Una experiencia decepcionante que rozó la estafa
Reservamos con antelación para celebrar un cumpleaños de 10 personas a las 21:00/21:30 y recibimos confirmación. Sin embargo, al llegar nos informaron que solo podían acomodar a 8 personas. A pesar del contratiempo, no pusimos objeción porque dos personas decidieron irse. Aun así, los 8 que nos quedamos estuvimos visiblemente apretados.
La experiencia fue empeorando desde el primer momento. Cada persona pidió al menos 2 platos en la primera ronda; algunas parejas compartieron 3. No llegó ni la mitad de lo solicitado. Reclamamos en varias ocasiones: primero nos dijeron que ya estaba todo servido, luego que no encontraban la hoja del pedido, y finalmente prometieron venir a verificar plato por plato, cosa que nunca hicieron. Tuvimos que rehacer la lista por nuestra cuenta tras más de una hora de espera. Cuando por fin volvimos a reclamar, trajeron apenas un plato por persona, algunos incluso equivocados.
El servicio fue completamente ineficaz: hacíamos señas al personal y nos ignoraban deliberadamente. Les entregamos varias veces la lista completa de platos pendientes, intentando razonar, pero apenas respondían y nos miraban con desdén. En total, cada comensal terminó comiendo aproximadamente cuatro platos minúsculos, más dos raciones de arroz para compartir. El resto del tiempo, simplemente esperamos mientras veíamos cómo el servicio se desmoronaba.
Estuvimos allí casi hasta el cierre. No pudimos ni pedir postre porque, media hora antes del cierre, el personal ya nos estaba presionando para que nos fuéramos, a pesar de que fue su desorganización la que alargó la cena innecesariamente más de tres horas. El trato final fue de puro desprecio. Los platos que sí llegaron, especialmente los fideos y arroces, estaban mal preparados y claramente hechos con prisa. Lo más desconcertante es que, a pesar de todo esto, el local pretende ofrecer una experiencia tipo “barra libre de platos” por 20 €, cuando claramente no tiene la capacidad operativa para cumplir con esa promesa.
Y aquí es donde surge la duda más preocupante: no sé si esta cadena de errores y mala atención se debe a una mala gestión del espacio, una cocina desbordada con pocos cocineros y personal maleducado, o si estamos ante una estrategia comercial deliberada para confundir al cliente, ralentizar el servicio y así reducir al mínimo el coste por comensal. En cualquiera de los dos casos, el resultado es el mismo: una experiencia desastrosa.
La cuenta total fue de unos 200 € por la mesa, incluyendo bebidas que prácticamente nos vimos forzados a pedir solo para mitigar la espera. En resumen: un servicio nefasto, una organización inexistente y una sensación general de haber sido estafados. No lo recomendaría en absoluto.
Viendo aquí las reseñas ya veo que la mayoría de personas han tenido la misma experiencia que yo incluso intoxicaciones, y también veo que pagan o acuerdan falsas reseñas buenas para esconder las verdaderas reseñas malas.
Sinceramente en gran canaria hay muchos restaurantes tipo “barra libre de comida” y que realmente si ofrecen la oferta que prometen y si tienen medidas inteligentes y que no dañan al consumidor para no tener pérdidas económicas, en los alisios mismo a 2 pasos de este...
Read moreDe lo que comimos, lo que estaba pasable-bueno fueron las gyozas de carne, los rollitos vietnamitas de carne y los fideos de ternera, que aunque estaba todo un poco salado, era comestible; pero no sé si fue que lo pillamos en fin de semana, que el sushi, debido al arroz saladísimo (se me quedó la boca como si me hubiera comido un paquete de pipas saladas de las grandes) fue imposible de comer, lo cual fue una verdadera lástima, porque el atún estaba muy fresco y bueno, aunque los Makis estaban abiertos (algunos se veían a simple vista y otros se abrieron nada más tocarlos); además de las bolitas de pollo con sésamo, que también estaban muy saladas. La teoría de mi acompañante es que lo pusieron salado para que pidiéramos otra bebida, ya que solo pedimos agua. La chica de pelo corto, sobre todo, fue muy amable en todo momento y el muchacho también, aunque con el sushi no pusieron (además de lo saladísimo que estaba el arroz) ni jengibre ni wasabi; lo pedí al muchacho, pero lo olvidó y al final tuve que dejarlo. Donde se pasan es en el precio de la bebida que fue exagerado: 1'95€ por una botella de plástico de agua de medio litro de la marca Fuenteror, que no supera los 0'30€; vamos, exagerado, ya que por ese precio en otros buffets dan la botella de cristal de agua de 1 litro. No creo que vuelva a darle otra oportunidad, pero bueno, si es así, espero que no esté tan, tan, tan salada la comida, que pongan el sushi como va, con su jengibre y wasabi, que no esté tan salada la comida, que el arroz de los Nigiris y Makis no se rompan con solo mirarlos y que traigan más cantidad, ya que de Nigiris...
Read moreNot many buffet type of restaurants are above average and this one borders on the below average. Most people come to these sort of places to stuff themselves silly on "sushi" and if you know anything about good food, you'll be expecting faux sushi at best. You'll be hard-pressed to get a tray of sushi at €12.95, let alone eat as much as you want! So, if you come here, I'd recommend going for the Chinese dishes instead. They are, after all, like in all the other "Japanese" eateries...
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