La Fauna Gastro - Burgos — Restaurant in Burgos

They were kind enough to give us a table for 9 people at 1:45 pm. However, it was 3:20 pm and we had half of our orders still not on the table. The waitress told us some of the orders were not available out of menu del día after half an hour and we had to add primero and of course pay more. Then it took soooo long that we even forgot about the dessert of our menu, they didn't offer it neither. Poor waitress was stressed and overwhelmed. Not enough staff, extremely poor service. Food was not bad but as a group we didn't enjoy our meal at all because each one of 9 of us got our food in a different time and had to eat while the rest were waiting. We ordered at 2 pm, the last order came at 3:45 and we couldn't even eat it, we were tired and out of appetite we just wanted to leave. They didn't even offer to remove the additional 4€ of the weekends from the menus that didn't even had the dessert. We were too tired to ask for it. We paid and left. Very...

Voy a relatar una de las peores experiencias que he tenido en cuanto a atención al cliente y servicio. Llegamos tres personas (íbamos a ser cuatro, pero una aún no había llegado) y preguntamos en la barra si hay mesa para cuatro (no habíamos reservado), nos dicen que sí, que vayamos a sentarnos. Mientras tanto, les decimos que si podemos ir pidiendo las bebidas y así lo hacemos. Cuando llega la camarera a tomar nota, le decimos que si nos deja un rato más porque todavía no sabemos qué pedir. Nos responde de muy malas formas dando a entender que nos demos prisa, que hay gente que sí ha reservado y que cuanto antes apunte las comandas antes puede afrontar las mismas. En mi opinión, si no puedes satisfacer un servicio con calidad, lo lógico es que no lo ofrezcas. Y menos ir con esos aires. Lo curioso fue que a pesar de la prisa que aparentaba tener, tardó muchísimo en volver a preguntarnos qué queríamos, evitando todo tipo de contacto visual y no verbal, de forma que era imposible hacerle entender que ya estábamos listas para pedir. Reitero las malas formas de esta camarera desde el principio hasta el final de la interacción, cortándonos bruscamente y hablándonos en un tono que considero inadecuado cuando estás ofreciendo un servicio de cara al público. Como no nos traía ni las bebidas, le dijimos que se las habíamos pedido hace un rato, que si había algún error. Se nos quedó mirando y nos dijo que dónde y cuándo las habíamos pedido. “¿Las habéis pedido en la barra? Pues estamos en el comedor. Hay que pedirlas en el comedor”. De acuerdo, no lo sabíamos. En otros restaurantes puedes ir pidiendo la bebida en la barra. Y si lo hemos de hacer de otra forma, no nos importa volver a pedirlas, pero con esas formas tampoco hace falta dirigirse, supongo. Cuando nos trajo los platos, hubo un error. Mi amiga había pedido ensaladilla y trajo huevos rotos. Se lo dijimos de manera educada; de nuevo se nos quedó mirando y nos dijo que no, que no se había equivocado y que lo tenía apuntado en la comanda. Se llevó el plato para consultar la comanda y para nuestra sorpresa, volvió a traer el mismo plato, el de huevos rotos. Y dijo que no lo iba a cambiar, que el error lo había tenido nuestra amiga. Honestamente, siendo cuatro personas y estando las cuatro seguras de que ha pedido ensaladilla, aunque en la comanda aparezca escrito huevos rotos, no quiere decir que no se haya podido equivocar la camarera al escribir. De todas formas, no es eso lo que molesta; de hecho, mi amiga prefirió no seguir con la situación y comerse un plato que no había pedido. Lo que molesta, vuelvo a decir, son las formas y la chulería. Es indignante dedicar tu tiempo y dinero en sitios como este, con personas que acaban dando mala imagen a un sitio con potencial y al que, por supuesto, no volveré. Ah, y el gazpacho...

Fuimos mi pareja y yo. En sala sólo había una camarera que era la que se "comía todos los marrones". En barra y cocina sin embargo había mucha gente, por lo que era increíble que entre plato y plato esperásemos tanto tiempo. No éramos sólo nosotros, (al entrar sólo había una pareja más). Los comentarios de la gente que había a nuestro alrededor eran idénticos. Una pareja con su hija llevaban casi una hora y la señora ya quería irse, (normal). Si hay mucho ruido en la calle, poner música dentro del local no es buena idea, puesto que la gente de dentro eleva más el tono de voz y el escándalo es mayúsculo. Este aspecto lo tendrían que tener en cuenta porque es muy desagradable comer así. En cuanto a la comida, yo pedí menú del día finde y comí parrillada de verduras con queso de cabra. He de decir que estaba deliciosa. De segundo, bacalao, no era espectacular pero no estaba mal. Mi pareja, menú burgalés finde, comió huevos rotos con patatas y morcilla. El segundo huevo debió huir del plato y nunca más se supo de él, la morcilla muy rica al igual que los torreznos, eso sí deben estar ambos en extinción porque era una cantidad exigua. Este plato debía de ser problemático, pues a nuestro lado había una cuadrilla de seis o siete personas que de empezar riendo por lo absurdo, terminaron enfadándose, (eso sí, sin dejar de poner ironía al contratiempo. De segundo mi pareja pidió cordero. A ella no le gustó. He de decir que me lo comí yo y opino lo contrario. La carne estaba tierna, melosa, bien condimentada y buena de sabor. Los postres... Tarta de queso ya no había. ¿? Los segundos clientes en la sala y ya no hay? Y sorbete de limón con/sin alcohol. Tras nuestra cara de estupefacción y después de más de media hora, aparece mágicamente una tarta de queso y un sorbete sin alcohol. Habíamos pedido con alcohol, pero mi novia ya quería acabar cuanto antes y dio buena cuenta de los dos, pobrecita mía. Yo tuve más suerte con la comida La camarera, pobre chica, nos ofreció invitarnos a un café por la tardanza en servirnos los platos. Aclaro que no nos quejamos en ningún momento, ni hubo miradas de presión hacia ella, pero yo creo que lo estaba pasando tan mal que quiso tener un detalle. Se lo agradecimos, declinamos la oferta, puesto que el ruido ya era ensordecedor y queríamos salir de allí. Una pena, porque bajo mi punto de vista, con más organización y un poco de empatía con la clientela sería una experiencia muy...