Reservamos una mesa para dos en la terraza (ojo a los que no os guste cenar con decenas de palomas revoloteando, porque al lado de la pared hay como una especie de nido de palomas y un montón de estorninos; de hecho las sillas de la terraza tenían cagadas).
De beber pedimos dos cañas: pésimamente tiradas y a 3,80€ cada una.
Para cenar un "Salmorejo de albaricoque y ola de queso", un gazpacho de no me acuerdo qué, una ensalada de perdiz y unos huevos rotos con jamón. Nos sirven el salmorejo y el gazpacho. Gazpacho muy dulce, parece un postre, pero moderadamente rico. Ensalada de perdiz muy mediocre y huevos rotos muy ricos.
Salmorejo fermentado. Absolutamente fermentado. Haciendo pompitas, ácido, picaba la lengua... En fin, para qué continuar. Cualquier persona que haya probado una comida fermentada sabe de lo que hablo. Se lo comentamos al camarero y nos ofrece pedir otro plato. Decidimos no pedir nada más porque empieza a no darnos confianza. Nos traen otro cuenco de salmorejo (pese a no pedirlo). Este estaba perfecto, de hecho estaba bastante rico (aunque no tenía la "ola de queso"). Le decimos que fenomenal, pero que el que nos habían traído antes estaba fermentado (no pasa nada, es verano y hasta puedo entenderlo; pero lo que no voy a permitir es que no admitan que lo que nos han servido estaba fermentado). Tras una conversación ridícula con el cocinero, le invitamos a que se sentara con nosotros a comerse ese cuenco de gazpacho fermentado y ver qué pasaba en su tripita. Nos pregunta si queremos que manden a analizar el salmorejo. Le decimos que por supuesto que sí, pero el cuenco que nos han servido a nosotros. Accede y el caradura de él trae otro cuenco con otro salmorejo no fermentado. Le digo que, claramente, ese salmorejo no es el mismo cuenco que nos ha servido y se queda callado.
Pido la hoja de reclamaciones y aquí llega la risa. El señor gerente se pone a buscarla entre una carpeta llena de cien mil papeles. Da una primera vuelta. No la encuentra. En la segunda vuelta aparece una por ahí perdida.
A continuación empieza a recriminarme que miento (me pregunto de verdad qué se le pasa por la cabeza a alguien para pensar que una persona que está de vacaciones, queriendo disfrutar de la gastronomía de Cáceres, va a poner una hoja de reclamaciones si no es por que de verdad estaba fermentado el salmorejo). También añade que eso no es motivo para poner una hoja de reclamaciones (si un salmorejo fermentado no lo es, ¿qué lo es?) Pero ya para rematar su pésima educación (no así la de los camareros que fueron muy correctos en todo momento) me suelta: "Menos Master Chef es lo que tenéis que ver". Soy una persona educada y, más allá de ejercer mi derecho legal, no quise continuar con el pollo que él me montó delante de toda su clientela. Pero sin duda la respuesta "televisiva" más lógica a un comentario tan estúpido sólo puede ser: más Pesadilla en la cocina es lo que deberíais ver vosotros. A continuación me dio la copia de color verde, cuando es la de color rosa la que me correspondía (y ahora leo que también la blanca, aunque se la quedó él).
En resumen: muy mal sabor de boca (en todos los sentidos), cocina pretenciosa, caro para la calidad de producto que ofrecen y muuuuuy lentos, estuvimos desde las 09:30 hasta las 11:00 para 4 platos sin postre. Ah, y la terraza no es tan bonita, creedme... Cualquiera de las de la plaza del pueblo son mil veces mejores.
Jamás hubiera escrito esta crítica si simplemente hubieran admitido que el salmorejo estaba fermentado. Seguiría pensando lo mismo de la calidad de la comida, pero me lo hubiera guardado para mí. Ahora, después del disgusto y de toooodo el tiempo perdido allí y aquí escribiendo esto, espero que esta opinión le sirva a alguien para probar otros restaurantes de Cáceres. No puedo recomendar ningún otro porque, por desgracia, no comimos en más sitios de Cáceres. Una lástima, porque nos llevamos muy mal sabor de boca de esa ciudad,...
