Botequim Atlântico — Restaurant in Viana do Castelo

Fuimos a cenar dos personas,nos sentamos,primero 3 cosas de la q habíamos nombrado no las tenían,bueno,pedimos vino,unas croquetas de carne q estaban muy ricas y dos biffe de solomillo. Nos traen las empanadillas,pero el vino tarda y después de empezar a comer nos dicen q no les quedan los filetes de solomillo.Nos traen una picaña(incomible) y un nose q de angustia,pasable. La picaña quedó intacta,estaba dura como una piedra,el pan tanto de lo mismo,parecía de ayer y el nose q de angus bueno,lo comimos,pero he probado carnes mucho mejores. Se lo comentamos a la chica y nos dice q es depende de como salga la pieza, q unas veces bien y otras regular. Si tu compras carne siempre al mismo sitio te aseguras de q te den la misma buena calidad .en fin. Pedimos La cuenta, nos dice la chica q nos invitan a las empanadillas x motivo de la carne, las empanadillas q fue lo más rico q cenamos.No volvería,aunque el servicio fue muy amable(el dueño se escaqueo en todo momento. Tengo que seguir editando,ya que no me deja contestar su respuesta,soy hostelera,trabajo de ello,y le puedo asegurar que veo lo q esta bien y lo q esta mal,no avisamos al final,su camarero en todo momento tiene q estar atento a las mesas,y asi hubiera visto que la picaña seguía intacta después de 15 minutos puesta en la mesa. Se lo q es cuando la carne no llega de la misma calidad,pero no.es escusa,si me hubiera dicho cuando nos tomó nota,q no había el biffe,hubiera cambiado,pero usted me dijo q no habia el filete de solomillo cuando ya estábamos comiendo las empanadillas,si lo ve normal....se dice cuando toma nota en la comanda y pregunta en cocina,no después de comer el primer...

Agradeço a resposta, embora me surpreenda o tom defensivo diante de uma avaliação que reflete uma experiência real e pontual.

Estive no restaurante no dia 26/04, num momento especial — o aniversário do meu cunhado. Chegando, fomos recebidos por uma atendente que, embora simpática, demonstrava pouco conhecimento do cardápio, o que compreendemos por ser início de atividade.

No entanto, a sequência de situações infelizes que se seguiram é o que motivou minha avaliação: a porção de batata frita veio pequena e com batatas mal cozidas; o mix de aperitivos apresentou bolinhos de feijão gelados por dentro, pastéis com recheios mínimos ou sem sabor. Ainda tentamos tornar o momento mais agradável solicitando ligar o aquecedor — o que foi recusado de forma desconfortável e pouco prestativa, com justificativas que pareciam mais desinteresse do que preocupação.

Por respeito ao aniversariante, optei por não reclamar na hora. No entanto, ignorar experiências negativas e invalidar percepções pessoais em nome de um padrão supostamente mantido por outros clientes não me parece o caminho mais eficaz para acolher feedbacks.

Curiosamente, essa foi a segunda tentativa. A primeira, via Uber Eats, também foi decepcionante. Ainda assim, optei por dar uma nova chance ao espaço físico. Infelizmente, a experiência confirmou a impressão anterior.

Desejo sinceramente que evoluam com as críticas, mesmo as que não são confortáveis. Afinal, ouvir o cliente é parte fundamental da hospitalidade.

Com...

Nos ha gustado mucho. Nos llamó la atención la oferta que hacía de fusión entre comida portuguesa y brasileña. Como no conocemos mucho la cocina brasileña nos dejamos aconsejar por Filomena, quien fue muy amable en todo momento y acertó en sus propuestas: entrantes portugueses y platos principales y postres de Brasil. Primero La alheira de jabalí frita, que con el aceite especiado tenía un gusto muy rico sobre la tostada de pan. No resulta grasiento frente a lo que pueda parecer. La costelinha defumada com molho bbq se deshacía...muy tierna y rica. Con esto yo ya me habría ido contenta a casa. :) Pero nos apetecía probar otras carnes... la picanha ha estaba deliciosa. Es verdad que el bifé estaba pasado un punto pero rico de sabor y nos permitió combinarlo con los numerosos acompañamientos que nos propuso, banana frita, abacaxi grelhado (piña a la parrilla), arroz y feijâo preto (alubias pequeñas negras). De postre el pudim da avó (un flan de huevo y leche condensada) con crumble sobre dulce de leche estaba muy rico pero más contundente que el mousse de maracuya con cobertura de su propia pulpa, delicadísimo de sabor y textura ligera. El vino que nos recomendó, Casa velha, también nos gustó mucho. Nos llamó la atención que siendo tinto llevará moscatel. Maridaba muy bien con todos los platos, incluido el postre, por no resultar fuerte. El ambiente era muy agradable. Todo estaba muy limpio y la música era deliciosa y a un volumen perfecto que permitía hablar y...