INASAL at iba pa! — Restaurant in Madrid

I had a wonderful experience at this Pinoy restaurant! The food was fantastic—authentic, flavorful, and perfectly prepared. I especially enjoyed the sisig, bulalo and kare-kare, which brought back memories of home-cooked meals.

The service was equally impressive. The staff were so welcoming and attentive. Ate Celine, in particular, went above and beyond to make sure we were comfortable, and the lovely ate waitress from Tanuan, Batangas, added such warmth to our dining experience. They made us feel like family, and their kindness truly stood out.

Highly recommend for anyone looking for delicious Pinoy food and heartfelt hospitality! Can’t wait to...

our food was microwaved.‼️😒 VERY DISAPPOINTING.‼️‼️‼️ We went there opening hours but still its not an excuse for bad service and bad food. except from grilled squid and bbq everything was microwaved 😒 food was served almost cold. IF YOU ARE ARE GOING TO PREHEAT THE FOOD YOU SHOULD AT LEAST HAVE DONE IT WELL BY PREHEATING IT IN A PAN. IT WAS REALLY OBVIOUS THAT IT WAS MICROWAVED PREHEAT. PANSIT dikit dikit ! DI MAPAGHIWALAY! LECHON PAKSIW na sinimot na lang ung natira sa nakatago! sobrang wla nang laman! jusme! WOULD NEVER COMEBACK. AND ATE’s ATTITUDE BY NOT HANDLING TO US THE THINGS AND FOOD WELL VERY BASTOS. IT STILL FRUSTRATING HOW WE...

Intro: Es mi tercera visita a este local. Las dos primeras veces, casi consecutivas, al poco de abrirlo hace algo más de dos años. En ambas pedí la especialidad, pollo inasal, que llegó en los dos casos casi crudo y sangrante por dentro. No quise dejar una reseña negativa por darles el beneficio de la duda y estar aún en rodaje. Visita última: Cena en pareja, nos acomodamos en una mesa de cuatro. No retiran los dos servicios sobrantes, que tendremos toda la cena con nosotros. Los servicios están incompletos,y debo levantarme y coger de otra mesa desocupada un vaso y un tenedor porque la camarera está muy entretenida con su móvil. Cuando llegan las bebidas, las dejan en la mesa sin preguntar si queremos hielo (estamos a 30 grados fuera). Escarmentado de las veces previas, pedimos unos rollitos de entrante, kare kare y bicol express, acompañado de arroz blanco. Los rollitos, aceptables. El kare kare y el bicol express, correctos sin destacar. Hubiera agradecido que preguntaran el grado de picante para ajustarlo al comensal, ya que estaba en el límite. El arroz, apelmazado y pasado de cocción. Nos lo dejamos. No pedimos postre. Traen la cuenta, cobran y devuelven las vueltas en la mano, sin platillo (se ve que ni esperan ni reciben propina habitualmente). El precio, muy asequible. La camarera joven es de trato cordial cuando viene, aunque su atención está más en su teléfono que en los clientes. Está sentada detrás de unas estanterías metálicas en las que se expone y vende comida como si fuera una tienda de alimentación. La que asumo que es la encargada/propietaria se pasea por la sala arrastrando sus pies en chanclas de natación. Sacan el cubo de basura por entre las mesas mientras estamos cenando. El local ha envejecido mal en estos dos años, con la pintura sucia, el papel despegado y la puerta del baño que no cierra. En definitiva, hay mucho mejores restaurantes filipinos en Madrid, tanto por cocina como...