Mesón El Museo — Restaurant in Gijón

Fuimos el otro dia a cenar alli, al llegar y preguntar por nuestra reserva de las 22:30 nos llevan hacia una mesa ya ocupada diciendonos que es la nuestra, por lo que nos toca esperar a que nos preparen una. Da la casualidad que en la mesa que nos habian dicho al inicio habia sentado un conocido nuestro, el cual nos enseña como la mesa estaba reservada para ellos y no para nosotros, es decir, que no tenian realmente nuestra reserva preparada, da casualidad que quedo una mesa libre y ahi nos pusieron bastante mas tarde de la hora de nuestra reserva. Todo esto teniendo en cuenta que ya se habian pagado por adelantado 40€ para reservar. Dicen que en compensacion haran algo del estilo de rebaja en la bebida o algo asi.

Pedimos raciones de cabracho, chipirones a la plancha, pollo al ajillo, cecina, y unos cachopos para compartir (2 de cecina y uno clasico para gente que no lo queria con cecina). De bebida agua y sangria de sidra.

Las raciones de cabracho y cecina bien, ricas y buena cantidad. El pollo al ajillo era simplemente pollo demasiado frito, el ajillo no se veia por ningun lado. Los chipirones bien de sabor, pero muy cortos en cantidad. Los cachopos bien de cantidad, aunque un rebozado algo excesivo y el clasico, que se habia pedido para quien no queria cecina, tambien traia algo de cecina por dentro.

La bebida, que suele servirse antes de la comida, en este caso llego entre la segunda y la tercera racion, ademas de las 3 jarras de sangria solo una tenia el cucharon de madera para revolver y ayudarse a servir, y cuando se le pidio por favor al camarero que trajese mas su respuesta fue que usasemos esa que teniamos para todas las jarras. Por suerte mas tarde trajo mas cucharones para revolver y servir.

La compensacion del final fue invitarnos a cafes y chupitos, esto despues de pasar a tomar nota y la mayoria no pedir ni cafe ni chupito... Un gesto muy escueto.

El precio por la cantidad y calidad de la comida estuvo bien, unos 23€ por persona aproximadamente, y salimos llenos.

Quiero pensar que todo esto fue debido a que habia mucha gente ese dia, ya que en otras ocasiones que estuvimos el servicio fue estupendo. Pero tras esta ultima experiencia no es un lugar que...

"Una Experiencia de Hidratación Selectiva: El Arte de Servir lo Justo y Necesario"

Decidimos aventurarnos a este encantador lugar a las 00:45, con la simple misión de saciar nuestra sed y disfrutar de un par de bebidas. La carta nos ofrecía un sinfín de opciones, pero parece que el concepto del "menú reducido" se llevó a cabo con un rigor inigualable.

Pedimos dos cafés con hielo, un tinto de verano, un refresco de naranja, un ron con refresco y una cerveza de limón. Empezó bien, los cafés y el refresco llegaron con una puntualidad suiza, y el tinto de verano apareció también, como un soldado listo para la batalla. Sin embargo, parece que la cerveza de limón decidió tomarse el resto de la noche libre. Cuando preguntamos por ella, nos informaron con gran solemnidad que no había cerveza de limón. Pero aquí viene lo mejor: cuando opté por otro café con hielo en lugar de la ausente cerveza, me informaron que la cafetera ya había sido cerrada... justo después de haber servido los otros dos cafés. ¡Una sincronización perfecta!

Y sobre el ron con refresco... bueno, todavía estamos esperándolo. Quizás se esté añejando más tiempo para obtener ese sabor perfecto que solo se consigue con horas de preparación, o tal vez se unió a la cerveza de limón en su noche libre. El misterio permanece.

En resumen, si buscas un lugar donde las bebidas llegan a su propio ritmo, donde cada orden es una sorpresa, y donde la cafetera ya se fue a dormir, este es tu lugar. Al menos te garantizan que nunca te sentirás sobrecargado de opciones: solo recibes exactamente lo que la cocina decida, y ni...

No queríamos entrar a detallar la incidencia, pero a petición del establecimiento lo expongo. Cena para 8 personas en la cual pedimos entre otras cosas dos bandejas de parrillada para compartir, el camarero a viva voz, nos informa del contenido de dichas bandejas aceptando nosotros el mismo. Cuando nos sirve ambas bandejas nos indica que en ese preciso instante le informaron que no había chuletillas de cordero y que las habían cambiado por 2 miseras lonchas de Bacon. (Que a nuestro parecer, no se corresponde ni el tipo ni la cantidad del cambio). Solicitamos hablar con el encargado, el cual no se encuentra en el lugar. El camarero nos indica que vendrá "a lo largo de la noche". Al solicitar la cuenta, el encargado sigue sin aparecer y tampoco atiende a las llamadas telefónicas de su empleados. Solicitamos las hojas de reclamaciones dado que nos han vendido un producto el cual no se corresponde con el ofertado y estas no aparecen. Nos intentan "colar" las hojas de reclamaciones de un local próximo (del cual también son propietarios). Cuando ya estamos por solicitar presencia policial ante las irregularidades acaecidas, aparece el dueño, el cual, pone en duda y cuestiona los hechos. (Parrillada fría, grasienta y con artículos cambiados). La única solución que nos ofrece es invitarnos a una ronda de chupitos, el cual nos pareció poco serio. Finalmente, y tras razonar con el dueño y ante su intangibilidad decidimos aceptar un descuento de 18€ en la cuenta. Hay mejores opciones en Gijón con una...