Una pesadilla asiática disfrazada de fusión gourmet
No recuerdo exactamente en qué momento perdí la fe en la humanidad, pero sospecho que fue entre el tercer intento de tragar aquel pedazo de pollo crudo con textura de esponja industrial, y el sushi que parecía haber sido ensamblado por un becario ciego de una cadena de supermercados del infierno. Entré a Saiko esperando un viaje sensorial por la ruta de la seda. Salí con el alma perforada y el estómago en huelga.
La carta promete una fusión entre Japón y China, pero lo que me sirvieron fue un crimen culinario sin pasaporte. Las porciones son microscópicas, como si fueran diseñadas para alimentar a un hámster zen en dieta líquida. Cada plato parece más una broma conceptual que una propuesta gastronómica. El chef —si es que existe— debe odiar la comida tanto como yo odié esa cena.
Los sabores eran tan artificiales y forzados que tuve que revisar dos veces si no me estaban grabando para un episodio de “Pesadilla en la cocina: Edición psicodélica”. Y no, no era una cámara oculta. Era solo Saiko, un lugar donde los sueños gastronómicos van a morir en silencio.
Un consejo: si estás en Granada y te invade un antojo de comida asiática, corre en dirección contraria. Lánzate por una colina, huye a la Alhambra, bebe té moruno, come tapas, pero no entres aquí. Saiko no es un restaurante. Es un campo de pruebas para el fracaso del concepto “fusión”.
Nunca más. Que Buda me perdone. Saiko – Granada A culinary car crash disguised as Asian fusion
I can’t quite pinpoint the exact moment I lost all faith in humanity, but it was probably somewhere between the half-raw chicken that tasted like damp drywall and the sushi that looked like it had been assembled by a blindfolded intern at a gas station.
I walked into Saiko expecting a bold fusion between Japanese elegance and Chinese tradition. What I got was an insult to both civilizations — a Frankenstein of flavors stitched together without mercy or meaning. The portions were insulting. Tiny, tragic, the kind of food that would leave a Buddhist monk starving and confused.
Nothing had balance. Nothing had soul. The dishes were so absurdly artificial that I briefly considered the possibility I was being filmed for a cooking show prank. But no — it was just Saiko, where culinary dreams go to die slowly under dim lighting and forced soy sauce illusions.
The so-called fusion is more like a diplomatic incident on a plate. A plate, by the way, that barely had enough substance to qualify as a meal. At best, this was a tasteless experiment gone rogue. At worst, an edible horror show.
If you find yourself in Granada craving Asian food, do yourself a favor: run. Run far and fast. Eat a tapa. Eat your shoe. But do not walk into this sad excuse for a restaurant.
Saiko is not a dining experience. It’s a gastronomic hallucination brought to life by someone who clearly hates food.
Never again. May the culinary gods have mercy...
Read moreNo sé por donde empezar. Quiero empezar por lo bueno, el restaurante es bonito, la camarera muy amable y el trato de su parte fue buena. La cosa viene en que éramos un grupo de 17 personas con una reserva medianamente temprana y los únicos en el local (local con un aforo de 60 y pico personas), recalco eso de ser los únicos en todo el restaurante. La aplicación que utilizan para que pidamos los platos es un poco liosa en grupos grandes y muy lenta pero bueno, eso no ha sido mucho el inconveniente, lo único malo que veo es eso de tener que esperar 10 minutos entre comandas porque así sólo se tarda más en comer. Empezamos a pedir algunos platos para cada persona y vemos que solamente llegan pocos platos de una de las mesas nuestras, el resto sigue sin comer, así sucesivamente, los primeros platos nunca llegan , y recalcamos varias veces lo que nos falta por llegar. Habían platos que habíamos pedido que al final no quedaban existencias (sin decírnoslo ellos a nosotros desde el primer momento). Total, que varias personas se quedaron sin comer durante las 2 horas y media que esperamos por la comida (yo incluída) y que nunca llegó, ya al final empezaron a venir un montón de platos repetidos o que ni habíamos pedido. Hablamos con la persona que se encargaba de la caja y quería hacernos pagar los 20€ del menú cuando no habíamos probado casi bocado. Al final después de 30 minutos de debatir en intentar que comprendieran que no habíamos comido, solamente pagamos la bebida que sí habíamos consumido pero aún así nos llevamos una mala experiencia. Es comprensible que cuando es un grupo grande y el local esté lleno, hayan muchos platos que no salgan, pero por eso recalqué al principio que éramos los únicos en todo el local. No me quiero imaginar el lío que pasa si el local está lleno. Quizás fue un mal día.
No puedo recomendar platos porque nunca probé...
Read moreMe dirijo a ustedes para expresar mi insatisfacción respecto a una experiencia reciente que tuve en su establecimiento. El pasado 15 de octubre de 2023, realicé una reserva a través de la plataforma El Tenedor, atraído por el descuento promocional del 50% que me ofrecía.
Al finalizar mi comida y solicitar la cuenta, me sorprendí al constatar que el descuento no fue aplicado. Al tratar de esclarecer la situación con su personal, fui informado de que, según su versión, ya habían alcanzado el cupo de descuentos para ese día. Sin embargo, pude comprobar en el momento que aún era posible realizar una nueva reserva para esa misma jornada con el mencionado descuento a través de El Tenedor.
Lo que incrementó mi sorpresa fue descubrir que no era un incidente aislado. Ese mismo día, un cliente había compartido una valoración en Google señalando una situación similar con el descuento en su restaurante.
Cuando intenté resolver el problema con el personal de su establecimiento, especialmente con el camarero que nos atendió, percibí una actitud inflexible. Se insistió en que el error provenía de la aplicación El Tenedor y no del restaurante. A pesar de nuestra insistencia y la evidencia presentada, la única respuesta que obtuvimos fue un simple "lo siento", sin ningún intento de ofrecer una solución o compensación.
Me siento profundamente decepcionado por la falta de asistencia y transparencia demostrada por su equipo. La confianza que deposité en su restaurante, basándome en la oferta de El Tenedor, se vio gravemente afectada. Espero que puedan revisar y mejorar sus procesos internos para que otros clientes no experimenten situaciones similares en el futuro.
Quedo a la espera de una respuesta y acción correctiva por su parte, y agradezco de antemano su atención a...
Read more