EL YUCATECO PELANÁ — Restaurant in Palma

Went today the first time to this place that had been highly recommended by many people. We went full of excitement however had been very shocked by the way our waitress treated us. Once the reservation had been made we had been advised to have a time slot between 2000 and 2200 hours. When the first of us arrived at 2018 due to parking issues she told him thar after 15 minutes the reservation expires. Still she offered him a seat. Once we all arrived we ordered drinks and wanted to check the menu after downloading the QR code. One minute after the same waitress came and said she would take the entire order in 2 minutes. This totally stressed us because we first wanted to get familiar with the menu. After that we told her we needed a bit more time and would in the meantime start with some Nachos to share until we knew what to order for main course. However she insisted in having the order right away. As this was an extremely stress behavior and as we just wanted to relax after a stressful week we decided to leave. After asking for the bill a very charming other waitress tried to convince us to stay and that we would have time until 2200 hrs. However the behavior of the initial stressful waitress already destroyed our initial intention of a relaxed dinner completely we paid and left. I know Mexico very well from various business trips and have never felt that stressed anywhere in Mexico. I will give a try later but really hope they will improve their attitude towards attending their guests. I know everyone in gastronomy needs to earn money but even in MC Donald's they don't stress you that way.

No se que el dueño me quiere señalizar con profesor...

Comida mala, trato pésimo y cero profesional, y no recomendable 100%

Ayer tuve la peor experiencia de mi vida con un grupo de amigas. Para empezar, quiero decir que trabajo en el sector y sé lo difícil que es, pero se nota cuando la profesionalidad y el trato al cliente hace aguas por todos los lados. Desde el principio una de las camareras ya fue muy borde con un tono muy rudo y déspota (la otra camarera no, hay que recalcar). Primer error nuestro. En la mesa había dos códigos QR los cuales uno de ellos no nos funcionó y tuvimos que usar el que estaba pegado en la mesa. En ningún momento se nos ofreció una carta en papel (cosa obvia en tiempos de Covid), pero si a otros clientes. Hicimos nuestra comanda alegando que en uno de los tacos no queríamos cilantro, cosa que entró por una oreja y salió por la otra. Tampoco nos quejamos y dejamos pasar. Segundo error. A la hora de recoger los platos para servirnos los otros, la camarera del inicio seguía siendo muy ruda y hablando fuerte como si lo estuviese haciendo con sus amigos. La bomba del pastel llegó a la hora de pagar la cuenta. Desde un principio se nos prohibió pagar lo que cada uno se había comido diciendo que “ellos no podían ir eliminando de la cuenta lo que cada uno quería”. En cada restaurante se puede hacer y no supone ninguna molestia. Pero después analizando la cuenta, nos dimos cuenta que tanto las micheladas como las quesadillas tenían precios distintos a los que nosotros teníamos en la carta del QR pegado a la mesa. Nos quejamos a la chica simpática y dijo que lo iba a hablar con su compañera. Vino la camarera grosera y siguió poniendo problemas y básicamente dijo que teníamos que pagar lo que ponía en el ticket y que iba a llamar a su “encargada”. Apareció su “encargada”, por llamarle algo, con una ordinariez y un tono más que brusco, gritándonos directamente, y diciéndonos que no nos íbamos a ir si pagar (cosa que en ningún momento se dijo, solamente queríamos un trato justo). Les voy a ahorrar el show pero básicamente sus joyitas fueron: “me da igual si al cliente no le funciona el móvil para escanear el código QR”, “les voy a prohibir la entrada”, “no se van a ir sin pagar de aquí”, al echarle en cara que si eso que ella hacía era un buen trato al cliente y que no volveríamos más dijo que “es que no quiero volver a verlo otra vez más por aquí”, entre otras.

En definitiva y leyendo muchos de los comentarios que hay aquí y en otras plataformas, no es la primera vez que sucede y siempre se trata al cliente de mentiroso contestándoles de una forma muy poco común y casi rozando la falta de respecto, de ahí su “profesionalidad”. Por eso, si desde un principio hubiésemos parado este trato, a lo mejor no hubiese pasado nada de esto, o si, viendo como tratan al cliente. Es una pena que en Palma haya pocos restaurantes mexicanos y que los clientes tengan que presenciar la descortesía de estos trabajadores.

PD: Señora, hágase un favor y tome unas clases de trato con el cliente, que bien que le hacen falta, y no vaya intentando dejar mal a sus clientes para poder seguir ganando unos dineros,...

Ayer fuimos a cenar a este restaurante unos amigos y yo, y después de la peor experiencia de mi vida me tomé la libertad que buscar en comentarios si no habíamos sido los únicos en encontrarnos una situación así, y efectivamente, no lo somos.

Sobretodo escribo este comentario para que quede retratado el PÉSIMO servicio que nos dieron y, además, para leer la respuesta del restaurante que antes de saber cual será, estoy segura de que no responderán de una forma profesional, basta ver las anterior respuestas.

El caso es que al llegar al restaurante nos asignaron una mesa en la cual había pegado un código QR (lo normal en cualquier establecimiento en tiempos de covid) y al lado de este código, una “carta” plastificada con otro QR. Una amiga intentó escanear el código plastificado ya que era el que tenía más cerca y no le funcionó, después lo intentamos los demás y tampoco, con lo cual ya escaneamos el que estaba pegado a la mesa, como es lo más normal. Después de un servicio durante la cena muy poco profesional (tenían prisa para todo, o eso parecía), llega el momento de pedir la cuenta. Después de más de 5 minutos intentando que algún camarero/a nos atendiera, conseguimos pedir la cuenta y para nuestra sorpresa, la cuenta estaba mal, nos habían cobrado unos euros de más que no cuadraban con el precio de los platos de la carta. Pedimos explicaciones por ello a la camarera y nos respondió que esa carta estaba fuera de vigor, que ya no servía y que los precios actuales eran los de la otra carta (aquel código QR plastificado que NO funcionaba), intentamos explicarle que no era normal, por lo que decidió llamar a la encargada, y AHÍ EMPEZÓ EL SHOW (sinceramente, me hubiera encantado grabarlo). Llegó la “””encargada””” con unos aires de superioridad y sin nosotros haberle explicado nada, empezó con su discurso (chillando, por cierto) diciendo que no era su problema que hayamos escaneado el código QR que no era, a todo esto de mala manera, obviamente. Después de unos cuantos minutos de chillidos, malas palabras, malas formas y malas caras tuvo la decencia de decirnos que nosotros habíamos ido al restaurante para comer gratis porque no queríamos pagar la cuenta y básicamente, que no volviéramos más. (Esto solo es una pequeña parte de todo lo que llegó a soltar por la boca).

No me parece ni medio normal la actitud y poca profesionalidad de esta encargada (si se le puede llamar así), el trato que recibimos fue IRRESPETUOSO Y ASQUEROSO.

No volveremos más y les aseguro que ni familiares, ni amigos de las 5...