Una glorieta muy especial.
Su historia. Una glorieta reservada
El trazo original del Paseo de la Reforma (tan retratado últimamente debido a la inauguración de la nueva línea del Metrobús) corría de la entrada del bosque de Chapultepec a Bucareli, y fue construido por orden de Maximiliano a mediados del siglo XIX, bautizándolo como “Paseo de la Emperatriz”, en honor a su esposa Carlota. Después, en tiempos ya del Porfiriato, cuando las autoridades y muchos de su habitantes querían tener en la ciudad lugares muy al estilo europeo, se plantaron árboles a lo largo de la avenida, se embellecieron las banquetas y camellones, se colocó alumbrado y se construyeron varias glorietas en las cuales habría diferentes monumentos. Así que primero se construyó la glorieta en la que colocaron la estatua del ex rey de España, Carlos IV, y que la gente empezó a conocer mejor como “El Caballito”, justo en lo que hoy es el cruce de Avenida Juárez, Bucareli y Reforma. En la actualidad, ahí ya no hay propiamente una glorieta y “El Caballito” se localiza en la explanada del Museo Nacional de Arte. Pero unos metros más adelante, en lo que hoy es el cruce de Reforma y Nisa, se construyó otra glorieta que, según cuentan algunas versiones, estaría dedicada a un monumento en honor a Miguel Hidalgo que, junto con el Monumento a la Independencia –el “Ángel”– conmemoraría el primer centenario de la Independencia en 1910 Pero en lo que estaba todo listo, plantaron ahí una palmera para que la glorieta no luciera tan sola. Otra versiones dicen que desde un inicio se pensó en solamente poner una palmera ahí, pero en realidad eso hubiera parecido un “desperdicio” para el trazo que se quería hacer de una avenida de ese tipo.
Y la palma se quedó
Finalmente, durante el centenario de la Independencia en 1910 solo se construyó la actual columna del “Ángel” y, según cuentan otras versiones, la glorieta en donde se encontraba la palmera se reservaría para levantar otro monumento para conmemorar el bicentenario de la Independencia, es decir, en 2010. 
Foto: Internet. Con la Revolución, todos los planes cambiaron, la ciudad empezó a crecer rápidamente, especialmente a mediados del siglo XX, y el Paseo de la Reforma tuvo varios cambios, como su ampliación y, a finales de los 70, eliminaron la glorieta que estaba a la entrada del bosque de Chapultepec, en la cual años antes habían colocado a la Diana Cazadora, para cambiarla a un lugar donde nadie la veía, por lo que, una década después, la regresaron a la glorieta en la que se encuentra actualmente. Pero la palma nunca se movió. Parece que durante más de 100 años nadie se acordó de que “la glorieta de la palma” era un lugar reservado para un monumento, por lo que ese gran árbol se convirtió en parte del paisaje y hoy recibe el mantenimiento que tendría cualquier otro punto de interés de la ciudad. 
Glorieta de La Palma en 1984. Foto: Internet. En la actualidad, muchos de los millones de capitalinos que pasan a diario por ese lugar ni siquiera notan la presencia de esta palma, y cuando se planteó la construcción de un monumento para el bicentenario de la Independencia, nadie pensó en ubicarlo ahí (quizá, principalmente porque primero se planteó un arco a la entrada de Reforma y finalmente terminó en la costosa Estela de Luz). Aunque la palma de Reforma ya es parte de la Ciudad de México, a lo largo de la historia ha tenido sus detractores, como los que critican que ese no es un árbol autóctono y que, en cambio, ahí debería estar plantado un nopal, o algunas voces que dicen que no debería estar en ese lugar tan contaminado, por lo que han propuesto trasplantarla en otros puntos de la capital, como Ciudad Universitaria. Lo cierto es que la glorieta de la palma es hoy un referente poco retratado, pero que todos los capitalinos conocen. Por Carlos Tomasini...
Read moreY siguiendo el orden establecido, la siguiente glorieta es la que conocemos como Glorieta de la Palma y que tal cual mencionamos al principio fue la segunda que se construyó (la primera se considera que fue la del Caballito), pues estaba incluida en el proyecto original del Arq. Louis Bolland en 1864, exactamente al centro del trazo original del Paseo. Verificada la distancia actual con Google Earth, entre lo que fue el centro de la glorieta del Caballito y el punto donde inicia el camino que asciende al Castillo de Chapultepec, tenemos 3.51 Km. y la localización de la glorieta de Niza se comprueba que está aproximadamente en el punto medio del trayecto. Aunque han existido proyectos e incluso debates en relación a la posibilidad de instalar un nuevo monumento en esta glorieta, hasta ahora y desde su construcción en 1865 nunca lo ha tenido. En 1992 el doctor Silvio Zavala publicó un texto titulado "Una palmera y una idea en el Paseo de la Reforma'' (El Búho, 29/III/92), en el que por primera vez se hablaba del proyecto de edificación de "una pirámide trunca que recordaría la base idiomática y cultural de los pueblos precolombinos'' Pero la verdad es que, para muchos de los capitalinos, se ha vuelto una costumbre ver y además disfrutar, día con día, de la belleza de tan longeva palmera y sería difícil...
Read moreMe refiero solo a la glorieta (porque el paseo de la reforma siempre es bello) en dónde se encontraba "la palma" (literal) y que servía como referencia visual para quienes transitabamos en esa zona o era punto de encuentro chilango.
Pero a una mente retorcida dentro de la 4t, se le ocurrió dar ordenes desde su palacio y dejar de darle los cuidados necesarios para conservarla libre de "plagas" condenándola a su "m/suerte", y en su lugar decidió que debería ser trasplantado un Ahuehuete.
Es un secreto de estado saber cuántos Ahuehuetes tuvieron que secarse, hasta que en apariencia ya pegó uno.
En este lapso las familias buscadoras de familiares desaparecidos reclamaron esa misma glorieta como su espacio, para dejar testimonio de su admirable lucha, pero ni ese consuelo les permitió el gobierno que deforma y no transforma.
El día de hoy solo es una simple rotonda la cual se encuentra amurallada con laminas, por el miedo a que algún grupo de ciudadanos decida poner el árbol, monumento, memorial o lo que el pueblo decida, y arrancar de raíz lo que se encuentra dentro de esas murallas...
Lo mismo que ocurrirá en otro lugar céntrico donde también viven amurallados...
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