Establecimiento emblemático de la capital y de su zona sur en concreto, ideal para tomar una caña rápida con aperitivo o desayunar, y también para comprar embutidos y quesos.
Está dividido en tres partes: el bar-cafetería, la tienda de embutidos y el restaurante, aunque éste, la última vez que fuimos a comprar, estaba cerrado.
Por lo que respecta a la tienda, su rasgo más característico son los jamones colgados del techo (aunque tienen la apariencia de ser de cartón piedra) y su gran surtido en todos las clases de embutidos típicos de España.
Cuentan con gran variedad de jamones y quesos, y también de embutidos como jamón york, bacon, chorizos y salchichones. Otros menos conocidos como los chicharrones, también son de buen calidad.
En la puerta de al lado se encuentra una tienda con bollería y panadería, y una pequeña barra de bar para tapear (hay pulguitas de jamón, chorizo y queso por menos de 1€, y bocadillos más grandes entre los 2 y 4€). Las cañas de cerveza cuestan 0,80€.
El establecimiento cuenta con parking, pero es muy estrecho, y es aconsejable ir con mucha precaución cuando se circula por el mismo, pues las columnas suelen jugar alguna mala pasada.
También se encuentra bien comunicado por transporte público, teniendo parada justo delante los autobuses 18, 22, 85 y 86. La parada de Metro más cercana es Legazpi.
En otra ocasión, hemos tenido oportunidad de ir a cenar al restaurante. En verano, extienden una gran terraza, muy espaciosa, y con gran número de comensales, aunque también existe la posibilidad de cenar en el comedor interior.
En nuestro caso, siendo siete personas, pedimos una ración de embutido, dos sandwiches mixtos, un pincho de tortilla, cuatro bocadillos de calamares, y dos rondas de consumiciones, y el precio no alcanzó los 50€.
Se trata del sitio idóneo para tomar algo rápido e informal, y para poder disfrutar de una cena al aire libre en los últimos...
Read moreEs una pena, pero este sitio estaba genial hace tan solo unos pocos años. Ahora no aceptan reservas y dejan a la gente entrar según llega (solo si están ya presentes todo los del grupo). ¿Por qué son estas dos cosas así? Porque así facturan más.
Además, los camareros son pocos y están muy estresados, con lo cual te atienden de malas maneras, van corriendo a todas partes, piden "paso" pero no te da tiempo a apartarte y te empujan, y te dicen que vayas pensando en la bebida cuando te llevan de camino a tu mesa, transmitiéndote el estrés. El otro día una camarera me trajo un plato y yo pensaba que era lo que había pedido (ya ni me acordaba de lo que pedí porque tardaron como 40 min en traerlo). Cuando me di cuenta de que no era mío, se lo dije (no había pasado ni 1 minuto ni yo había tocado el plato siquiera), y ella me echó una mirada muy condescendiente (no fue solo la mirada, sino el gesto de toda su cara) y me habló muy mal, diciendo que por mi culpa pensaba que se estaba volviendo loca inventándose platos y me llamó "señora" cuando dudo mucho que yo aparente más de 30 años, con lo que obviamente lo dijo para fastidiarme. He recibido mejor trato otras veces que he ido, la verdad, al menos en el piso superior (esta estaba en el comedor de abajo).
La comida, toda riquísima (salvo las patatas fritas, claramente congeladas y hechas ayer) y bastante bien de precio (sobre todo los menús) y buenas cantidades, pero el trato es nefasto y da mucha sensación de desorganización al haber grupos grandes de gente esperando hasta 1 hora a poderse sentar debido a no poder hacer reservas. Demasiada gente y mucho ruido, no se puede mantener una conversación sin gritar. Es ir a comer y punto. Si quieres hablar, mejor te vas a otro lado...
Read moreMalísima experiencia en este sitio para desayunar... Enorme terraza pero lo tienes que pedir tú en barra y llevártelo. Ok, no pasa nada. Asumido. Pero... al ir a pedir dos cafés con dos tostadas con jamón nos dicen que el desayuno es de precio cerrado y va con tostadas con tomate y jamón, cafés y zumo de naranja. Ok, le decimos que vale pero que no queremos tomate y nos dice que es que va en el desayuno y nos lo va a cobrar igual... Pues muy bien, cóbralo, sin problemas, pero no queremos el tomatito... Pues costó conseguirlo... Increíble pero cierto.
El resultado, pan mal tostado, café malo y lo peor de todo... Jamón terrorífico... Del que no sabe a nada... Siendo el Museo del Jamón no se cómo no cuidan estas cosas... Frío, cortado a máquina como el que se compra uno en lonchas del supermercado... Sólo que 0 sabor, repito. No sé si había opción de desayuno con jamón ibérico porque no nos lo ofreció, ni ganas de preguntarle tras la espera en barra y el jaleo. Pero vamos, que he comido buen jamón sin ser ibérico en más de un sitio. Y desde luego, eso de no cortarlo al momento siendo el sitio que es... Lamentable.
No pensamos volver a desayunar, cuánto menos a comer, que pensábamos hacerlo, al ser nuevos en la zona e ir probando sitios desde que llegamos. A comprar en la tienda sí, porque eso es otra cosa, conocemos otras tiendas de la franquicia y el producto es bueno a un precio razonable si lo comparamos con otros. Pero a comer, ni hablar.
Ah, el zumo estaba bueno... Lo único que se salvó en la...
Read more