RESPONDO: Tras la sartenada de mentiras que dicen, me veo obligado a responder. En ningún momento fui YO quien le solicitó un pollo con patatas, ni de malas maneras. Le dije, con una sonrisa y un por favor, si se podía cambiar el pescado por lo que fuese porque tengo intolerancia al pescado, y me dijeron que era lo que había, de horribles maneras. Di las gracias y me senté. El vaso de gazpacho no se sirvió a pesar de haber pagado el precio, por lo que me está dando la razón. Lo que también se sirvió fue tirarle el vaso de vino a una compañera sin compensación, servir una rodajita de pan (que pesaría escasos gramos) por persona, y servir DISTINTOS primeros platos a distintos comensales porque no quedaba más. Tengo constancia de que otro comensal pidió que le cambiarán el plato, así que me habrán confundido con él, pero son ustedes unos tremendos sinvergüenzas con la contestación que me han dado.
Tras pedir un menú de 15.90 euros para unas 50 personas, es triste admitir que tanto la comida como el servicio dio que desear. Al llegar, les avisé que no podía comer pescado, a lo que se me contestó, de forma altiva y agresiva, "habéis tenido tiempo de sobra para decirlo, esto es lo que hay". Cuando llega el plato de pescado (que se ha comido una compañera mía porque no puedo tomar pescado), pido un vaso de gazpacho, que estaban ofreciendo a otros comensales, a lo que se me responde que ya no quedaba. Media hora después, sirven un vaso de gazpacho en otra mesa, bajo mi sorpresa. Esperaba que el postre fuese la excepción, pero el arroz con leche estaba caliente, insípido y sin dulzor alguno. Las raciones fueron extremadamente mínimas: un guiso de patatas de primero (quizás un cazo y medio), y un pez de limón de segundo (con una patata asada de guarnición, sin especiar, y varias tiras de pimiento). Tras haberse quejado todos los 50 comensales, cabe destacar positivamente la respuesta del restaurante a nuestro descontento, permitiéndonos tener a todos una segunda consumición gratis, lo que se aprecia enormemente. Mi experiencia personal, sin embargo, es para nunca jamás volver a repetir. Hemos probado menús por mucho menos precio, con mucha más cantidad y variedad, y con un personal mucho más...
Read moreRecientemente tuve la oportunidad de visitar La Abuela Rula, un restaurante que destaca por su cálido ambiente y una oferta gastronómica que combina productos frescos con una ejecución sencilla pero efectiva. Ubicado en un rincón acogedor, el restaurante ofrece una carta que equilibra tradición y sabor, perfecta para quienes buscan disfrutar de una comida sin pretensiones, pero con alma.
Comenzamos la velada con unos mejillones frescos, cuya preparación fue simple, permitiendo que el sabor natural del marisco se luciera por completo. La cocción era perfecta: jugosos y con un toque sutil de ajo y perejil que aportaba un delicado matiz sin opacar la frescura de los mejillones. Este primer plato fue una excelente introducción a lo que sería una experiencia grata y auténtica.
El plato principal, un entrecot de cerdo, fue sin duda el protagonista de la noche. Cocido a la perfección, con un exterior crujiente que contrastaba con la jugosidad interior, el corte mostraba una calidad notable. Acompañado de guarniciones tradicionales, se convirtió en una comida reconfortante y llena de sabor.
No puedo dejar de mencionar la impecable atención del personal, especialmente la de Francisco, quien se destacó por su amabilidad y profesionalismo. Su cercanía y atención a los detalles hicieron que nuestra experiencia fuera aún más placentera. Francisco conoce el menú en profundidad y se aseguró de que no nos faltara nada, brindándonos recomendaciones oportunas y asegurándose de que cada plato llegara en su punto justo.
En resumen, La Abuela Rula no solo se distingue por su cocina bien ejecutada, sino también por un servicio excepcional que hace que cada comensal se sienta como en casa. La atención de Francisco fue clave para hacer de esta visita algo memorable. Sin duda, un lugar al que regresaré para disfrutar nuevamente de su cocina y...
Read moreLamentable comida la que hemos tenido. Solemos venir a este restaurante y podemos comprobar la decadencia del mismo. Servicio de mesa sin experiencia ninguna, ni en preparar ni en servir pescados a los comensales. Lechuga de bolsa que estaba súper pasada y blanda. Pedimos (por encargo) arroz ciego caldoso y cuál es nuestra sorpresa cuando vemos que nos lo sirven en paellera plana!!! Al probarlo es de los peores arroces que hemos probado. Totalmente duro y sin sabor ninguno...se quedó prácticamente entero por qué no se podía comer. Se ve que tampoco era el día de la fritura que pedimos, ya que sólo tenía boquerones, calamares (de muy dudosa calidad) y cazon adobado. Sinceramente una comida de más de 100€ que no valía ni la mitad. Todo esto se lo dijimos al camarero y su respuesta fue "yo es que es mi primer día en este restaurante, yo es que trabajo en el otro y me han dicho que venga xq están desbordados".... Empatía con el cliente 0, calidad de producto 0, servicio 0... Es una pena ver cómo ha caído este restaurante que en sus inicios estuvo...
Read more