Restaurante Arte Serrano — Restaurant in Cádiz

Después de ser cliente de este establecimiento desde hace mucho. Entre 15 y 20 años.

YA NO VOY MAS.

Estos son los motivos:

En los últimos años siempre me he sentado en mesa en la terraza, pero he ido notando como su calidad ha ido bajando.

En una ocasión pedimos una ración de almejas a la marinera y cuando llegó el camarero con las almejas, antes de que las pusiera en la mesa, ya me llegó el tufo a podrido. Las olí, las probé y efectivamente estaban podridas. Se lo dije al camarero e inmediatamente la retiraron, pero la pregunta era la siguiente ¿Es que nadie, ni el cocinero, ni el camarero olió las almejas?

En junio de este año volvimos a ir, volvimos a sentarnos en la terraza y volví a notar que la calidad y cantidad no era la misma, van menguando tanto una como otra.

En vista de que la calidad en mesa no es buena, en esta última ocasión decidimos sentarnos en barra.

Lo primero que llama la atención es que ves al camarero que está dentro de la barra haciendo cosas y que te mira, se va, vuelve a venir, te vuelve a mirar… y en vista de que no nos atendía nadie, lo llamo para que nos atienda y nos dice que tenemos que pedir a los camareros de mesa. Me sorprende porque no estoy sentado en mesa sino en la barra, pero hago caso al señor y pido a los otros camareros.

Después de mucho esperar, nos atienden, pedimos las bebidas, la cual tardan 10 min. en traernos la camarera de mesa.

Yo me pido una jarra de ½ litro de cerveza sin alcohol y me sirven la cerveza en un vaso de sidra cuyo tamaño es inferior al de una jarra. Ya empezamos mal pues no es lo que he pedido y no te dicen si tienen o no tienen jarras.

Mis acompañantes se piden una copa de tinto de verano malo y tan aguado que es casi transparente. La sirven en una copa de unos 33 cl. Llena de hielo por lo que la cantidad de líquido en ella es mínima.

Lo siguiente que llama la atención es la carta de tapas.

De la enorme carta que tenían antes ha quedado reducida a la mitad o menos.

Pedimos una tapa de ensaladilla de pulpo. Antes te la ponía en una torre con un buen tamaño y blanca, porque la mayonesa es blanca. Ahora nos traen 2 bolitas minúsculas de ensaladilla sacadas con un funderelele y rojas de la cantidad de pimentón picante que le han puesto.

Pedimos otra de las especialidades de la casa. El queso frito. Antes te lo servían en un taco grande en forma de tubo octogonal. Ahora son 4 bolitas minúsculas.

Unas tortillas de camarones que bien se podían llamar tortillas fritas, porque los camarones reinan por su ausencia.

Se nos cae un tenedor al suelo, como estamos en la barra, se lo pido al camarero de la barra, quien me contesta que se lo pidamos a los camareros de mesa. Me entra ya la risa de lo ridículo que me parece la situación, que ni un triste tenedor nos pueda servir el camarero de la barra.

Le pedimos el tenedor al camarero de mesa, tenedor que nunca llega porque ves a los camareros que van corriendo de un lado a otro como pollo sin cabeza y sin rumbo, discutiendo entre ellos porque no se organizan.

Pero el colmo llega a la hora de pedir la cuenta.

Un vaso de cerveza tamaño vaso de sidra 4,80€ Una copa de tinto de verano aguado y con mucho hielo 3,35€

Me acerco al encargado y le pregunto si estos son los precios, si no ha habido ningún error. Me confirma que sí.

Pues le digo que ya no voy más. Lo siento, pero a mí me roban en mi cara una vez, 2 veces no.

Una pena que un establecimiento que al que llevo media vida hiendo haya mermado de esta manera.

Pero después de ver cómo han bajado la calidad, la cantidad y como han subido los precios de manera exponencial, ahora sé por qué en esta ocasión estaban todos los establecimientos de alrededor llenos y ellos medio vacíos.

La avaricia rompe el saco. Y por suerte en Cádiz hay un sinfín de oferta gastronómica donde te van a servir mejor, con más calidad y con precios razonables y QUE NO TE...

Never again! The elderly gentleman who owns the restaurant retired recently and leased the property to others. We visited last month felt a little unhappy but the same staff greeted us and we were more or less content even though the price of wine and beer was considerably more than what is charged locally. Tonight we went for a quick break. A couple of tapas and a drink. I ordered a Caesar salad with chicken and my partner aubergine fingers. Mine was a pint and a Canasta. We both commented on the tiny portion of Canasta but waited for our tapas. The Aubergine fingers arrived and had been briefly dipped in hot oil. Cold almost raw. My salad arrived. A tiny head of crispy lettuce had been chopped in quarters was spread over a long plate and covered with a vomit of a mayonnaise like paste. No chicken, no Parmesan cheese, no croutons. I never complain but the absence of chicken on a Caesar salad WITH CHICKEN forced even me to complain. The waitress looked at the menu, looked at me removed the dish and quickly returned with a finely diced cubic inch of chicken meat. Gross disrespect and indifference made us both remove this once caring and very local and happy place from our list of places to...

El local es muy bonito y la localización inmejorable. Respecto a la comida y al servicio difiero mucho de opinión.

Llegamos siendo siete comensales. Nos colocan en una mesa de diez porque es la única disponible sin reserva. Íbamos con intenciones de tomar tapas y nos dijeron que las tapas solo se podían comer en la barra no en mesa. Lo entendería si no fuera porque íbamos con dos bebés en sus carros y comer en barra en los taburetes era lo que viene siendo un poco incómodo. Nos tocó comer de carta.

Aquí empieza nuestro show, captar la atención del camarero era deporte olímpico. Yo de hecho le llamé solamente una vez con la mano para preguntarle si era posible que me calentase un potito para mi hija, respondiéndome en la lejanía con las manos que me “calmase” o me “lo tomase con calma” cuando ni siquiera sabía lo que le iba a pedir. Treinta minutos después seguimos sin saber nada del camarero, solo nos han servido 4 bebidas de los seis que éramos, tiene que entrar mi pareja dentro a pedir que por favor nos calentasen la comida de la niña. Después de eso tardaron otros treinta minutos en calentarlo que estuvimos a punto de volver a entrar a preguntar.

El servicio muy desorientado, sin orden ni concierto, el orden de llegada brilla por su ausencia. Nos sirvieron los primeros platos antes que los entrantes, pedimos huevos rotos con langostinos y ensaladilla, las patatas encharcadas en aceite con cuatro langostinos contados. La brocheta de pollo estaba seca, se le derramó la salsa y tuvo que pedir tres veces que le trajeran por favor otro poco para poder comerlo. Al final, tuvo que entrar dentro.

Los chipirones con arroz, ni fu ni fa, los chipirones estaban buenos pero el arroz insípido cuando se suponía que tenía una salsa de ajo y perejil. Y la ración pequeña para mi gusto.

El filete de pez espada, por contraparte estaba bueno según me dijeron. Las albóndigas mi cuñado también estaban buenas y mi suegra las milhojas también estaban bastante buenas y platos abundantes.

Las bebidas lo mismo, cada media hora se acordaban que habíamos pedido una sola bebida.

Cuando terminamos de comer, le pedimos la cuenta otras tres veces en un transcurso casi de unos 40 minutos. Al final la mitad nos tuvimos que ir y mi cuñado tuvo que quedarse, para después recibir al camarero malencarado.

Y todo el show, por 170€ seis personas.

En resumen, no volveremos y estamos muy decepcionados. Nos habían hablado bien del sitio y nuestra experiencia ha sido...