Marcela Brasa y Vinos — Restaurant in León

We carefully selected this restaurant reading the reviews. And a Michelin notation 2024 to top it off made us decide to reserve a table and enjoy a good dinner. We ate in the restaurant on the first floor which was very empty around 20:30 pm. But even at 22:00 pm the locals didn’t arrive. We were disappointed in the quality of the food, in taste and texture. Very special bread was offered with a whole explanation of its origin but they did end up charging €4,50 for it. If you charge, make it optional. You could serve a much smaller portion instead of the whole bread and not charge for it. The fish was frozen even though the menu described the fact that they could only serve certain fish because of its availability at the market that day. (Bonito tuna and monkfish). The waiters were very busy communicating with each other by earphones but not too involved with communicating with the customers. They seemed stressed and not very happy to be serving people. Little effort was made to explain dishes: it was turbo Spanish (and I understand and speak Spanish) or poor English. So, Marcela and co, you pretend to offer a high quality dinner with excellent service but it just wasn’t good enough. A little more TLC “tender loving care” in the food and service...

Once was enough, never again, pricey considering quality. I am from Leon but living overseas for 11 years and wanted to visit Marcela for a couple of years now, but it was very disappointing. Maybe our choices were not the best, but the Beef Wellington was over cooked, no trace of prosciutto nor chestnut mushroom, sides were just french fries and some white beams, I would expect something different as a la braise asparagus with a rich sauce or some kind of grilled veggies as this is a la braise restaurant.

The a la braise tuna tartar with avocado was very chunky, the avocado was under-ripe, the tuna tartar was tasty though.

Fair to say, cheese cake was delicious.

Last but not least, the environment was disturbing. Live music is a good add-in, but right the opposite if too loud in special when all the sound comes from just one focal point instead from an smooth cozzy sorrounding system. Way too loud, other customers were complaining about that, and comments from Marcela´s staff we could hear about these customers were not appropriate and arrogant to be made close to others, manners in public should be held, and that sort comments made in private.

In summary not worth the shot for a 180 Euros dinner for two people.

Una vez y no mas, caro en comparacion con la calidad. Soy Leones aunque viviendo 11 años en el extranjero y desde que abrieron siempre quise probar la restauracion del Marcela, pero ha sido realmente decepcionante. Probablemente le eleccion de platos no fue la mejor, pero el Solomillo Wellington estaba muy pasado, sin rastro de prosciutto/pancetta/jamon ni champiñones. Siendo un restaurante a la brasa, esperaria otro tipo de acompañamiento a la carne en lugar de unas simples patatas fritas y unas judias/alubias blancas.

El tartar de atun con aguacate... el aguacate no estaba maduro, mas bien duro, aunque el tartar era aceptable, sin embargo la presentacion daba la sensacion de "pegote" de tartar sobre medio aguacate, mal.

Es justo decir que la tarta de queso estaba deliciosa.

Por ultimo, el ambiente era desgradable, principalmente por la musica en directo, que puede y debe ser un plus agradable, pero cuando el volumen es tan alto y no permite una conversacion normal durante la cena, se convierte en todo lo contrario. La fuente de sonido desde un unico punto focal con ese volumen estridente de guitarra y piano es desde mi punto de vista un error, deberia ser algo distribuido uniforme en toda la sala para dar calidez. Otros comensales se quejaron sobre este particular, y el Jefe de Sala desafortunadamente hizo unos comentarios que pudimos escuchar bastante arrogantes y poco acertados, no por el comentario en si, si no por hacerlos en sala en lugar de en privado.

En resumen, no merece la pena para una cena de dos personas...

La puntuación de una estrella únicamente se la designo por su jefe de sala y su trato hacia nosotros. Teníamos una reserva para 4 personas y todo empezó según esperábamos, puesto que el sitio es precioso y nos trataron de forma estupenda en la recepción. Todo torna a mal, en el momento que pedimos unas raciones para compartir los 4 y un chuletón de 1,3 kg tambien para compartir. El jefe me insiste 3 veces en que le parece muy poca comida y las 3 veces le tengo que decir que creemos que vamos bien servidos. Le pido un vino de la tierra de León, por dar una oportunidad de apreciar vinos diferentes de nuestra insuperable Ribera del Duero y la respuesta vuelve a ser seca y dura, diciéndome que no sabe si le quedará alguna botella mas de ese vino que sino me va a sacar otra diferente, que por 5 euros mas que vale es lo suyo. La comida que pedimos estaba muy buena y de muy buena calidad, irreprochable, salvo que con lo pretencioso que pretende ser su jefe de sala, tan solo recordar, que la mejor forma de preparar el steak tartar es en directo y delante del comensal, no diría esto si no diera la sensación de perfección y élite que nos quiso dar esta persona. Al terminar los platos y antes de los postres, un camarero bien aleccionado, me quitó los cubiertos de las manos, si!! De las manos!!! Mi mujer no daba crédito pero la dije que no quería darle el gusto de montar siquiera un pequeño numerito

Si para esta persona le pareció que pedimos muy poco, sugiero que pongan un mínimo de gasto en el restaurante y así tratar a las personas como se merecen. Yo creo, que por 177 euros que nos dejamos entre los 4, pagamos bastante para ser lo suficientemente bien atendidos y respetados.

Lo último fue que se nos cobró 2 botellas de agua, y al comunicárselo a esta persona en ningún momento nos pidió disculpas y solo procedió a hacer la resta en el datáfono.

Muy buena comida y un servicio muy mejorable en cuanto al nivel pretencioso y de perfección y clientela selecta que pretenden. Por cierto, nadie sabe el nivel económico que podemos llegar a tener, solo que queríamos comer compartido, lo que tenemos claro, es que teniendo dinero o no, no le volveremos...