Monty's is excellent!
My wife and I found Monty's online. It was a bit out of our way, but we're glad we made the trek.
Mi español no es bueno, but with the help of our waiter (and Google Translate) we made it work.
This is easily 2 steps above bar tapas. We ordered these delicious fried goat cheese balls to start. Fantastic! (They served us 5, I ate the first one before I thought to take pictures. Lo siento!)
Our mojitos were delicious. I ordered the Argentinian steak with truffled mashed potatoes. My wife had the pulled pork burger (our waiter, Manuel, used his limited English to make sure we understood this was pork not beef. Very helpful!) The pulled pork had some delicious fried queso and a side of fries (chips to ye Brits)
Those of you who know me know that I am a steak lover. This steak was probably in the top 5 of my life. A beautiful piece of hanger steak, perfectly salted, you can taste the smoke from the grill. And the chef hit a proper medium.
The prices were extremely reasonable for what we were served. Steak was under 10 Euros. In Massachusetts, that's a $25 plate all day long. Our whole bill, 2 drinks, an appetizer and 2 meals was less than 40 Euros.
At the end of the meal, we managed to put together enough Spanish to ask for a cab. Another waiter came over, and explained in perfect English how we could catch one on the street, what the green light means, etc.
Our experience at Monty's was a solid 5 stars! Cinco...
Read moreSiento mucho esta reseña, pero nuestra experiencia ha sido mala. Seguramente nosotros íbamos equivocados.
El local es como una cafetería maqueada con luces apropiadas y bastantes detalles agradables…pero ni las mesas de bar, ni las plantas de plástico a modo de jardín vertical a 2 cms de tu cara, ni los cubiertos blandengues o el salvamanteles de mimbre con muy dudosa posibilidad de desinfección/higiene..ayudan.Pero lo peor… un bullicio insoportable, un griterío y una imposibilidad absoluta ni de hablar entre nosotros ya hicieron que la estancia fuera muy desagradable, lamentablemente. El servicio normal, desorganizado pero un chaval muy agradable y que no dejó de disculparse por los retrasos. Cuando mi mujer, desubicada, pregunta por una carta de vinos.. llegó la risa por su cara (la del camarero) y por la mía pensando que dónde se creería mi mujer que estaba. Dijo que tienen un rioja y un ribera y ya. Ni intentarlo, claro. Cocacola de tamaño minúsculo y el aquarius tamaño normal para poder tomer tres sorbos al menos. Tienen una exposición de bebidas BLISS en un aparador bien grande… y es por ello que le pido un ginger-ale al agradable camarero… no sabía ni de que le hablaba, y claro, ante la duda: NO de “eso” no hay (quizás no hubiese)… en fin….
Veamos comida: los bao, dos panecillos bao recalentados de bolsa con un trozo de carne y un pedazo de queso de cabra. Y ya. Lo más triste ever. Incluía un vaso de chupito con un líquido que nunca llegamos a saber si era para el bao o era un consomé por ser, propiamente líquido!! Y no una salsa. Se intentó poner un poco pero inmediatamente chorreó y no consiguió que los tristes baos hayan sido los más aburridos e insípidos del universo conocido. El arroz con trufa rico, lo único salvable de la noche. Luego: el revuelto de huevos y tartar atún son unas patatas bravas a pedazos mezcladas con huevos fritos y trocitos atún que te animan a comer con palillos chinos 🤷🏻♂️. Un 3/10 y sensación de engaño. Las alitas japo… madre mía, con una salsa extraña por encima..mi hija de 13a que se lo come todo, se dejó 3 de 6. Sobre una base de… arroz blanco? Me parecieron algo crudas y hasta desagradables..sin sentido. Llevas estas alitas a Japón y te expulsan del país inmediatamente. Ah! Espolvoreadas con kikos para hacerlas modernas y más raras aún. Y el top fue la entraña…. Mira que he comido entrañas y es una carne dura…pero deliciosa. Bueno, pues tres suelas de zapato, megacocidas,,. sin sabor… el sabor, amargo y desagradable lo ponía el mazacote de puré de patata trufado tb :))) al que renuncié cuando mi estómago sacó bandera roja. Dentro de una especie de miniplancha parrilla de hierro con lo que tienes plancha hierro con laterales elevados, mazacote puré y tres piedras de carne… ¿cómo te apañas para que pueda partirse eso y comerlo medio normal?? El punto moderno es esconderlo todo bajo unos chips de calabaza o zanahoria de bolsa. Un despropósito… un ”león come gamba” de libro!! Sin nada de lo que poder disfrutar, con sed porque el agua llegó a la vez que la cuenta….. y con nivel sonoro manifiestamente patológico y las plantas de plástico de la pared (ojo con el fuego) metiéndose en mis ojos y oídos, huimos de allí tras dejar 78€ y una sensación de ser el mayor...
Read moreUn restaurante situado en plena Calle Alcalá a la altura de Ciudad Lineal, que acaba de lograr un solete Repsol gracias a su propuesta gamberra y donde predomina un potente sabor en los platos. Vamos con ellos.
El menú se compone de tres entrantes a compartir, primero, segundo y postre, estos a elegir entre diferentes opciones. El primer entrante es un vasito de crema templada de calabaza con picatostes y sour cream. Perfecta para este tiempo otoñal con un ligero toque agridulce
Los otros dos entrantes fueron, una croqueta melosa de paletilla ibérica, salsa de piquillos dulce y sal de jamón y una bola de queso de cabra en textura katahifi con mermelada de fresa.
La croqueta, casera, se deshacía en la boca gracias a su gran trabajo con la bechamel. La bola de queso, es un bocado divertido en el que se une la potencia del queso de cabra con la textura crujiente que ofrece el fideo kadaif.
De primero elegimos falso risotto de setas, trufa negra y teja de Granna Padano. Es falso por estar hecho con pasta y no con arroz. Espectacular de sabor aunque la teja no estaba todo lo crujiente que debería. Entre los primeros también probamos una ensalada de pollo "Kellogs", con bacon, queso parmesano, miel y mostaza que estaba riquísima y huevos estrellados con atún rojo de Almadraba, sésamo, wakame y mayonesa de shiracha dando un giro oriental muy interesante a un plato tan nuestro.
De segundo, probamos el tartar de salmón marinado con hoisin, aguacate y wakame. Un plato refrescante y ligero, especialmente en estas reuniones que tienden a ser copiosas.
Entre la oferta de segundos también probamos el sabroso cachopín de solomillo y paletilla iberica con queso edam y cebolla caramelizada, el potente pollo al curry rojo con verduritas, leche de coco y arroz jazmín y un costillar a baja temperatura, lacado con bbq japonesa y almendras crocantis que se deshacía en la boca.
Nos quedan los postres, todos caseros. El que más gustó fue la tarta de queso con dulce de leche y galleta. Seguimos con un cremoso coulant de Bayleis foundant con helado de vainilla, una Mousse de avellana con crumble y Ferrero Rocher y finalizamos con una Torrija caramelizada con helado de leche merengada.
Muchas gracias tanto a Montys como a sus camareros, José y Andrea, que nos trataron...
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