La Mafia se sienta a la mesa — Restaurant in Burgos

Estuve comiendo hace poco allí. Pudimos ver que el restaurante estaba lleno. Todo lo que pedimos estaba muy bueno, con cantidades, además, bastante generosas.

Uno de los puntos fuertes de este sitio, es que puedes “hacerte la pasta a tu gusto”, escoger el tipo de pasta y salsa que quieres.

De entrantes, nos pedimos Provolone al horno con pesto y pistachos y pulpo a la parrilla.

En los segundos cayó el Rigatone, Insalata César Romana (Lechuga romana, pollo braseado, bacon, emmental rallado, pecorino D.O.P., tomate reposado y nuestra salsa César) y una Insalata Fresca affumicata (Rúcula, speck, dados de scamorza -queso ahumado italiano-, gajos de melocotón, tomate reposado, lascas de Grana Padano D.O.P y vinagreta de frutos secos con Módena miel).

En los postres Pan con helado de chocolate Helado de chocolate negro con AOVE, pistacho y sal cristal sobre pan multifrutos. Elaborado artesanalmente con producto de temporada, sin colorantes, aditivos ni aromas artificiales y Tarta de chocolate. Esponjoso bizcocho, crujiente de roche y mousse de cacao al 70%. El primero, muy curioso el toque salado que tiene por encima.

Todo muy rico, bien presentado. Las raciones enormes, con lo que a mi en particular me sobró ensalada. Aún así, lo tienen muy bien organizado para el caso de que te sobre comida. Te dan un pack muy bien preparado.

Como nota negativa, el servicio no es lo más rápido, te toca esperar. Aún así, si no tienes prisa y estás a disfrutar, pues a relajarse y a no desesperar.

Nos gustó la vez anterior y decidimos reservar de nuevo.

En esta segunda vuelta, nos pedimos Sticks crujientes de focaccia pomodorini con salsa pesto, unas sartenes de huevos rotos y unas pizzas para los niños, pulpo a la parrilla, Sorrentino de pato y foie con salsa de setas, salchicha italiana y reducción de Pedro Ximénez, Risotto, parrillada de verduras, alcachofas con jamón, Giganti de cordero lechal (pasta rellena de cordero lechal) en salsa de Pedro Ximenez y foie, Grandi cappelli de pollo de corral y ciruela en salsa del chef con gambón (pasta rellena de pollo de corral con ciruelas y foie en salsa de fondo pescador, tomate, salsa romesco, crema de leche y gambones).

He de decir, que la pasta en la mafia y las múltiples posibilidades que ofrece a todos los paladares está francamente buena.

Los postres fueron un sorbete de Limoncello, un helado de fresa con nube de algodón de azúcar y Panacota con aroma vainilla y base de chocolate blanco, bañada con confitura de frutos rojos del bosque.

Buen...

Toda una experiencia... negativa. Estábamos de paso por Burgos (prepandemia) y decidimos salir a cenar, en plan tapeo, nada formal. Viendo que estaban todos los locales a tope de gente, vimos el restaurante y entramos para ver si había mesa. Nos atendieron amablemente y nos dijeron que nos avisarían por teléfono si se les quedaba alguna mesa libre. Estupendo. Nos fuimos mientras tanto a tapear algo, con tan buena suerte que encontramos un hueco en un bar donde estábamos muy agusto. Llevabamos allí un par de cervezas cuando me telefonean del restaurante diciendo que había una mesa disponible. La verdad es que nos lo pensamos, porque como ya he dicho, en el bar estábamos ya instalados y en la gloria, pero puesto que estaba cerca y habían tenido el detalle de llamarnos, al final decidimos ir a La Mafia. Una pena, porque nos pusieron en una mesa (mi sensación es que puesta ex profeso, ya que se notaba que no era un sitio natural) en una zona de paso, junto a uno de los frigoríficos de postres, con un trasiego continuo de clientes y camareros, rozándome continuamente la silla y tropezando con ella, estrechísimos... en fin, un desastre. Cuando uno va a comer o cenar, la experiencia no es sólo gastronómica (los platos estaban bien, correctos y buenos, aunque nada del otro mundo para el precio que tienen, me pareció un poco caro en relación calidad/precio), sino que debe sentirse a gusto, y nosotros en ningún momento lo estuvimos. Pregunté si no tenían otra mesa menos incómoda y me dijeron que no. Y cuando al final al ir a pagar les comenté que la mesa no me había gustado nada y que consideraba que no deberían dar ese tipo de servicio, me dijeron que era yo el que les había pedido una mesa para cenar. Vaya, que parecía poco más o menos que encima la culpa era mía por haber ido a cenar, y que me habían hecho un favor... Total, lo dicho. Sentirse tratado como ganado no es mi ideal para cenar, por muy bien que pudieran estar los platos. Espero que a otros...

I recently visited this Italian restaurant to celebrate my sister's birthday, and unfortunately, the experience was disappointing. The pasta was overcooked, and they didn’t even ask if we preferred it al dente. The seafood had an off-putting smell, and the sauce tasted like a cheap add-on rather than something fresh or homemade. Despite mentioning the birthday celebration, there was no effort to acknowledge it with a surprise or complimentary gesture, which was quite underwhelming. Overall, the quality of the food and service left much to be desired. Italians would be disappointed. The mafia would...