Si alguna vez has soñado con experimentar lo que sería comer en una cocina del fin del mundo, "el tesoro" es el lugar ideal. Desde el momento en que cruzas la puerta, el aroma te envuelve como un abrazo de tus peores pesadillas culinarias. El personal parece estar en una misión secreta para descubrir qué tan desagradable puede ser la interacción humana, ya que te ignoran con una destreza que raya en el arte.
El menú, por supuesto, es una maravilla de la confusión. Es imposible saber si los nombres de los platos son una mezcla entre chino, español y alguna lengua inventada en el siglo XV. Los ingredientes no tienen más sentido que las decisiones de un gato borracho. Los "rollitos de primavera" son tan "frescos" que podrías jurar que acaban de ser sacados de un generador de "comida congelada de película de terror".
La comida, claro, es otro nivel de experiencia sensorial. El arroz frito parece haber estado frito alguna vez en un pasado remoto, tal vez en la Edad Media, y las verduras son tan crujientes que parece que te estás comiendo una capa de plástico. El "pollo agridulce" no tiene ni agridulce ni pollo, pero es el intento de recrear un plato sin una pizca de interés por lo que realmente significa. Cada bocado es como un viaje de incertidumbre y arrepentimiento.
Y para culminar, el ambiente. Los murales de dragones luchando contra alguna especie de fantasía distópica, los muebles de plástico que ya piden descanso y el volumen de la música, que debe estar en su máxima capacidad para ahogar los lamentos internos de tus papilas gustativas.
Si alguna vez decides ponerte a prueba y sobrevivir a la experiencia, ten por seguro que "el tesoro " no es solo un restaurante, es una lección de vida. ¿Quieres saber hasta dónde puede llegar tu tolerancia? Este lugar te...
Read moreI have no idea why this restaurant scores so high. I specifically chose this based on the reviews. Firstly my partner got his starter before me, no big issue but when mines arrived cold (spring roll) along with the main was not good. The mains were extremely greasy, I told my partner to look at my lips as it looked like I had thick lip gloss on from the noodles. His chicken lemon tasted like it was deep fried and the chicken teriyaki was more like a sweet plum sauce. For €31 euros it wasn’t worth it. Shame as the staff...
Read moreAquí unos clientes de toda la vida. Si algo caracterizaba a este restaurante, era que resistía a la gentrificación del barrio de Chueca con su aspecto de restaurante chino de siempre, su trato amable, sus precios económicos y sus raciones generosas. Bien es cierto que una reforma urgía, pero todo lo demás se ha esfumado. Es como si hubiera pasado Chicote por el establecimiento. Siguen siendo los mismos, sigue Cristina al mando, con su sonrisa y dedicación. Pero han disparado los precios de los platos hasta llegar a pagar la ridícula cantidad de 7 euros por un rollito de primavera presentado estupendamente, eso sí, y nada que ver con el grasiento que antes te servían por poco más de un euro. Eso al final es lo de menos, porque determinadas concesiones que tenías aquí, ya no hablamos de lo lentísimo que ahora es el servicio, como la posibilidad de cambiar los menús o ese detalle del chupito final que ofrecían, se ha perdido. Sales pagando prácticamente el doble de lo que pagabas antes, y el trato cercano con el cliente, no lo han podido conservar, todo a favor de un lavado de cara total para convertirlo en otro restaurante chino sofisticado más como los tantísimos que existen por la zona. Sales con la sensación de que les estás pagando la reforma. Si algo caracterizaba al Tesoro, era ese punto de barrio, cercano, con un toque de decadencia, que era lo que nos atraía como clientes. Una pena, otro bastión de la Chueca de siempre que...
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