Hay una forma barata de viajar, que es probar diferentes cocinas. Para ello acudimos a Bang Bang Ramen Bar, una 'tasca japonesa', como ellos mismos se definen, que se encuentra en la calle Campana.
Desde un local que podría ser el de cualquier bar con solera de la ciudad ofrecen una carta japonesa auténtica, lejos de la los adornos elegantes de los restaurantes de sushi y con un estilo curioso: no admiten reservas y la comanda se pide a través del móvil. Además, su genuinidad ha hecho que haya recibido un "sol Repsol" por su "auténtico sabor de la cocina japonesa casera. Imprescindibles las costillas, las gyozas y por supuesto, el ramen", certifican así desde la afamada guía la calidad y autenticidad de su oferta.
Para probar por primera vez a Bang Bang Ramen Bar escogimos distintos platos para sumergimos en el mundo de sabores, texturas y aromas que nos transportaría a Japón. Comenzamos con algunos entrantes como picoteo, como unos sabrosos edamames, unas ricas y crujientes gyozas de pollo y verduras y una bolas de las que no recordamos el nombre pero que fueron un plato único. Eran unas esferas crujientes coronadas con atún, que escondían un interior líquido y delicioso, que hacía que cada bocado fuese una explosión de sabor.
Después de la espectacular presentación estábamos ansiosos por probar los platos principales. Optamos por un Katsu Curry y un arroz con pato. El primero, un clásico japonés, consiste en un filete empanado de cerdo servido sobre arroz y cubierto con una salsa de curry, una combinación de sabores y texturas deliciosa, especialmente para los amantes de esta especia asiática mundialmente querida. En cuanto al arroz con pato fue igual de notable, con un equilibrio perfecto entre lo salado del sabor del pato y el arroz.
Pero, como no podía ser de otra manera, teníamos que probar también el plato: el Ramen. Para quien no lo sepa, esta especialidad japonesa se compone de varios elementos esenciales, como el caldo, los fideos, el huevo cocido y una variedad de toppings, que suelen ser carne, marisco o vegetariano. En Bang Bang Ramen Bar hay tres tipos: el de pollo y cerdo, de setas y tofu, o de marisco y pollo.
En nuestro caso optamos por el primero, el más clásico, que se sirve con un caldo casero de pollo y cerdo, cocido a fuego lento para obtener un sabor profundo y auténtico; una base de soja y sésamo, además de fideos, panceta, huevo marinado, bambú, nabo encurtido, alga nori y cebolleta.
Toda esta amalgama de ingredientes crea una combinación de sabores y texturas increíble, con cucharadas intensas y variadas dependiendo de los ingredientes que escojas, pero todas ellas deliciosas. En un plato difícil de encontrar por la capital del Viejo Reino, Bang Bang Ramen cuenta con uno de los mejores ramen que hemos probado, haciendo que lo incluyamos en nuestra lista de restaurantes a los que volver para...
Read moreEl local es un bar de viejos, en lo viejo, reconvertido. Lo cual no le quita cierto encanto, pero no esperes lo último en diseño, ni tan siquiera lo antepenúltimo. El sistema de pedido a través de una APP está bien pero te deja un cierto regusto a desatención, como las gasolineras autoservicio o el autopago de los supermercados. El camarero que nos atendió, majete. Música muy bien elegida, fuera del circuito comercial y a volumen correcto. Las medidas anti COVID-19, justitas, pero ahí están. Nuestra mesa estaba pegada a la antigua barra de bar y nos salía a la altura del cogote... un poco extraño. Pero vamos al grano, la comida:
Pedimos un Ramen pequeño cada uno, unas costillas de cerdo para compartir, unas Gyozas de langostino y gengibre, un bol de arroz y de postre, mochis. Todo muy rico, bien cocinado y condimentado. Quizás un exceso de sal derivado de tanta salsa de soja y la potencia del caldo de ramen.
Las cantidades, muy correctas. Yo personalmente salí satisfecho y tengo buen saque.
El precio... correcto pero quizás se podría ajustar un poco ya que no es una cocina muy elaborada... salimos a 21 euros por cabeza.
Y ¿porqué le pongo 5 estrellas después de hablar de ciertos detalles a corregir?, porque me parece un buen proyecto culinario, buena elección de carta, buen ambiente, buen producto y bien tratado. Eso, hoy en día, es ORO.
En general, la experiencia es muy buena, sabiendo que vas, como ellos la denominan, a una...
Read more(comiendo un sábado de julio, post-Sanfermines)
El Bang-Bang Ramen y yo somos viejos conocidos (he usado mucho el take away) pero aproveché las fechas para ir a comer allí. Para mi sorpresa estábamos como en casa, muy poca gente, y la mar de tranquilos. Como la camarera me dijo "si podéis, venid aquí... la comida sabe mejor" (y tiene razón 😉).
El local está decorado temáticamente (inclusive con los clásicos taburetes individuales al fondo de la barra, estilo japonés, por si vamos solos) y está bien aprovechado... pero es pequeño así que es fácil que tengas que tomarte una Asahi o una Sapporo en la barra mientras se desocupa alguna mesa. Hoy no fue el caso. También hay fuera bancos y taburetes protegidos con toldo pero a 30 grados hoy no me apetecía.
Las camareras son encantadoras, ágiles y profesionales. Puedes pedir desde la mesa con el móvil (cada mesa tiene un código QR para pedirles la comanda) pero sigo prefiriendo "la antigua usanza" 🤣
Lo que ofrecen son raciones y no menú del día o similar. No decenas y decenas de platos sino un buen puñado de opciones bien escogidas. Con un kimchi (delicioso, fresco, y que para el verano va de maravilla) y un mini ramen de pollo y marisco (muy bien cocinado, sabroso y de buen tamaño) puedes irte tranquilamente a seguir la fiesta donde surja. Pero también te recomiendo, por otras veces, el bocadillo de calamares.
Recomendado....
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