El Patio de Mariscal — Restaurant in Marbella

Fui con dos amigas a cenar a este restaurante porque todas las críticas eran magníficas, por lo que, obviamente, íbamos con unas expectativas muy altas.

Se trata de un patio no muy grande y con mesas muy juntas, ubicado en una de las calles más concurridas del casco antiguo de Marbella. El espacio es bonito, lo cual se consigue gracias a la iluminación tenue con velas, y a las plantas. En pleno mes de agosto, no hace especialmente calor, pero por si hiciera falta, hay ventiladores en lo alto que quedan bastante disimulados.

Nuestra experiencia fue la siguiente: teníamos reserva a las 22:30 horas (no nos dejaron reservar a las 22:00). Llegamos a las 22:37 y nos dieron nuestra mesa. Desde el momento en que nos sentamos, no nos trajeron las cartas, ni nos preguntaron qué deseábamos beber, ni trajeron ningún aperitivo.

Cuando llevábamos unos cinco minutos, le pedí al camarero que por favor trajera una botella de agua, que tenía un buen catarro y que estaba a punto de tener un golpe de tos. Cuando la trajo, me comentó en plan jocoso que si el agua no funcionaba, podía hacerme el boca a boca. Sobran los comentarios. No nos fuimos porque a esa hora ya nos iba a ser imposible encontrar mesa en ninguna parte.

A los veinte minutos nos traen la carta. La selección de platos es atractiva, pero la selección de vinos es tristísima, los cuatro vinos de siempre, para no complicarse la vida ni lo más mínimo. Creo que nunca he visto un listado de vinos tan corto en un restaurante.

A las once y diez, seguimos sin que nadie nos atienda, y llamo al que parece que es el dueño. Le pedimos que por favor nos tome la comanda, pues llevamos media hora sentadas, y su respuesta es que no llevamos media hora sentadas. ???????? Esto de que en un sitio que vive del turismo se atrevan a llamar mentiroso al cliente dice mucho de la poca calidad que aún tenemos en nuestros establecimientos.

Finalmente nos toma nota y la comida llega pronto: unas croquetas, que estaban simplemente bien, y unas gambas cocidas, que estaban muy buenas y en su punto.

El desastre llega con el segundo plato. Pedimos presa ibérica, y aunque las raciones son muy generosas, la presa, que es una pieza de carne exquisita si está bien preparada, llega en filetillos finísimos y totalmente pasados de cocción. Una carne que jamás he visto cocinar de esa forma, Pues normalmente se presenta en piezas gruesas, hechas por fuera y poco hechas por dentro, jugosas, y sazonadas con sal maldon o escamas de sal. Cortar esta carne así de fina es estropearla, es como cortar en filetillos finísimos un solomillo.

Así que las tres amigas nos quedamos con una enorme decepción, pues las tres habíamos pedido lo mismo, ya que es una carne que nos encanta y que estamos acostumbradas a comer con frecuencia.

De postre, sacaron el contenedor verde de basura de la cocina, atravesando la sala, pasando justo por nuestra mesa, y dejando agradables efluvios en el ambiente.

Con todo esto, no me explico la cantidad de críticas positivas, tan positivas, que tiene este establecimiento, y la ausencia de críticas negativas. Cuando varias personas afirman en Tripadvisor que volverán y que recomendarán el sitio a sus amistades, nuestro sentimiento es justamente el opuesto, pues salvo las gambas y la iluminación, no podemos decir que nos gustara ninguna otra cosa. Fue aún más lamentable porque íbamos con expectativas de cenar en un sitio encantador y con una comida magnífica, por lo que la decepción es aún mayor.

Visitado el...

Felt so lucky to get a table at this place.. planned to go to a restaurant across the way but it was closed - still to this day can't imagine why as it was a Thursday, and I was adamant that we went there so dragged my friends through Marbella only to find out that google maps had been giving me accurate opening hours. Walked past this place and saw the tree out the back - my partner's a landscape designer so I knew that would at least make him happy. Turned out to be an experience I hope not to forget for the rest of my life. Without going overboard here, this restaurant creates such a beautiful atmosphere of joy and connection. Not to say everyone sits at the same table and has to chat or whatever, but the music is very moving. And if you don't know what to expect, you're in for a massive treat with the surprise. Food was of a high standard, and they served me the nicest gluten free bread - a rarity for europe, they were so accommodating. This, coming from a person who budgets more than their nightly accommodation cost for dinner. Thanks to the owner and all the staff there for a very wonderful experience, I am...

We were walking around the area extremely hungry at approximately 10pm looking for somewhere to eat. The owner approached us as we were walking by and told us to come in and we would be seated within 5 minutes. We were told to sit in a very cramped area without enough seats but we did as we thought we were going to be fed. 10 minutes past and still no sign of a table. 5 minutes later and a family came in off the street and got seated ahead of us for NO apparent reason. 10 more minutes past and another group came in and were seated before us. After half an hour of us waiting with no apology whatsoever I approached the owner and she said the table was not available yet. I have NEVER experienced such a disregard for human decency and such a level of disrespect at a restaurant. I would strongly urge anyone considering going to this pathetic restaurant not to as they only care about themselves and no one else. There are plenty of other options in the area that are run by reputable people that actually want your business and have...