le pongo 5 ESTRELLAS para que la reseña no se entierre en la parte baja, pero no es que fuera malo, fue peor por qué el TIMO ES MEMORABLE.
Todo lo que voy a contar se refrenda con imágenes.
Reserva para las 22:30 a nombre de Jorge Fernández.( nada que esconder).
Llegamos con las ideas claras, pero ante el ofrecimiento de oricios cambió todo el plan.
De entrantes unos bígaros que estaban bastante bien en cantidad y calidad.
Cómo he dicho nos ofrecieron oricios a 28€ docena, llegados esa misma tarde y muy llenos,(según el camarero) que mas adelante hablaremos de el....
De segundo pedimos 1kg de cigalas "de tronco" a 160€/kg, primera sorpresa, 3 cigalas 1kg, 4 1,4kg, bueno puede ser, pero al venir las 4 eran muy parecidas.
Nos pregunta si los oricios los queremos "asustados"(sacar y meter en agua hirviendo),o cocidos normal.
Los pedimos cocidos y cuando llegan empieza el show...
En este sitio las DOCENAS son de 9 unidades, se lo decimos al camarero se los lleva para contarlos, nos viene y nos dice que si que son 9 pero que como unos vienen llenos y otros no y que en COCINA, pasan las huevas de uno a otro pero que son 12.
Las docenas son 12 y si sale alguno vacío lo quitas y pones otro.
Creo que un cliente no tiene que hacerse responsable de pedirlo y que salga vacío. Esto habla muy mal de este sitio de renombre.
El tema es que entre ir y venir se enfriaron, y sorpresa venían asustados, esto lo único que hace es que el oricio le cambie la textura y el sabor.
Cosa muy importante al que los sepa apreciar, porque el sabor a todo se hace insoportable al gusto y al estómago, la hueva no tiene esa textura granulada que es tan sabrosa y el sabor pasa a ser como si bebieras Betadine, un desinfectante efectivo...
El camarero en ese momento desapareció y nos dimos cuenta que empezó a tartamudear en cada diálogo.
Nos traen el 1,4kg de cigalas, con una presentación de palacio real, bandeja de un metro, excesivo para el comensal pero muy eficiente para el resto del local.
Nada que decir perfectas, pero con el saboron y la estomagada de los oricios no las pudimos acabar y las pedimos para llevar.
Sorpresa en casa se pesa y 268g por cigala, eran más menos todas iguales.
Esto aplicando las matemáticas y un poco de merma(agua, coccion y calor) sale 1kg o 1,1kg.
EN ATAULFO son 1,4kg.
En estos casos lo menos es que lo pesen delante de ti hablamos ya que a 160€/Kg, la confianza no sirve.
A todo esto, pasa a un plano principal el jefe, cuchicheando con el camarero, y no se digno a pasar por la mesa a dar o pedir ninguna explicación, pero si pasando dos veces al lado nuestro y mirando de reojo, pero decidió dejarlo todo en manos de un camarero SOBREPASMADO por la situación.
Repito tartamudear no es síntoma de confianza sino de todo lo contrario.
Eso si , el servicio fue 4 vasos de sidra por estar sobados de los dedos, como 8 o 10 cambio de platos y servilletas y cuatro toallitas de aloe vera.
A partir de ahí nos atendió una camarera de coleta muy simpática y con empatía, que vio todo de lejos y a boca pequeña (normal) nos comentó que estábamos en lo cierto. Que insinuó que trata a todo el mundo como sin fueramos madrileños ignorantes (textual).
Una lástima ahorrar cuatro duros como trabajadores corrientes que somos y se nos fastidie un cumpleaños de esta forma, no es normal que una marisquería de este copete te trate peor que un trilero del rastro.
Una pena....
Ojalá que el propietario se atreva a rebatir la reseña.....
Nada me gustaría más.....
Hai te quedan las fotos campeón......
Un saludo y hasta...
Read moreThis might have been the freshest seafood we have had, period. We had experienced quite the wait as it was Friday and we didn’t have reservations - they promised us a table and kept us entertained with a couple of ciders. When we finally got our table the wait was rather short and the dishes, while kept very simple, were gorgeous. The Salpicón was sublime, the Razor Clams were to die for and the Crab was one of the freshest we’ve had. The prices are relatively high - but go there,...
Read morePongo esta reseña con el perfil de mi hija. Ayer fuimos mi mujer y yo a pasar el día a Gijón y acabamos en esta marisquería para darnos un homenaje y pedir una mariscada. Pedimos unas almejas de entrante y la mariscada pero el camarero se empeña y se empeña en que la mariscada era mucho para nosotros dos, que no, que nos proponía una langosta. Tras MUCHA insistencia aceptamos porque no nos daba opción a no hacerlo y nos trae una langosta de 2 kilos 300 gramos, para 2 personas de 72 años. La sorpresa ha venido cuando nos han traído la cuenta. La mariscada que queríamos costaba 180 y la langosta que nos han enlosado (con las almejas y un par de bebidas) ha costado 366 euros. No nos hemos quejado por vergüenza y porque ya con nuestra edad no tenemos ganas de numeritos pero la sensación ha sido de habernos estafado. La langosta por supuesto no hemos podido comérnosla. Que te hagan una sugerencia que cuesta el doble de lo que tú has pedido y se empeñe y se empeñe el camarero ha sido algo increíble. Hemos vuelto a casa hechos polvo. De querer una mariscada variada, probar un poco de todo y darnos un capricho a volver a casa medio enfermos de no poder comernos lo que nos había puesto y además con un precio muy por encima a lo que teníamos pensado gastar. En fin. Una experiencia muy triste, sensación de estafa. Algo que jamás pensamos que nos...
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