El pasado viernes fuimos a cenar a L'Entrepeneur, un sitio al que le tenía muchas ganas, la verdad. Parecía muy guay: mucho diseño, buenas fotos, una carta que pintaba bien… Pero no podía estar más equivocada. La experiencia fue justo lo contrario a lo que esperaba, sobre todo por el servicio, que fue posiblemente de los peores que he vivido. Os cuento:
Reservamos mesa por la web con más de dos semanas de antelación, y nos la cancelaron el mismo día, unas horas antes. Llamé, y me dijeron que no habían tocado nada, que probablemente fue un error del sistema. Al llegar, pedimos unas cervezas para arrancar. A mi compañero, que pidió la misma que yo, le trajeron otra. No dijo nada porque era viernes y queríamos disfrutar, pero ahí ya empezó el despropósito.
Cuando por fin nos pusimos a cenar, todo fue a peor. Pedimos una botella de vino, y madre mía para poder pedirla. Se dio esta conversación:
—Queremos un orange. —La Peona. —¿Cómo? —La Peona. (No decía nada más que “La Peona”) —Queríamos un vino orange, natural. —La Peona Brisat. (Vuelve a repetir lo mismo, sin explicación).
Tuvo que intervenir mi compañero, que era el único que entendía lo que pasaba: —¿Tienes otro? —No. —Pues entonces está claro, La Peona.
Toda esa escena, en vez de ser una recomendación amable, fue una conversación absurda con un tono pasivo-agresivo innecesario. Si nadie de la mesa lo estaba entendiendo, ¿no podría haber dicho simplemente: “Chicas, solo tengo La Peona de orange, ¿queréis probarlo?”?
Finalmente nos trajeron la famosa Peona… cerrada (nunca me había pasado, siempre te lo abren en mesa). Tuvimos que pedir dos veces que vinieran a abrirla. Tardaron unos 10 minutos. Cuando por fin vinieron, el camarero soltó: —¿Qué, tenéis sed? Lo hacemos así para que luego sepa mejor.
Nos miramos sin entender nada. El tono era rarísimo. Empezamos a cenar y todo iba según lo rodado, para mi gusto podrían haber mejora, o cambios, pero está claro que la cocina está trabajada. Creo que no es el punto donde entrar, al final es una cocina catalana, sencilla y correcta que con el precio final que pagamos nos encajó, fricandó correcto, rusa buena, tortilla para mi gusto le falto un punto de sal, pero muy correcta, ensalada de boquerones buena, la gilda acompañada de un queso semi (yo no soy muy fan, pero estaba buena, las conservas con las que estaba hecha eran buenas). Pero aún estaba por venir el escándalo.
Terminamos de cenar y, sobre las 22:30, llegaron unos amigos que pidieron unas tapas frías. Entonces aparece el que parecía ser el maître y suelta: —¿Y vosotros quiénes sois, que hemos tenido que abrir la cocina?
Nuestros amigos, desconcertados, dijeron sus nombres como si tuvieran que identificarse para poder pedir. Después de comer una ensaladilla rusa y un fricandó, vuelve a salir y dice: —¿Y las personas tan importantes nos van a dejar cerrar la cocina o van a querer postre?
Mi amiga María (la llamaremos así) pidió la carta, y su respuesta fue: —Ah, ¿María, entonces quieres postre?
Claramente le pidió el nombre solo para poder dirigirse a ella así. Al final no pidieron nada. Y para acabar con esa cadena de comentarios incómodos, pedimos la cuenta.
Nunca había vivido un servicio así. Me dejó alucinada. Errores como confundir un plato, equivocarse de vino o incluso tirar una copa… son cosas que pasan, está claro. Pero, ¿la confrontación directa con el cliente? ¿Desde cuándo...
Read moreI was very much excited to come here as I live locally and walk past it often. It looks a vibe and very fitting to the area. It wasn’t quite what I wanted it to be but I think it’s important to support new, local restaurants so I want to be constructive. For tourists and people passing through, it’s classic Catalan/Mediterranean dishes in a contemporary style. Great portion size. Trendy vibe. Great natural wines. For locals, the price and standard doesn’t quite match, I’m sure the ingredients are high quality but the menu oversells. It would be better to keep it more simple and let diners be pleasantly surprised.
If there was a reasonably priced, simple menu del día, using local ingredients and a glass of natural wine, I would come often for lunch, for sure! There are many young office workers in this area, a menu del día and after work aperitivo option could make it a goldmine!
Contrary to some of the other reviews, our service was fine.
It feels like it could be something really great, and we need more places like this in the area so I hope it succeeds with...
Read moreWe were quite disappointed with the experience. I think the place goes for the same vibe of the neighboring Masa Vins and Amateur. But The level of the food is just not there. Nothing was bad, but just mediocre. No dish made me want to come back. Two specific pitfalls were the tomato salad, where the tomato still had the sticker on it, and the eggplant with cheese, where the melted cheese was pretty hard and dry, tried to eat around it. The service also wasn't too good. I'm not expecting a super attentive service, but letting me taste the wine before pouring the glass for example, or coming to take the payment less than 10 minutes after giving me the check, would go a long way. The location itself and the atmosphere are nice. The size of the plates is on the bigger side for this type of restaurant. You could definitely spend less and still leave full. And again, nothing was really bad as much as it...
Read more