Read more“Contradictorio. No llega al aprobado (opinión bien fundamentada; la experiencia nos puso de acuerdo a ocho adultos)”
Terraza en sitio excelente, en pleno casco histórico de Cáceres.
De los muros que nos daban sombra emanaba agua que, sin encharcar, se encontraba de manera copiosa bajo nuestra mesa. Tras preguntar si podrían ser aguas fecales, la respuesta tranquila de un camarero fue un inquietante "no sé".
Las ensaladas de perdiz y atún rojo comienzan sorprendiéndonos positivamente: buena cantidad, excelente sabor y precio razonable.
Gazpacho de cerezas. Exquisito de sabor y textura.
Siguiente plato: una cazuela de arroz y un bogavante. Después de un rato, comentamos que habíamos pedido dos raciones, pero nos especifican que es lo que estamos tomando. Nuestra pregunta no se hubiera producido si en carta hubieran especificado que se trata de "arroz con MEDIO bogavante". Coincidimos en que el arroz estaba pasado de cocción y sin reposar. Sabor insulso. Es caro.
Dos raciones de chuletitas de cordero. Buen sabor. Precio elevado (cada chuletita por más de 4 o 5 euros)
Chuletón. Si nos olvidamos del hueso, lógico en el chuletón, nos encontramos con que al menos la mitad de la carne era un pedazo de grasa, por lo que el precio pasa a ser elevado. La parte comestible, pedida al punto, presentaba una textura y sabor deliciosos. Una rareza: las dos salsas que presentaba el plato (una mostaza y otra tipo césar o alioli) se encontraban bajo el chuletón; su posicionamiento debe estar apartado en el plato, lejos de "contaminar" el sabor de esta carne.
Situación surrealista al pagar. El camarero trae de vuelta el dinero diciendo que falta algo. Tras decirle con seguridad, lo cuenta ante nosotros y comprueba que está bien. (¿Qué hubiera costado contar un par de veces en la caja, antes que salir y vivir esta situación como poco incómoda?)
Por último, y tras esperar un tiempo prudencial una oferta de chupitos que sí se dio en TODAS las mesas restantes (según fuimos observando) y que en la nuestra no llegó a producirse, nos levantamos y nos despedimos amablemente de un servicio que, a nuestro parecer, prestaba voluntad pero escasez...
Read moreMuy mala experiencia, nos hemos ido bastante disgustados y con mal cuerpo del restaurante. Hicimos una reserva para dos personas, vía Internet, para hoy sábado 20/11/21 a las 14'30 horas. La reserva se hizo hace quince días (5 de noviembre) y nos fue confirmada por correo electrónico al día siguiente (6 de noviembre), como se puede ver en las fotos que adjunto. La primera sorpresa que nos encontramos es que cuando llegamos al restaurante el encargado nos dice que nuestra reserva no les consta, que habrá sido un fallo del sistema y que están completos y no pueden hacer nada. Yo le digo que eso no se puede quedar así, puesto que hay una reserva confirmada, y que me tiene que dar una solución, ya que el fallo viene de ellos y nosotros no hemos tenido la culpa. La solución que nos da el encargado es que podemos comer si queremos en una mesa alta que tienen frente a la barra. Le decimos que vamos a tomar una cerveza mientras nos lo pensamos. Llamo a varios restaurantes de la zona para intentar conseguir un sitio para comer, pero hoy había muchísimas gente por Cáceres y todos estaban completos. En ese ratito les cancelan una reserva y el encargado nos dice que nos pueden ubicar en una mesa alta que hay al lado de una ventana y frente a la puerta de entrada. No era nuestra idea, pero decidimos comer en esa mesa (los dos con el abrigo puesto porque hacía frío), porque cualquier otra cosa hubiera sido quedarnos sin comer. La comida bien y las camareras muy agradables, pero nuestra segunda sorpresa, y aún más desagradable, ha sido que, cuando le hemos dicho a la camarera que queríamos presentar una queja para que quede constancia del incidente con nuestra reserva y no vuelva a suceder, el encargado se ha comportado de una forma muy poco correcta, ha sido muy mal educado y su actitud no ha sido nada profesional. Somos de Cáceres y teníamos muchísimas ganas de ir a comer allí, pero, desde...
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