100 Montaditos — Restaurant in Leganés

Odio quejarme, pero a veces es necesario y más si el personal en general te trata de esa manera. Ni soy tonta, ni me gusta que me traten de imbécil. Y, a veces, vale más que cualquier otra compensación una explicación y un buen trato para irse más que satisfecho como cliente.

Por lo visto, con los partidos de Eurocopa te ponen la bebida en vasos de plástico. No es eso lo que me ha molestado, lo verdaderamente insultante es que el vaso que te dan es de 40cl cuando pagas por una bebida (cerveza de jarra grande) de 54cl. He ido a quejarme al mostrador, y una camarera morena intentaba darme una explicación a mi reclamación, argumentando que habían pegado un folio en la entrada que decía que no se darian vasos de cristal. Una lástima que hubiera otros compañeros más pendientes de vacilar diciendo "¿te demuestro que entra lo mismo en el vaso que en la jarra?" mientras lo llenan de agua hasta arriba para traspasarla a la jarra diciéndome que el espacio que sobra es por la espuma (corazón, el vaso lo has llenado hasta arriba y la jarra la has llenado dejando el hueco de la espuma, pero ¿a caso no me has puesto la cerveza en el vaso de plástico con espuma también? ¿Por qué no lo llenas dejando ese supuesto espacio de espuma y ya así lo vuelcas a la jarra?) En fin, no le di mas vueltas porque no se les veía muy dispuestos a dar un buen trato ni a recibir la crítica.

Por otra parte, intente decir que los montaditos estaban bastante incompletos, porque la vergüenza de montaditos que sirvieron quedo reflejada, por ejemplo, en uno que fue el 76 (lomo, jamón serrano, tomate y mayonesa) que vino con una corteza del tomate irrisoria, cantidades fuera de gramaje y sin mayonesa. Cualquiera se equivoca con un montadito, sí, pero es que pedimos 6 de los que solamente se salvaba 1. Y suelo consumir eventualmente 100M, pero lo de hoy de verdad que era exagerado: el timo de pagar igual por menos bebida, ni una sola servilleta en ninguna mesa (todo por el partido, porque se ve que si hay futbol no te manchas las manos), los montaditos sin a penas ingredientes, las palomitas que pedimos de queso y guacamole vinieron equivocadas de pollo y guacamole (éstas mezcladas con alguna de queso)... Cuando intenté quejarme de la comida, sin a penas decir palabra, me mandaron a cocina porque "eso lo hablas con la cocina, aquí no". Nuevamente, mientras iba a la ventanilla, la camarera morena del moño se acercó a la cocina y les debió de decir que estaban echando poco a los montaditos, y aunque se lo agradezco, la reacción de las cocineras fue, sin decirme absolutamente nada, coger el montadito de malas formas para echarle una rodaja de tomate más y un pedazo de jamón y dejármelo encima de la bandeja, a lo que le dije que le faltaba la mayonesa aunque en realidad lo que quería era preguntarle que si no les daba vergüenza su actitud. Chorretón de mayonesa y al canto.

En fin, de cara al público y en hostelería hay que saber escuchar una crítica, asumir que aunque las decisiones las tomen en gerencia se pueden dar a conocer al cliente de buenas maneras aunque sean totalmente equivocadas, que si el cliente tiene una queja que la está razonando educadamente primero escuchas y después buscas una solución que puede ser tan sencilla como una explicación amable, y, por supuesto, que si la queja te parece graciosa tienes el decoro de no reírte en la cara del cliente.

Gracias por intentar hablarme bien a la chica morena con el moño, e inicialmente a la chica del pelo corto que optaba por una solución mas pragmática cambiándome el vaso (aunque no fue así). Y en cuanto a la atención de la chica de ojos claros, puedes tener malas formas en muchos momentos de tu vida, pero con un uniforme puesto y delante de quien se queja de algo obvio y no por armar follón te dejas esas malas formas en la taquilla del trabajo. De igual forma, a las cocineras decirlas que no me estaban haciendo un favor ni solucionando el error, que lo idóneo hubiera sido, si no preguntar si preparaban otro montadito de nuevo, al menos parecer interesadas en qué...

Hoy Martes 22 de Agosto decido acudir como muchisimas veces ya lo había hecho antes con mis dos perritos a este local, en el cual siempre hemos tomado algo sin ningún problema con ellos dentro del mismo. Al llegar hoy además ya había también dentro del mismo otra mesa con un perrito en el suelo, procedemos a sentarnos y a lo que sin llegar ni a pedir se nos acerca una camarera a decirnos que no podemos estar dentro del establecimiento con los perros. Sin entender absolutamente nada le decimos que nunca nos han puesto ningún problema y que además no somos los únicos con un perrito dentro del establecimiento, a lo que prepotentemente nos contesta, pues os lo digo a vosotras por qué os he visto dándose media vuelta y yéndose, sin más nos levantamos para irnos quedándonos un buen rato en la puerta esperando evidentemente a que la otra persona con perro sea informada también de que no puede estar dentro del establecimiento, pero para nuestra sorpresa en ningún momento se dirige a decirles absolutamente nada. ¿Cuál es la diferencia entre el perro de los otros señores y el nuestro? Ya que ni siquiera el tamaño pueden poner de excusa ya que son perros de 3 y 5 Kg, es decir similar al que ya estaba dentro del local y por supuesto ¿Cuál es la diferencia entre hoy y el resto de días que hemos ido sin problema ninguno? Una vergüenza la imagen que se da encima en un centro comercial que se anuncian como...

Buenas tardes, este nuevo local de 100 Montaditos, anteriormente era La Sureña, yo era asiduo de ella hasta que empezé a ver cucas, se lo comunique a los camareros y me dijeron que estaban en ello, y menos mal que se hizo la reforma y ahora vuelvo a ir, prácticamente todas las semanas. Pero ayer estuve y me llevé una grata sorpresa, pido lo de siempre unos Camperos y las jarras de cerveza las más baratas de todo Madrid o más y veo que la Sta que me atiende da gusto verla trabajar, una mano en el grifo y la otra en el ordenador tomado nota de lo que quería, luego pago y atendiendo al cliente que estaba detrás, todo esto ella sola, porque estaba la cocinera y otra señorita que salía y entraba de dentro, a todo esto limpiando mesas, recogiendo lo de las mesas, sacando de dentro lo del lavavajillas y colocándolo en las cámaras y yo alucinando, eso hoy en día se ve muy poco y con una sonrisa y mucha amabilidad con todo el mundo. Quiero decir con esto que igual que se ponen reseñas malas hay que poner las buenas y si es de un empleado que está haciendo su trabajo super bien mejor. Hablé con ella y se lo dije, que sus jefes deben de estar contentos con ella. A los jefes les digo cuidenla, como la vea la competencia se la llevan. Gracias Lucía, sigue así, no cambies, si te gusta tu trabajo llegarás muy lejos. Saludos. Perdón por...