El Tizón — Restaurant in Oviedo

Valoración de 2 estrellas: por la comida y la atención del segundo camarero muy agradable ( con coleta) , de no ser por estos , sería de 0 . Llegamos al restaurante sin reserva , y preguntando si podíamos comer , nos ofrecieron una mesa , tras dejarnos las cartas , el camarero veterano con coronilla ( en el ticket camarero 2) , nos empezó a coger nota , al comentarle que se quería 1 pincho de tortilla , 1 fritos de bacalao , y 1 bacalao con confitura de tomate , su cara fue un poema, llegando a preguntar ¿Sólo un pincho para todos? ,le aclaramos la comanda , justificandole qué plato era único y que personas compartían los restantes , aún así su expresión no verbal lo dijo todo . Llegamos a la bebida , y le preguntamos qué vino blanco nos recomendaba, a lo que contestó: "Mejor os traigo la carta porque hay muchos vinos y muchas referencias" , y nos la tiró literalmente en la mesa. Cómo opinión personal , le diré si usted o el propietario del local lee esta reseña , que si quiero la carta de vinos se la pido directamente, no le sugiero una recomendación . Que el trato al cliente debe de ser cordial , sobre todo cuando se le habla con respeto y educación . Por parte de un profesional que trabaja cara al público , debería ser más que recíproco ,sobre todo si en la mesa hay una persona mayor. Y los clientes no deberíamos de tener que aguantar las malas contestaciones , formas y comportamientos déspotas y arrogantes de un empleado.

La comida estaba muy rica ,la rapidez entre los platos fue excelente, las milhojas con chocolate caliente de 10. La atención del segunda camarero , joven , digna...

Mi esposa es celiaca y en este restaurante tienen pan de celiaco y como obliga la normativa, la carta con los alérgenos presentes en los platos. Fuimos cuatro personas el 16 de abril a cenar y pedimos 4 raciones para compartir. Mi mujer solo comió de las que no contenían gluten,a saber, jamón ibérico, callos y salteado de bacalao con setas y ajos tiernos. A las pocas horas de cenar, vomitó ella sola la comida de los cuatro que fuimos a cenar.No había comido nada en días fuera de casa. Al final ha estado vomitando y con diarrea días, solo tomando líquidos. El médico le dijo que no era gastroenteritis, que había sido una contaminación. Días después fui al restaurante para comprobar si quizás nos habíamos equivocado, y el encargado después de preguntar en cocina me aseguró que esos platos no contenían gluten. No solo no me pidió disculpas sino que en un tono autoritario y chulesco me dijo que yo no le podía acusar de haber contaminado a mi esposa. Mi única intención era el advertirles de un posible error por su parte. Dado que en ningún momento tomo la posibilidad de que se hubieran equivocado es mi menester informar en este foro que si alguien tiene algún tipo de intolerancia tengan mucho cuidado de lo que piden...

Clásico ovetense en el que no había comido nunca y que ayer tuve el placer de visitar. Comedor amplio, acogedor, bien decorado y con muy buen servicio. Carta extensa y variada en la que es imposible no encontrar algo apetecible. De entre todo nos decidimos por unas croquetas de bacalao, bien rellenas y sabrosas. De segundo paletilla, de las mejores que hemos probado, tanto por sabor como por textura, calamares en tinta, riquísimos y la mar de tiernos y escalopines rellenos de afuega'l pitu y compota de manzana. He de decir que si bien los escalopines se podían comer por ser una carne muy tierna, no me acaban de convencer en rollito, a pesar de llevar bastante queso, porque no conseguí apreciar bien la integración de los sabores, pero lo dicho, estaban bien. En cuanto a los postres, el clásico peñasanta para los paladares más dulces, tarta tres chocolates y un delicado biscuit de higos. En definitiva, y como leí en otro comentario, un templo del buen comer al que volveremos para degustar alguna que otra de sus...