de hielo y ponerlo en una cubeta) los alimentos mal procesados ya que su única opción de calentar es un microondas y la comida se enfría en tu mesa y ya no se puede comer.

El lugar está sucio y si pasas al baño peor, ves paredes jamás limpiadas.

La atención muy mala por la ÚNICA persona que labora ahí, entenderán su estrés

Al momento de pagar… por cierto una cuenta considerable en monto ($350 x persona) le hice ver mis observaciones y la mujer me pidió que se lo comentara directamente al dueño y ella misma desde su celular nos comunico con el, mi prima habló con él y le expresó nuestros comentarios con respecto a nuestra experiencia como clientes y lo mal que comimos y el simplemente calló, escuchó y al final simplemente respondió “sale … gracias” y colgó la llamada de forma muy soberbia.

Ahí entendimos la ideología de este lugar improvisado, hay mensajes muy claros… y los vimos durante toda el tiempo que estuvimos ahí, “en este lugar… el cliente NO...