Restaurante ~ La Perla Boliviana 2 — Restaurant in Madrid

Para todas aquellas personas que deseen ir a comer a este restaurante, les aconsejo que no pierdan su tiempo. Como buen boliviano que soy, conozco muy bien las comidas típicas que tenemos. Fuimos a comer fricasé hace tiempo y parecía un caldo desabrido, quisimos darle una segunda oportunidad puesto que nos apetecía comer un chicarrón; el resultado fue lamentable, parecía carne de cerdo troceada y frita en aceite sin condimentar ni llevar el proceso que tiene que tener un chicharrón. Le comenté al camarero y pasó olímpicamente de mí, al verla a la dueña, le dije que no pensaba pagar por algo que no estaba bien hecho. La respuesta fue tan sorprendente como la comida "yo fui una vez a un restaurante y el plato que me pedí no me gustó, así que tuve que aguantarme". Muchas veces ocurre que una persona va un restaurante y pide comida que nunca los comió para probarlos y resulta que no son de su agrado; en ese caso estoy totalmente de acuerdo con lo que me dijo la dueña de la perla. Pero en éste caso es totalmente diferente puesto que yo conozco el plato que pedí y no tenía nada que ver, es como si yo anunciara en mi restaurante que vendo una riquísima paella y resulta que más que paella parece arroz a la valenciana. Es una pena que los dueños de un restaurante no quieran aceptar una crítica y mucho menos un reclamo por parte de un cliente que va a gastar su dinero para comer a gusto, gracias a los clientes es que un negocio se mantiene a flote, pero al parecer no saben cuidar a sus clientes, lo único que les importa es vender gato por liebre y hacer caja. Dicho esto y para concluir, no recomiendo a nadie que vaya a este "restaurante" porque gastará...

¡¡¡Comida para tapar agujeros o pegar azulejos!!! Hace unos años tuve la brillante idea de ir a este restaurante el cuál yo juraría que estaba en otra calle cercana, a probar la comida boliviana al igual que otras comidas dado que me gusta abrirme y conocer otro tipo de culturas y salí de allí con una diarrea del 15 y no es que la comida latina sea mala, ojo con eso, pero lo que no puede ser como viene siendo habitual en la mayoría de sitios latinos es que pongan sus negocios sin tener ni idea de lo que hacen, pues la comida en sí no es que sea mala sino los cocineros que la realizan con productos y aceites pestilentes de mala calidad y a todo esto lo peor y lo más triste de todo no son las personas que no saben hacer una cosa, sino las que no quieren aprender ni se dejan aconsejar y prefieren seguir refugiándose en su propia ignorancia...en conclusión, cualquier persona no debería estar autorizada para poner un restaurante y antes de éso deberían hacer un curso exhaustivo el cuál deberán aprobar para darles la acreditación necesaria para poner un negocio de estas características donde literalmente están jugando con la salud de las personas y por supuesto sanidad debería hacer inspecciones más exhaustivas y con más frecuencia, sobre todo en este tipo de negocios donde cualquiera puede abrir un...

Viajamos de lejos y no tan seguido, es un lujo venir a este restaurante familiar y de buen hacer, llevan más de 30 años en Madrid y por algo será.

Las porciones son justas con lo que la relación precio calidad es muy adecuado, para la calidad e historia que tiene, las salteñas que son su estandarte, son horneadas en el mismo día y son las mejores de Madrid, tienen sello con denominación de origen, fuera de Bolivia solo vi algo así de patentado en USA y Japón, cuestan con chefs bolivianos y reposteros bolivianos así que probaras las salteñas más ricas y frescas de España , la comida es variada y no comprendo las malas reseñas porque nosotros habiendo venido ya varias veces entre viajes nunca nos hemos decepcionado, no hay margen para ese concepto con semejante trabajo tan bueno que hacen, son referente para los nuevos restaurantes bolivianos que han abierto en Madrid y espero que así siga siendo pues la cultura gastronómica boliviana es totalmente infravalorada en el mundo, y estos señores hacen honor a esta gran industria Latinoamericana. Por más décadas y siglos...