A taberna de Vigo — Restaurant in Barcelona

I went here on my vacation with my mother, who recommended it after going with my dad last year. As a starter we had the “Ibérico ham” and “calamari with white beans and artichoke”. The ham melted on your tongue and paired with the baguette and tomato, as per recommendation from our server Oscar, was absolute perfection. The calamari were perfectly prepared, not over cooked at all and the beans with artichoke were a buttery, umami delight. Then, we shared the seafood paella as main dish. The tomato sauce carried an umami flavor and paired with the saltiness from the seafood and sourness of the lemon made it hard for us to put our forks down.

We were seated next to the fridge where all the seafood was laying, so while waiting for our dishes to be prepared we could see the chef take out the ingredients.

Last - but certainly not least - we both had one “crema catalana”, which is like a crème brûlée, but not like a crème brûlée at all. The fresh, citrus flavored crème was not as stiff as your traditional French crème brûlée, but was rather creamy and rich in texture. The crème was topped with a not too thick layer of caramelized sugar and made for the perfect dish to have with the “Red Tea”, the tea Oscar recommended to have with the dish.

All in all, the night was perfect and my mother and I happily waddled back to our hotel with our stomachs full and a promise...

He salido bastante decepcionada con el trato hacia mi persona por parte de uno de los camareros.

He ido con mi pareja a comer el menú que tienen a eso de las 14h. Aclaro que esta era la tercera vez que íbamos porque somos vecinos del barrio. Comento también que formamos parte del gremio hostelero y empezamos siendo camareros también, así que esta reseña no la dejo con intención de perjudicar al restaurante sino porque la veo absolutamente necesaria.

Al llegar nos acomodó y atendió un camarero que nos pareció muy amable y siempre con buenas formas. Mi pareja pidió ensalada y de segundo secreto ibérico (muy bueno todo), yo pedí sopa de pollo (estaba excelente) y de segundo bacalao.

Al traernos los segundos este mismo camarero me presentó mi plato como merluza, y se fue rápido, seguro porque ya era su hora de marchar porque no lo volví a ver.

Esperé a que viniese para preguntarle pero apareció un segundo camarero, que empezó a atendernos desde ese momento. Le pregunté si mi plato era merluza o bacalao. A lo que me preguntó que qué había pedido. Le respondí bacalao. Y me dijo muy cortante: Pues entonces bacalao. Me dijo que la presentación era la misma y quizás por eso se confundía porque la guarnición estaba por encima del pescado.

Confié en su palabra y lo probé: era merluza. Aclaro que no lo probé antes porque no quería devolver el plato ya empezado. Al final me comí la merluza porque no volví a ver al camarero hasta los postres. Me preguntó que qué tal el bacalao y le dije que bien, pero que era merluza por el sabor pero que igual me la comí. Y su respuesta me pareció completamente absurda: -era bacalao, yo los distingo. No como ni bacalao ni merluza pero los distingo por el color.- esto con un tono casi burlesco, casi vacilando, como pensando que no tengo ni idea ni tampoco iba a molestarse en confirmarlo por una niñata.

Pues lo primero que debería haber hecho, como buen camarero, es ir a confirmar con cocina qué pescado era, por mucho que le molestarse hacer el viaje hasta cocina. Es que ni siquiera acercó a mi plato para ver el pescado, solo sé defendió diciendo: si pediste bacalao es bacalao. Pues no, errores cometemos todos y no pasa nada, pero si un cliente te pide de buenas formas que le confirmes algo lo haces, porque es tu trabajo dar un buen servicio por el cual el cliente va a pagar.

Siento que se me menospreció por ser joven, pero el primer error es no tratar a todos los clientes por igual, porque nunca sabes con quién te puedes encontrar.

No volví a replicar porque iba a ser empezar una discusión que sinceramente, no me apetecía. Al final le dimos las gracias y nos fuimos, pagando pero esta vez sin dejar propina, porque obviamente no la merecía.

Seguramente volveremos porque siempre hemos salido contentos, y no hay que tachar un sitio ni a un equipo entero por una mala experiencia, solo espero que esto se tenga en cuenta para que no le vuelva a pasar a...

Really surprised to see such negative reviews from previous folks. Perhaps they upgraded their standards. We went for tapas after an endless flight to Barcelona. Ravenous, sleep-deprived and feeling like zombies we came at about 6pm on a Monday. Tapas were on the menu; dinner starts at 8pm. We had a meal allowance of €35 per person. We ordered a smorgasbord of amazing tapas with a glass of house wine each. Many of these we hadn't eaten before.

Mussels a la plancha, grilled octopus with smoked paprika, calamari with white beans, piquillo peppers, patatas bravas - all wonderful and very generous servings! Faves were the Mussels and calamari and peppers. There really wasn't much waitstaff at the time, just bartender and chef, who could not have been nicer.. A wonderful find- definitely going back next time in Barcelona! Oh, and we never got close to using up our meal allowance! Thank you...