Casa Amparo 1948 — Restaurant in Alcobendas

Acaban de renovar el local, y el aspecto es muy agradable y ahi se acaban todas las cosas positivas que se pueden decir al respecto de este bareto. Sirve únicamente para pedirte algo de beber después de jugar al golf o al pádel. Para empezar, la clara fumada/colocón que llevaba el camero le impedía dar un servicio que se pueda considerar razonable. Nos sentamos en la barra, con el local totalmente vacío y el camarero tardó más de cinco minutos en darse si quiera cuenta de que estábamos ahí, pese a llamarle en dos ocasiones, fue necesario que otro camarero que estaba sirviendo mesas le llamase la atención y nos señalase para que nos atendiese. Cuando finalmente se acercó a nosotros, el camarero parecía molesto por verse obligado a trabajar y nos preguntó que queríamos, le fuimos a pedir tres bebidas y un plato en la barra, pero antes de terminar de pedir, nos cortó, se fue y volvió. Cuando finalmente decidió tomarnos la comanda, estuvo literalmente 5 minutos enfrente de la máquina que registra los pedidos para seleccionar las tres bebidas y el plato, me imagino que como resultado del claro colocón que llevaba. El único plato que pedíamos, un pepito de ternera de 10€, venía en una especie de pan de cristal, típico de mollete pequeñito, con lo que no llegaba a medio filete de ternera, tres trocitos de pimiento verde, y aproximadamente dos ajos picados, apenas cocinados, y que aún en este momento se me siguen repitiendo. El bocadillo estaba literalmente asqueroso, mucho peor que el que podría esperar en cualquier bareto de carretera de España, a mi me daría vergüenza darle semejante basura a un cliente. De toda la vida un pepito de ternera es un buen pan, un filete, pimiento verde y queso. No recomiendo bajo ningún concepto pedir nada para comer aquí. Eso si, la cuenta fueron 19€ por una cocacola, un agua, un acuarius y el pepito. Precios de La Moraleja, servicio y...

Somos personal del complejo de telefónica y anteriormente siempre íbamos a comer y a celebrar todo tipo de eventos al anterior restaurante, el miércoles fuimos por conocer porque queríamos reunirnos compañeros para tomar algo y Justo coincidimos con el actual director/gerente del local, nos presentamos y el igual se llama Luis que por apuntar es encantador y predispuesto a todo, nos enseño el local nos comento el concepto del nuevo local y nos ayudó y nos convenció para hacer la reunión de compañeros ( éramos 25) nos preparó una sala como tipo terraza pero acristalada y aclimatizada solo para nosotros con el mismo y un camarero solo para nosotros en todo momento atentos de todo si faltaba o no faltaba algo, no teníamos pensado de comer nada pero nos recomendó alguna ración tipo tapa que para picar algo con las cervezas/vino nos vino genial. También reseñar y si llega algún cargo de la empresa que en la zona hay muchísimos trabajadores de oficina tanto en telefónica como en empresas cercanas sugerir algún tipo de menú del día o plato del día para el diario de los empleados que acabamos yendo al centro comercial por el tipo de oferta. Local muy limpio y ordenado con unas vistas al campo de golf privilegiadas. También si alguien de telefónica o empresas cercanas me leen recomendar el sitio tanto para comer de vez en cuando y sobre todo para el tardeo, y siempre preguntar por Luis porque aparte de ser encantador estará para todo lo que necesitéis. El día 15 de noviembre nos volveremos a ver....

He estado ya en varias ocasiones y la impresión siempre ha sido correcta para ser un sitio de picoteo. Por el contrario, en esta ocasión la sensación ha sido bastante DESAGRADABLE: Llegando a las 20:40 al pedir ya nos puso mala cara el camarero. A las 21:00 le preguntamos que si podemos pedir una tortilla y nos dice que a esa hora no tiene tortillas y no nos ofrece otra alternativa. Por la pereza de no cambiar de sitio y mover los coches le pedimos otra bebida y unos huevos rotos que tras preguntar e ir descartando nos dice que eso si puede (a su favor decir que tardaron 2 min en traérnoslos). A las 21:55 directamente y sin avisar ( solo había dos mesas ocupadas) pone la música altísima INTENCIONADAMENTE para que nos fuéramos ya que era imposible hablar. Y aquí pregunto ¿ qué costaba ir a dos mesas y decir, “chicos lo siento mucho, pero cerramos a las 22”? No he entendido nada la verdad y esto último es lo que me ha empujado a dejar una reseña ya que entiendo que han hecho un lavado de cara al sitio y una inversión y con este tipo de actitudes se espanta a los clientes,...