Restaurante Brasayleña Espacio Mediterráneo Cartagena — Restaurant in Cartagena

Es la segunda vez que como en este restaurante y por lo que veo, la calidad ha bajado enormemente. Ahora comprendo porqué apenas había gente comiendo cuando llegué. Tras hacer el pedido de bebida y acompañamientos, tardaron bastante en traer la bebida, que normalmente es algo que se sirve inmediatamente, si que es verdad que los acompañamientos los trajeron bastante rápido, pero eso, solamente los acompañamientos, sin bebida y mucho menos la carne que tardaron bastante tiempo en empezar a pasar con los diferentes pinchos con carne para cortar. Decir que algunas piezas, en especial las alitas y los muslitos de pollo, tenían sabor como rancio, es decir como si estuviesen hechos de otro día, ya que tenían ese típico sabor a recalentado. Pues bien después de pasar una primera ronda con los diferentes tipos de carne y en vista que no volvían a pasar por mi mesa (recordemos que el local estaba casi vacio) tuve que avisar al que creo era el encargado, que se le veía cara de bastante agobio, para indicarle que habían transcurrido como 15 minutos desde que avisé para que trajesen más acompañamientos y más bebidas, ni que decir de la carne, que no habían vuelto a pasar desde la primera vez. Tras esto, esta persona avisó a una chica de las que hacían la solicitud de productos y le recriminó la falta de atención, supongo que a mi mesa. Desde ese momento, ya si trajeron todo lo que había pedido y volvieron a pasar con más carne. En fin, la verdad que una experiencia para no repetir, la primera vez que visité este local, me pareció bien, pero en esta otra, me han defraudado totalmente. De hecho no pienso volver y ahora entiendo el porqué todos los demás locales estaban llenos de gente y este casi vacío. La gente no es tonta y cuando no ven un buen servicio no repiten como va a ser mi caso. Siento ser tan crítico, pero el servicio es algo que no se puede descuidar. Me puede gustar más o menos la comida, pero si el servicio es pésimo no lo puedo...

Un sitio nefasto, lástima no se pueda poner un 0, es el peor brasa y leña que he conocido jamás, ya que mi pareja y yo somos asiduos a este local. En primer lugar al llegar pedimos dos caipiriñas y la camarera nos informa que lleva un 75% de zumo y un 25% de cachaza a lo que le pedimos que ya que esa no es la forma correcta de prepararla que por favor nos echaran algo más de cachaza y cuando llega nuestra bebida a la mesa nos encontramos un más que desagradable zumo de lima con extra de azúcar, sabor tan dulce que era imposible para comer por lo que pedimos nos cambiaran las bebidas por un vino y una cerveza, que por cierto tardo 25 minutos en llegar. Tras esto empiezan a servirnos la carne los chorizos criollos muslos de pollo, alitas……. Pero los cortes de ternera y demás no llegaron en ningún momento ya que pese haber estado sentado casi dos horas el camarero nuestro solo servía esos cortes a las mesas de al lado ofreciéndonos una carne totalmente ensangrentada y un aspecto lamentable. Tras reclamarle en cuatro ocasiones para que nos sirviera alguno de esos platos el camarero seguía trayéndolos llenos de sangre por lo que después de dos horas pudimos comer un par de cortes de ternera COMPLETAMENTE CRUDOS y tras mi normal enfado les pido la cuenta y encima me cobran ese lamentable zumo de lima con azúcar. Mi mesa era la 42, de verdad no puede seguir funcionando un local tan sumamente lamentable como este en el que he pagado 61€ para comer...

Somos brasileiros e queríamos conhecer o restaurante. Quando sentamos na mesa, não havia cardápio e estranhamos. Nos foi oferecido dois tipos de menu, um rodízio e um Amazônia, mas sem cardápio foi difícil acompanhar. Na mesa do lado, uma das garçonetes veio para limpar e colocou todos os pratos sujos na nossa mesa para passar pano na mesa do lado. Achei estranho por que nunca vi isso. A comida veio, e a feijoada não era feijoada. Era feijão preto. O arroz estava oleoso. Muito feijão pra pouco arroz. A batata, o arroz e o feijão estavam frios. Não havia farofa. Numa churrascaria brasileira encontra-se um indicador verde e vermelho para os garçons saberem quando queremos que a carne continue vindo ou não. Não havia pinça para pegar a carne logo que o garçom cortasse. Uns dos garçons se atrapalhou no corte, a carne caiu na mesa, sujou e ninguém veio limpar. A sobremesa era um brownie. Parecia que o brownie tinha sido aquecido no microondas. Estava seco e duro. A caipirinha não parecia ter gosto de cachaça, e sim de vodka. Nossa experiência foi decepcionante pois estamos longe do nosso país e queríamos sentir o gostinho de casa. Um dos garçons foi atencioso conosco. O guaraná foi a melhor parte. Mas não entendemos por que ele não fazia parte do rodízio e foi...